Espa?a presiona a la UE para no perder ayudas agrarias y de cohesi¨®n
Berl¨ªn y Par¨ªs quieren un presupuesto de la UE m¨¢s ambicioso pol¨ªticamente para dar respuesta al Brexit y a las nuevas prioridades en seguridad, defensa y migraci¨®n.
La reforma del euro y los presupuestos de la UE son las dos pr¨®ximas batallas pol¨ªticas en Bruselas. Espa?a muestra una actitud conservadora con el presupuesto: la posici¨®n del Gobierno, seg¨²n un documento al que ha tenido acceso EL PA?S, est¨¢ claramente a la defensiva. El objetivo es limitar al m¨¢ximo la p¨¦rdida de fondos de cohesi¨®n y de ayudas agr¨ªcolas. Para ello, Espa?a est¨¢ dispuesta a aportar m¨¢s recursos en la negociaci¨®n, seg¨²n fuentes del Gobierno. Berl¨ªn y Par¨ªs quieren un presupuesto de la UE m¨¢s ambicioso pol¨ªticamente para dar respuesta al Brexit y a las nuevas prioridades en seguridad, defensa y migraci¨®n.
El presupuesto de la UE asciende a 155.000 millones de euros al a?o; apenas un 1% del PIB. Dos tercios se van en agricultura y cohesi¨®n, y apenas hay flexibilidad cuando vienen crisis inesperadas, una constante desde hace 10 a?os. La perturbadora salida de Reino Unido, uno de los grandes contribuyentes, restar¨¢ 12.000 millones anuales. La Gran Recesi¨®n ha dejado en evidencia las carencias del euro, y las crisis asociadas (desaf¨ªos migratorio y de seguridad) obligan a dar un salto para tener capacidad de reacci¨®n. Por todo ello, las negociaciones de los presupuestos 2021-2027 ser¨¢n de a¨²pa: a los pa¨ªses ricos les cuesta rascarse el bolsillo; los beneficiarios de fondos pretenden no perder un solo euro. Espa?a es un perro verde. No es claramente ni lo uno ni lo otro, lo que le convierte en una especie de bisagra. Pero de momento el Ejecutivo est¨¢ a la defensiva: el objetivo es limitar al m¨¢ximo la p¨¦rdida de fondos europeos y de ayudas a la agricultura.
Bruselas presentar¨¢ en mayo una propuesta para hacer de los presupuestos un instrumento con mayor tracci¨®n pol¨ªtica. Berl¨ªn y Par¨ªs, pese a sus diferencias, est¨¢n en esa l¨ªnea. Francia aboga por modernizar la pol¨ªtica agraria, pese a que ese sector se defiende con u?as y dientes. Y el eje franco-alem¨¢n apuesta por reformar la pol¨ªtica de cohesi¨®n en busca de una suerte de utop¨ªa perdida: la vuelta de la convergencia a la UE. Berl¨ªn y Par¨ªs quieren vincular los fondos a la aprobaci¨®n de reformas y a evitar una politizaci¨®n de la justicia que es casi la norma en algunos socios. Amagan con ligar los fondos a que los beneficiarios acojan refugiados, pese al rechazo del Este. Par¨ªs propone armonizar el impuesto de sociedades si los pa¨ªses quieren recibir fondos, y ha logrado que Berl¨ªn est¨¦ cerca de aceptar que el euro necesita un presupuesto anticrisis.
Ricos contra pobres: una negociaci¨®n envenenada
Espa?a quiere que los presupuestos (el marco financiero multianual, en la jerga imposible de Bruselas) "den forma a una Europa m¨¢s fuerte e integrada". As¨ª arranca el documento que fija la posici¨®n espa?ola en una negociaci¨®n que se adivina complicada: la Euroc¨¢mara y la Comisi¨®n pretenden cerrarla en mayo de 2019, antes de las elecciones europeas. En esa negociaci¨®n hay dos bandos. Los ricos (Holanda, Alemania, Austria y los n¨®rdicos) no quieren aportar un solo euro adicional, aunque Berl¨ªn podr¨ªa cambiar de posici¨®n en funci¨®n del nuevo Gobierno. El grupo denominado cohesi¨®n¡ªb¨¢sicamente, los socios del Este¡ª no quieren perder fondos a la vista de que las distancias entre centro y periferia no dejan de ensancharse. Reino Unido lider¨® a los ricos en el ¨²ltimo acuerdo, en plena crisis europea, que requiri¨® un esprint final de 27 horas seguidas. Pero Londres ya no est¨¢. Eso da un rol m¨¢s prominente a pa¨ªses como Italia (que pide m¨¢s dinero) y Espa?a.
Bruselas quiere convertir los presupuestos en un instrumento pol¨ªtico de primera magnitud; para eso hacen falta m¨¢s fondos y flexibilidad. La Comisi¨®n destaca que no habr¨¢ ¡°recortes sangrantes¡± en agricultura y cohesi¨®n, que aun as¨ª perder¨¢n peso a favor de la seguridad y la migraci¨®n. Hay consenso para dar m¨¢s margen de actuaci¨®n al presupuesto, y presi¨®n por parte del Norte para imponer condiciones ex ante a la recepci¨®n de fondos, seg¨²n el profesor Mario K?nig.
Espa?a pasa de puntillas por esos asuntos, aunque las fuentes consultadas subrayan que es favorable a elevar su aportaci¨®n, lo que le convertir¨ªa en contribuyente neto por primera vez en su historia. La Posici¨®n espa?ola ante el marco financiero multianual posterior a 2020 deja abierta esa opci¨®n y ofrece la visi¨®n del Gobierno en las grandes agendas.
Agricultura. Frente a la m¨¢s que posible reducci¨®n de ayudas agr¨ªcolas y de la cohesi¨®n para dar m¨¢s fondos a las pol¨ªticas de seguridad, defensa e inmigraci¨®n, Espa?a defiende que la PAC siga siendo ¡°un instrumento central¡±; rechaza la cofinanciaci¨®n (¡°causar¨ªa serias disrupciones¡±) y apoya mejorar su eficiencia con criterios que le benefician: vinculando las ayudas al cambio clim¨¢tico y la lucha contra la desertificaci¨®n y la despoblaci¨®n del medio rural.
Cohesi¨®n. Madrid denuncia que las divergencias Norte-Sur son ¡°una fuente de tensiones¡±. Pero no acepta grandes cambios: defiende seguir ligando los fondos al desempleo. Propone que pesen m¨¢s variables que pueden beneficiar a algunas regiones, como las tendencias demogr¨¢ficas y la pol¨ªtica contra el cambio clim¨¢tico. Y apunta que una parte de los fondos debe depender de la capacidad de absorci¨®n, que es mayor en Espa?a que en otros pa¨ªses.
Crecimiento y empleo. El Gobierno aboga por reforzar esas pol¨ªticas y pone ¨¦nfasis en todo lo que le beneficia: quiere dinero ¡°para infraestructuras energ¨¦ticas¡± (la interconexi¨®n con Francia) y en I+D y educaci¨®n, con la vista puesta en el paro juvenil.
Seguridad y defensa. Espa?a propone que la cofinanciaci¨®n (lo que cada pa¨ªs pone para que lleguen fondos de la UE) sea ¡°tan baja como sea posible¡± para reflejar que ese cap¨ªtulo es ¡°una prioridad¡±. En cuanto a la inmigraci¨®n, barre para casa: m¨¢s que vincular los fondos a la recepci¨®n de refugiados (cap¨ªtulo en el que Espa?a no destaca precisamente), apuesta por ligar las ayudas a la integraci¨®n de los inmigrantes, donde cosecha mejores resultados.
No a los cheques. El Gobierno apuesta por suprimir todos los cheques aprovechando la salida de Reino Unido, en aras de ¡°una mayor transparencia¡±. Bruselas ha propuesto combinar las actuales fuentes de ingresos (transferencias a la UE en funci¨®n de la riqueza de cada pa¨ªs) con nuevos recursos propios: impuestos europeos sobre el pl¨¢stico, las emisiones o las transacciones financieras. Espa?a pide cautela: ¡°Hay que extremar el cuidado¡± con esos tributos para evitar ¡°distorsiones en el mercado com¨²n¡±.
Veredicto de Bruselas. ¡°La apuesta espa?ola es un qu¨¦ hay de lo m¨ªo, sin referencias a la idea del presupuesto anticrisis del euro, por ejemplo, y sin entrar en la condicionalidad de los fondos. Espa?a quiere seguir m¨¢s o menos igual, con m¨¢s ¨¦nfasis en criterios que le benefician¡±, juzgan fuentes europeas. ¡°El lenguaje del documento parece favorable a aportar m¨¢s recursos, tanto por el Brexit como por el nuevo acento en las pol¨ªticas de seguridad e inmigraci¨®n¡±, a?ade la misma fuente.
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