Capitalismo darwiniano
La clave es tener empresas con capacidad de adaptaci¨®n al cambio tecnol¨®gico
En 1948, Charles Lazarus inaugur¨® una peque?a tienda de muebles en Washington DC y en 1957 cre¨® Toys ¡®R¡¯ Us. Desde entonces creci¨® y se convirti¨® en el l¨ªder mundial de ventas de juguetes. Durante su expansi¨®n, provoc¨® el cierre de muchos peque?os comercios. El tama?o les permit¨ªa conseguir precios de compra m¨¢s bajos y ser m¨¢s eficientes en los costes, principalmente log¨ªsticos y de distribuci¨®n. En sus centros hab¨ªa m¨¢s oferta disponible para elegir y a mejor precio y, por eso, los consumidores compraban en Toys ¡®R¡¯ Us.
Pero lleg¨® Internet, aparecieron competidores online con m¨¢s oferta que ellos, m¨¢s tama?o y a¨²n m¨¢s eficiencia en la log¨ªstica y la distribuci¨®n. Y los consumidores dejaron de ir a sus centros y comenzaron a comprar desde casa, desde el ordenador o desde cualquier lugar con el m¨®vil. Toys ¡®R¡¯ Us ha tenido el mismo final que ¨¦l mismo provoc¨® a miles de peque?os comercios que oblig¨® a cerrar.
Es la misma din¨¢mica que describi¨® Charles Darwin en 1859 en su c¨¦lebre obra El Origen de las Especies. El problema es que a los seres humanos el caos y el desorden natural nos genera temor e incertidumbre e intentamos mitigar los efectos que genera sobre nuestro entorno y nuestro nivel de vida. Cuando el proceso de innovaci¨®n es muy disruptivo y generalizado, acaba generando problemas sociales y pol¨ªticos. Sin la revoluci¨®n tecnol¨®gica no ser¨ªa posible explicar el auge de los populismos, la victoria de Trump, las medidas proteccionistas que acaba de anunciar, etc¨¦tera.
Lo opuesto al proteccionismo es el laissez faire y la doctrina liberal, que pide a la sociedad sangre sudor y l¨¢grimas y creencia en que una vida mejor nos espera. La virtud, c¨®mo nos ense?¨® Arist¨®teles, est¨¢ en el intermezzo. La clave es tener clara que la tecnolog¨ªa es un medio y nunca el fin ¨²ltimo y que las personas siempre est¨¦n en el centro de las decisiones.
Evidentemente, sin tecnolog¨ªa los sapiens seguramente ya habr¨ªamos desaparecido. Cuando llegaron las grandes superficies a Espa?a en los a?os ochenta ya sonaron las trompetas del apocalipsis del fin del empleo. Los espa?oles hemos aumentando un 50% el empleo desde entonces, hemos cuadruplicado nuestra renta per c¨¢pita y hemos triplicado nuestro gasto social por habitante. El cierre de Toys ¡®R¡¯ Us, si se produce en Espa?a, provocar¨¢ despidos. Pero Amazon ha creado cientos de empleos en San Fernando de Henares y va a crear cientos de puestos de trabajo en Illescas, una de las zonas m¨¢s afectadas por la crisis y el pinchazo de la burbuja inmobiliaria.
La clave es tener empresas con capacidad de adaptaci¨®n al cambio tecnol¨®gico y crear nuevas compa?¨ªas innovadoras para que la nueva tecnolog¨ªa se genere en Espa?a. Vigilar la competencia para evitar la tendencia natural al oligopolio. Luchar contra la elusi¨®n fiscal de estas nuevas grandes empresas globales. Formar a los trabajadores en las nuevas habilidades que demanda la nueva realidad tecnol¨®gica. Y dise?ar una red de protecci¨®n para los ciudadanos que se ven perjudicados en la transici¨®n al nuevo modelo tecnol¨®gico.
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