Dos ¡®cisnes negros¡¯
Catalu?a y las veleidades de Trump son riesgos para unas perspectivas econ¨®micas, por lo dem¨¢s, buenas
Las previsiones sobre la econom¨ªa mundial para 2018 son, en general y percibidas a distancia, buenas. Hay un cierto acuerdo en que se mantendr¨¢ una tasa de crecimiento en torno al 3,8% y tambi¨¦n en que ese crecimiento no ser¨¢ muy dispar entre las distintas ¨¢reas econ¨®micas. Puestos a prever, tambi¨¦n se supone que incluso las llamadas econom¨ªas emergentes se habr¨¢n recuperado de las dificultades de a?os anteriores. El problema es que las previsiones suelen ser ¡ªcasi en el 100% de los casos¡ª irrelevantes. Transmiten, amplificada, una sensaci¨®n presente, que hoy es optimista, sin explorar anal¨ªticamente (quiz¨¢ porque es dif¨ªcil y tambi¨¦n entra?a riesgos elevados de error) la evoluci¨®n probable de las debilidades globales. El hecho es que las amenazas econ¨®micas que se concretan en cada momento no son las que est¨¢n expl¨ªcitas en el momento anterior. Incluso cuando esos riesgos laten a la vista de todos puede suceder que escapen a una interpretaci¨®n que relacione una causa evidente con un resultado explosivo. Pi¨¦nsese en la crisis de 2007 ?acaso la hipertitulizaci¨®n, la pr¨¢ctica de sostener billones sobre hipotecas basura y el apalancamiento masivo no suced¨ªan delante de todo el mundo?
Con pol¨ªticas monetarias expansivas de ida (eurozona) o de vuelta en sus inicios (d¨®lar) hay quien sostiene que existe un riesgo de inflaci¨®n. Es decir, si hubiera un repunte de la inflaci¨®n habr¨ªa que acelerar hacia tipos de inter¨¦s m¨¢s altos (Washington) o apresurar el fin de la heterodoxia monetaria (Fr¨¢ncfort). Pero la probabilidad de un repunte de la inflaci¨®n es marginal en el plazo de meses. En todo caso, hoy ser¨ªa m¨¢s alta la probabilidad de un nuevo episodio de crisis bancaria (la trastienda financiera nunca se agota) o de un conflicto pol¨ªtico entre ortodoxos y draghinianos en Europa que una subida desestabilizadora de los precios.
Lo que hoy se puede decir es lo que todos perciben. Las dificultades para llegar a un acuerdo pol¨ªtico en Alemania pueden convertirse en una amenaza para el euro. Pero lo m¨¢s probable es que el pacto se concrete pol¨ªtico acabe por concretarse. En el horizonte aparecen dos obst¨¢culos importantes que pueden desencadenar riesgos imprevistos. El primero est¨¢ asociado a Donald Trump y constituye un cisne negro (terminolog¨ªa de moda) en potencia para la econom¨ªa internacional. Al margen de los da?os que pueda causar en 2018 su fobia al comercio mundial, que pueden ser muchos, su programa de recorte fiscal de 1,5 billones de d¨®lares en diez a?os implica ya sembrar inquietud para el futuro. Ese plan implicar¨¢ un aumento descomunal del d¨¦ficit, digan lo que digan los defensores del desarme tributario para las grandes rentas que sustentan sus argumentos en la curva de Laffer. La explosi¨®n del d¨¦ficit, que alguien tendr¨¢ que financiar, quiz¨¢ sea similar a la propia cuant¨ªa del recorte, en torno a 1,4 billones de d¨®lares en el pr¨®ximo decenio a partir de 2019. En el supuesto muy probable de que no existan problemas de financiaci¨®n, lo m¨¢s probable es que altere la cadencia de subida de tipos pautada por Yellen.
La cuesti¨®n est¨¢ en saber si ese recorte fiscal tendr¨¢ alg¨²n efecto significativo en el crecimiento de la econom¨ªa estadounidense. Porque su tasa de expansi¨®n ya est¨¢ pr¨®xima al m¨¢ximo; no son pocos los economistas que han subrayado la inconsistencia de aprobar un programa de est¨ªmulo de una econom¨ªa que est¨¢ en fase de recuperaci¨®n. El mismo n¨²mero de economistas que atribuyen el recorte fiscal a una manipulaci¨®n de los impuestos en favor de de las grandes empresas y de las suyas propias.
Para la econom¨ªa espa?ola, el riesgo est¨¢ bien a la vista, en el escaparate como quien dice: la crisis pol¨ªtica catalana. Va a restar d¨¦cimas de crecimiento al PIB ¡ªefecto global¡ª y ser¨¢n tantas m¨¢s d¨¦cimas de resta cuanto m¨¢s tiempo se mantenga la pretensi¨®n de la mayor¨ªa (en esca?os) a la independencia inmediata (una o dos legislaturas).
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