La econom¨ªa perversa del narcotr¨¢fico
Por un fardo de hach¨ªs, un delincuente de La L¨ªnea gana 49.000 euros que alimentan un ecosistema sumergido
Un narco huido a pie entre callejuelas que, al verse acorralado por la polic¨ªa, comienza a arrojar al viento el dinero que llevaba encima. J¨®venes en ch¨¢ndal que se juegan miles de euros al casino. Una casa descubierta en un registro con vestidores recubiertos por cristales de Swarovski. Empresarios de la construcci¨®n que ven sus ventas lastradas despu¨¦s de cada golpe policial. Todoterrenos de lujo, conducidos por propietarios sin oficio conocido, entre barriadas marginales. El Messi del hach¨ªs, los Casta?itas o el Ni?o. Son escenas reales y protagonistas del relato de la narcoeconom¨ªa de C¨¢diz.
Francisco Mena, coordinador de la federaci¨®n de asociaciones antidroga Nexos, emplea ese neologismo para referirse a la ¡°perversa econom¨ªa que genera el narco, da?ina pero capaz de generar riqueza¡±. Tanto que, en La L¨ªnea de la Concepci¨®n ¡ªdonde, de 63.278 habitantes, el 33% est¨¢ oficialmente en paro¡ª, la polic¨ªa est¨¢ acostumbrada a decomisar y registrar veh¨ªculos, barcos y chal¨¦s de lujo. El pasado 6 de enero, en apenas 48 horas, los agentes interceptaron diez todoterrenos en cuatro operaciones antidroga. Transportaban 12 toneladas de hach¨ªs.
¡°Cada kilo de droga se paga a 1.640 euros y cada fardo pesa unos 30 kilos¡±, se?ala un investigador de la comisar¨ªa linense que prefiere no dar su identidad. En esos coches de gran cilindrada los narcos del Campo de Gibraltar han perdido 19,68 millones. ¡°Es un gran negocio¡±, tercia la fiscal antidroga de la provincia, Ana Villagomez. De los 372.901 kilos de droga intervenidos en Espa?a en 2016, el 40% se aprehendi¨® en C¨¢diz, y se cree que solo se decomisa una cuarta parte de lo que se mueve.
¡°Lo que el narcotraficante persigue es convertir en l¨ªcito lo il¨ªcito. Busca dos fines, lavar ese dinero y ocultar su origen¡±, resume Jorge Ram¨ªrez, delegado especial de la Agencia Tributaria en Andaluc¨ªa. Y, para ello, el narco recurre a dos v¨ªas: blanquear sigilosamente en negocios pantalla y gastar ostentosamente.
Los delincuentes m¨¢s poderosos apuntan alto y miran a Gibraltar para blanquear. ¡°Crean grandes entramados con compa?¨ªas offshore que precisan estructuras de planificaci¨®n fiscal agresiva. Gibraltar les proporciona una salida f¨¢cil¡± por su opacidad, reconoce Ram¨ªrez. Sin embargo, la mayor¨ªa de narcos de la zona se conforma con empresas locales. La lista de compa?¨ªas a nombre de familiares y testaferros es amplia y var¨ªa seg¨²n el momento: tiendas de deporte, espacios de celebraciones, empresas de transportes o comercios de ¡°todo a un euro¡±. ¡°Suelen ser negocios destinados al consumidor final¡±, apunta Ram¨ªrez. Ahora, la hosteler¨ªa est¨¢ de moda. En julio, un narcotraficante acab¨® detenido tras crear un peque?o imperio hostelero y conseguir la concesi¨®n p¨²blica de un restaurante en el poblado de Sancti Petri, en Chiclana de la Frontera. Pocas semanas antes, Abdellah El Haj, el Messi, se escabull¨® de los agentes en uno de los bares que controla en la playa algecire?a de Getares.
¡°Normalmente, con estas empresas evitan la ostentaci¨®n¡±, a?ade Ram¨ªrez. Pero eso no siempre ocurre, como apunta Mena: ¡°A algunos, la vanidad les puede¡±. En La Atunara, uno de los barrios m¨¢s necesitados y permisivos con la delincuencia, un vecino lo deja claro: ¡°Primero, invierten dinero en s¨ª mismos y en sus novias. Joyas, coches y operaciones de cirug¨ªa est¨¦tica¡±. Luego llega el todoterreno de marcas de lujo, comprado si es para uso personal y robado si es para el trabajo. ¡°¡°Pueden ser un BMW, un Audi Q5 o Q6. Aqu¨ª sabemos tanto de coches que podr¨ªamos montar un concesionario¡±, bromea un miembro de la Polic¨ªa Cient¨ªfica de La L¨ªnea.
Las casas completan el retrato. La vista sat¨¦lite de El Zabal ¡ªuna zona por urbanizar¡ª revela espectaculares chal¨¦s y amplias piscinas, una de ellas con forma de coraz¨®n. Hace tiempo que aqu¨ª el precio del metro cuadrado subi¨® de los 150 a los 400 euros. ¡°Les gusta quedarse en sus zonas, no perder el arraigo¡±, explica Mena.
Su dinero tambi¨¦n permanece y dinamiza los negocios legales de sus vecinos, como reconoce un guardia civil del sindicato AUGC: ¡°Lo reconocen los comerciantes en privado. Si no fuera por ellos, en la zona se notar¨ªa mucho¡±.
Dinero en una comarca deprimida
La lista de supuestos beneficiados de la ¡°narcoeconom¨ªa¡± es diversa: concesionarios, talleres, inmobiliarias, joyer¨ªas¡ ¡°Gastan mucho. Los d¨ªas de Reyes ves cosas que no puedes ver en ning¨²n sitio de Espa?a; regalos como coches, motos o quads¡±, explica un polic¨ªa. Pero, como a?ade la fiscal Antidroga, ¡°por la boca muere el pez. Se investiga a quien llama la atenci¨®n¡±. En todo caso las consecuencias sociales, como explica el antrop¨®logo Manuel Ca?estro, son desastrosas. ¡°Aqu¨ª las sufrimos todos, aunque la gran mayor¨ªa no es narco¡±, reconoce. Habla de una sociedad atrapada entre el paro y la pobreza: ¡°Es una dualidad, no nos gusta ver sus planeadoras, pero sabemos que si los quitan, La L¨ªnea se empobrecer¨¢ m¨¢s sin una alternativa¡±.
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