?Bienvenido, ¡®Mister¡¯ Trump!
Sin llevar ni 500 d¨ªas viviendo en la Casa Blanca, el presidente de los EE UU se ha convertido en un fil¨®n para anunciantes y publicistas de todo el mundo. Y muy bien parado, sinceramente, no ha salido
Cuando el 20 de enero del a?o pasado, Donald John Trump fue proclamado presidente de los Estados Unidos naci¨® un animal medi¨¢tico para el resto de seres humanos.
"Bienvenidos al estudio", les dijo Trump a los periodistas que cubren la Casa Blanca al entrar en el? Sal¨®n del Gabinete para repasar su primer a?o como due?o del bot¨®n nuclear. Y es que ¨¦l es as¨ª. Aunque casi la mitad de los norteamericanos le quiere y la otra mitad y el resto del mundo le odia, cada una de sus salidas de pata de banco hace crecer su popularidad por descabellado que parezca. Todo es un enorme estudio de televisi¨®n donde todo vale (mentiras, insultos, amenazas...) para imponer su santa voluntad.
La publicidad se ha aprovechado de su tir¨®n medi¨¢tico para asociar o disociar (m¨¢s esto ¨²ltimo) su imagen de marca del pol¨¦mico mandatario. Marcas de dentro y fuera le utilizan para apoyar aquello que ¨¦l desprecia o dar de lado eso que ¨¦l defiende. Coca Cola, bebida que curiosamente Trump consume impulsivamente tomando m¨¢s de 10 latas diarias de este refresco, ha lanzado un comercial defendiendo a un grupo social al que Donald no le tiene mucho cari?o especialmente. Se trata de los latinos y este es el anuncio.
Tampoco le agrada mucho hablar de sexo en sus comparecencias p¨²blicas por si acaso, aunque, eso s¨ª, en privado parece que sus principios son diferentes. Una exposici¨®n celebrada en marzo pasado en Sud¨¢frica sobre salud sexual y estilo de vida utiliz¨® el lema de campa?a a las presidenciables del equipo del magnate neoyorquino Makes America Great Again?("Hagamos Am¨¦rica grande otra vez") y lo personalizo a su conveniencia convirti¨¦ndolo en Make sex great again ("Hagamos que el sexo sea importante de nuevo"). El resultado, aunque un poco "forzado", result¨® de lo m¨¢s aparente.
Una de las m¨²ltiples obsesiones de este se?or de pelo naranja es la creciente inmigraci¨®n, que seg¨²n ¨¦l, amenaza a la sociedad americana y hace sus calles m¨¢s peligrosas cada d¨ªa. Para ello, pretende blindar las fronteras del pa¨ªs con M¨¦xico mediante un largu¨ªsimo muro, que "por supuesto" pagar¨¢n las arcas del pa¨ªs vecino. Ya hay respuestas a uno y otro lado del "virtual" muro. En la parte americana, la compa?¨ªa de transporte urgente de mercanc¨ªas?Trust Cargo imagina c¨®mo quedar¨¢ el mapa de la zona tras la creaci¨®n del "Canal del Trump".
Por el otro lado, la cerveza mexicana Corona, ahora belga, aboga?por "desfronterizarse" y eliminar barreras de todo tipo. Al estilo de los anuncios de Campofr¨ªo en Espa?a, el comercial es un llamamiento al esp¨ªritu patrio de los mexicanos ante el ataque del jefe de los del norte. El anuncio est¨¢ protagonizado por el actor mexicano Gael Garc¨ªa Bernal.
Terminando con el asunto de Trump y su encono con la emigraci¨®n, la cadena televisiva argentina TyC Sports, con motivo de la celebraci¨®n en Estados Unidos del centenario de la Copa Am¨¦rica, lanz¨® este comercial anunciando la llegada de unos extranjeros que se lo iban a hacer pasar canutas. Y esta vez, de verdad.
La prensa tambi¨¦n le ha utilizado para vender sus productos. Es tan alargada su sombra medi¨¢tica que sirve para todo tipo de informaciones, la mayor¨ªa de ellas dando patadas a diestro y siniestro. En eso pone el acento la emisora digital paraguaya ?andut¨ª.
Y es que su condici¨®n de bocazas ya estaba acreditada all¨¢ donde iba, incluso antes de ganar las elecciones. No hay un colectivo, que no comparta sus ideas, que no haya sido se?alado, insultado o simplemente despreciado. El diario alem¨¢n Der Tagesspiegel se cuestiona si llegar a la Casa Blanca aplacar¨ªa sus modos. Y por lo que se est¨¢ viendo, parece que la Sala Oval no le ha impresionado pero ni un poquito.
Para terminar dos anuncios que seg¨²n aparecieron originaron un revuelo medi¨¢tico importante pero que luego, al poco tiempo, se revelaron ser fakes (falsos). El primero se le atribuye al diario brit¨¢nico The Economist, que dicen que plant¨® en medio de Manhattan esta valla publicitaria. Al final result¨® ser obra de AML, una agencia de publicidad tambi¨¦n inglesa.
Por ¨²ltimo, Durex y su l¨ªnea de lubricantes. Dise?adores alrededor del mundo no pod¨ªan pasar la ocasi¨®n de hacer chanzas con este personaje y los productos de esta marca. Uno de los m¨¢s originales fue este.
Espero que este post no tenga consecuencias negativas y pueda seguir trabajando sin ser se?alado como un elemento hostil para la administraci¨®n americana. Ya os contar¨¦.
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