?Por qu¨¦ Spotify no para de perder dinero? Se juega su futuro en 2018
La compa?¨ªa saldr¨¢ a Bolsa con la esperanza de tener usuarios suficientes como para compensar el alto coste de los derechos
Lanzado en 2008 por los suecos Daniel Ek y Martin Lorentzon, Spotify se ha convertido en el servicio de contenido streaming m¨¢s popular del mundo. A trav¨¦s de sus aplicaciones para m¨®vil y ordenador, la compa?¨ªa ofrece un extenso cat¨¢logo de m¨²sica a sus suscriptores de pago o de forma gratuita con cortes publicitarios. La compa?¨ªa est¨¢ cerca de cotizar en la Bolsa de Nueva York, al parecer mediante un listado directo de acciones, tras asegurar acuerdos de licencia con las tres principales discogr¨¢ficas. Pero el coste de los derechos que paga por las canciones sigue siendo muy elevado, y la capacidad de la compa?¨ªa para comenzar a ganar dinero sigue en duda.
El servicio, que cuenta ya con m¨¢s de 140 millones de usuarios, de los que 60 millones son suscriptores de pago, opera en m¨¢s de 60 pa¨ªses y ha sido la pieza fundamental para que los ingresos de la industria musical vuelvan a crecer tras d¨¦cadas sumergida en p¨¦rdidas debido a la pirater¨ªa y su nula capacidad de renovarse ante el nuevo panorama que se le present¨® ante Internet.
Thom Yorke, vocalista del grupo brit¨¢nico Radiohead, dijo que Spotify es "el ¨²ltimo suspiro de la vieja industria musical". Pero el mercado creci¨® un 5,9% en 2016, algo inaudito desde 1997, gracias a un crecimiento del 60% en la facturaci¨®n derivada de las plataformas de streaming. En Estados Unidos, la facturaci¨®n por streaming super¨® por primera vez a la venta de discos, y se espera un crecimiento del 48% en 2017 en comparaci¨®n con 2016. El futuro de la industria musical est¨¢ ligado, indudablemente, a Spotify.
M¨¢s incierto es el propio futuro de la startup sueca. En 2016, ingres¨® 2.900 millones de euros. Pero 2.500 millones se fueron en pagar a los sellos discogr¨¢ficos, dejando muy poco margen para invertir en desarrollo de producto y marketing. Tras descontar gastos, Spotify perdi¨® 350 millones de euros.
Su impacto en la industria y sus ingresos crecen, pero su modelo de negocio no ha evolucionado todav¨ªa, y desde sus or¨ªgenes se ofrece una versi¨®n gratuita y una de pago, que es la que sustenta principalmente el servicio. A los sellos discogr¨¢ficos y a los artistas no les gusta que se acceda a su m¨²sica de forma gratuita, y las disputas del pasado han surgido por este motivo. Para la industria musical es una forma de devaluar su trabajo, pero para Ek es una pieza vital. "Nuestro servicio gratuito fomenta nuestro servicio de pago", escribi¨® el fundador de Spotify en respuesta a Taylor Swift, que dijo no querer dejar su trabajo en manos de gente que est¨¢ realizando "experimentos". Aunque es sueca, Spotify tiene ADN Silicon Valley, y siempre ha abogado por la expansi¨®n a trav¨¦s de su servicio gratuito.
Los servicios de streaming pagan entre un 70% y un 72,5% de los ingresos a los sellos discogr¨¢ficos, seg¨²n Billboard. Por eso las cuentas de Spotify siguen sin encajar pese a su vertiginoso crecimiento. Pero pueden funcionar en el futuro, ya que los ingresos de las discogr¨¢ficas aumentan al mismo ritmo que los de los servicios de distribuci¨®n en streaming.
La compa?¨ªa todav¨ªa goza de un gran margen de crecimiento gracias a la expansi¨®n de los smartphones en mercados emergentes, la oferta en conexiones inal¨¢mbricas y su intercambio de acciones con Tencent Music. Llegar¨¢ un momento en el que su base de usuarios de pago sea un trozo de la tarta demasiado grande para las tres grandes discogr¨¢ficas que dominan la industria, y Spotify podr¨¢ renegociar el costo de las licencias. Algo que ya hizo en 2017 ante la esperada salida a bolsa que rebaj¨® el costo de las regal¨ªas a cambio de ofrecer mayor flexibilidad a los sellos discogr¨¢ficos para limitar la difusi¨®n de ciertos trabajos a los usuarios de pago durante un corto plazo de tiempo.
Rivales como Apple Music no han menguado su crecimiento, sino todo lo contrario. El n¨²mero de suscriptores se dispar¨®, y ambos servicios crecen r¨¢pido pese a que su oferta y cat¨¢logo sean parecidos.
Los inversores no valorar¨¢n a Spotify como un simple servicio de distribuci¨®n. La compa?¨ªa cuenta con datos muy valiosos que puede rentabilizar en el futuro como los gustos musicales por geograf¨ªa y edad a la hora de planear giras o convertirse en una v¨ªa m¨¢s para publicitar nuevos trabajos o artistas emergentes para los sellos discogr¨¢ficos. Los usuarios no solo valoran cat¨¢logo y precio. Cada vez dan mayor importancia a funciones como el descubrimiento de m¨²sica semanal o la creaci¨®n de listas personalizadas.
Spotify puede convertirse en una plataforma crucial en la industria que a¨²ne y mejore la relaci¨®n entre artistas, discogr¨¢ficas y fans. Aunque es l¨®gico dudar de su rentabilidad a corto plazo, sus posibilidades de crecimiento son enormes y con una mayor base de usuarios de pago se podr¨¢n renegociar las regal¨ªas.
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