La crisis de Toys ¡®R¡¯ Us: la deuda y los rivales derrotan al gigante del juguete

"Es un d¨ªa muy triste", se lamentaba ayer Eric, dependiente de la tienda que Toys 'R' Us opera en Times Square, en Nueva York, mientras ordena resignado una estanter¨ªa de juguetes. El local actual es m¨¢s peque?o que el m¨ªtico que la cadena ten¨ªa en el centro de la ic¨®nica plaza, y que se cerr¨® porque la empresa no pod¨ªa pagar el alquiler. "Trabaj¨¦ all¨ª tambi¨¦n", recuerda el dependiente, "desde el primer d¨ªa". En aquella tienda hab¨ªa una noria y un dinosaurio a tama?o real. El empleado, que trabaja desde hace 25 a?os en la compa?¨ªa, dice que la era del descuento permanente les estruj¨®. Y ahora se prepara para liquidar las existencias antes de cerrar, calcula, en un mes.

La compa?¨ªa juguetera les confirm¨® el mi¨¦rcoles que iba a cerrar todos los locales de EE UU, ahogada por las deudas, la dura competencia online y la guerra de precios con operadores como Walmart o Target. Y horas antes tambi¨¦n hab¨ªa confirmado el cierre en Reino Unido, porque no encontraron un comprador. Aunque la quiebra era algo que se ve¨ªa venir desde que en septiembre se declar¨® en bancarrota, Eric ten¨ªa esperanza. "Soy un ni?o Toys 'R' Us", dice orgulloso. John lo lleva peor en la caja. "Los que nos han abandonado recordar¨¢n lo que est¨¢ pasando", lamenta utilizando una expresi¨®n muy parecida a la que emple¨® el consejero delegado, David Brando, cuando les comunic¨® por carta el fatal desenlace.

"No tenemos el apoyo financiero para seguir operando", afirm¨® el ejecutivo resignado. Toys 'R' Us lleg¨® a tener cerca de 1.700 locales en EE UU. La quiebra afectar¨¢ a las 735 tiendas que le quedan en el pa¨ªs y a cerca de 33.000 empleados. La liquidaci¨®n marca el fin de una de las compa?¨ªas m¨¢s ic¨®nicas del mundo, tras 70 a?os de existencia. Lejos quedan los a?os en la que los padres se acercaban en masa a sus tiendas mientras sus hijos sonre¨ªan de oreja a oreja. ¡°Los descuentos son buenos para el consumidor pero no para la empresa¡±, dice John. El cajero se?ala que ni la jirafa Geoffrey no fue capaz de aguantar el efecto de Amazon.

Pero como dec¨ªa el estribillo de los anuncios que se emit¨ªan en los a?os 1980 y 1990, la compa?¨ªa result¨® ser un ni?o que no quer¨ªa crecer. No se prepar¨® para el futuro. Toy's 'R' Us dej¨® de ser rentable hace cinco a?os y acumula desde entonces p¨¦rdidas de 2.500 millones de d¨®lares (2.030 millones de euros), casi 1.000 millones solo por los nueve primeros meses de 2017. La temporada navide?a fue un desastre. Ah¨ª qued¨® claro que el sue?o de Charles Lazarus se derrumbaba. Los distribuidores congelaron los env¨ªos y solo aceptaban pagos en efectivo. El golpe es mayor para el negocio de los fabricantes de juguetes, que tambi¨¦n est¨¢n tratando de adaptarse a las nuevas tendencias de consumo de los ni?os, que prefieren dispositivos electr¨®nicos a construcciones o mu?ecas.

Bono basura

Amazon, seg¨²n los expertos en comercio, no es el ¨²nico culpable del fin de Toy?s ¡°R¡± Us.? Su deuda est¨¢ en la categor¨ªa de bono basura desde 2005, cuando fue adquirida por los fondos KKR y Bain Capital junto a la inmobiliaria Vornado. Por aquel entonces Amazon no era a¨²n una amenaza seria. Pero el agujero financiero le impidi¨® hacer inversiones para adaptarse r¨¢pido a los nuevos h¨¢bitos de consumo y ser competitiva. Cuando se declar¨® en septiembre en suspensi¨®n de pagos, ten¨ªa una deuda masiva que ascend¨ªa a 5.000 millones de d¨®lares (4.060 millones de euros).

Sus tiendas se hicieron viejas e inc¨®modas. Los locales como el que opera al sur del Bronx o en cualquier suburbio son enormes almacenes. Es dif¨ªcil dar con empleados que ayuden a encontrar el juguete que se busca. La nueva tienda m¨¢s peque?a en Times Square pretend¨ªa ser la punta de lanza del nuevo modelo. Brandon estaba convencido de que Toys 'R' Us pod¨ªa sobrevivir. Consigui¨® que se le autorizara una inversi¨®n para mejorar los locales y crear espacios en los que los ni?os pudieran jugar o celebrar fiestas de cumplea?os. Tambi¨¦n prometi¨® destinar m¨¢s dinero a los empleados, para as¨ª atraer el talento que necesitaba. Y todo esto ten¨ªa que combinarlo con el cierre de los locales menos rentables.

Pero su visi¨®n lleg¨® demasiado tarde. Los hipermercados Walmart y Target ya se hab¨ªan metido de lleno en su terreno, y cada una por separado vende ya m¨¢s juguetes que Toys 'R' Us. Las dos cadenas est¨¢n siendo capaces de tirar los precios por los suelos, ya que pueden compensar con los otros productos que comercializan. Mattel y Hasbro vendieron el a?o pasado en Walmart el doble que en la jugueter¨ªa. El comercio online oblig¨®, adem¨¢s, a las cadenas tradicionales minoristas a ser m¨¢s creativas para incrementar el tr¨¢fico en sus tiendas f¨ªsicas. Y a la guerra de precios se le suma la rivalidad por ser la que env¨ªa los art¨ªculos m¨¢s r¨¢pido a la puerta de la casa.

El cierre de Toy?s ¡°R¡± Us va a dejar una masa de locales vac¨ªos por toda la geograf¨ªa de EE UU, para las que tendr¨¢n que buscar nuevos ocupantes. ¡°Las van a partir como la de Times Square para dar con nuevos inquilinos¡±, aventura Eric. Esa tienda la ocupa ahora Gap. John espera que puedan salvar 200 tiendas, que se pondr¨ªan bajo el paraguas de una nueva empresa que operar¨¢ desde Canad¨¢. ¡°Ya nos dir¨¢n que es lo que van acordando¡±, dice mientras suspira.