Integrar el transporte p¨²blico para crecer

Los compromisos adquiridos por Espa?a en el acuerdo de Par¨ªs y en el Marco sobre clima y energ¨ªa para 2030 de la UE se van a concretar en un anteproyecto de Ley de Cambio Clim¨¢tico y Transici¨®n Energ¨¦tica que se publicar¨¢ en este primer trimestre. Se trata de un hito clave para orientar a las empresas y a las instituciones hacia un crecimiento sostenible y bajo en carbono.

En el plan que se dise?e hasta 2030, el papel de las ciudades volver¨¢ a ser determinante porque concentran el 85% del PIB de la UE y nada menos que el 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero. De hecho, en la hoja de ruta que se defini¨® hasta 2020, se identificaron 43 medidas para actuar en seis grandes sectores, y al menos tres de ellos afectan fundamentalmente a las ciudades: el sector residencial, la gesti¨®n de los residuos y el transporte. De todos ellos, el transporte es el responsable del 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero, y casi el 80% de estas se explican por el uso del veh¨ªculo privado.

El impacto negativo de este modo de transporte en las ciudades y en la salud de sus habitantes est¨¢ suficientemente contrastado. La congesti¨®n que genera la afluencia masiva de turismos a los n¨²cleos urbanos implica una p¨¦rdida de tiempo y de recursos de los ciudadanos, adem¨¢s de ineficiencia econ¨®mica, de un mal aprovechamiento del espacio urbano y de un deterioro en la calidad del aire. Por estos motivos, es necesario que todas las administraciones p¨²blicas se impliquen m¨¢s activamente en modificar las pautas de movilidad urbana y en ofrecer a los ciudadanos sistemas de transporte p¨²blico eficientes y suficientemente atractivos.

Sin embargo, a diferencia de los pa¨ªses de nuestro entorno, carecemos de una Ley de Financiaci¨®n de Transporte Urbano que permita sostener los costes de funcionamiento y llevar a cabo un plan de inversiones que convierta al transporte colectivo de viajeros en una alternativa real al uso del coche particular. La combinaci¨®n de la fiscalidad ambiental, infrautilizada en nuestro pa¨ªs, tal y como ha subrayado la Comisi¨®n Europea, y su afectaci¨®n a pol¨ªticas p¨²blicas encaminadas al mismo fin son directrices que ya han definido pa¨ªses como Alemania, que financia el transporte urbano con asignaciones del impuesto de hidrocarburos e incentiva la participaci¨®n articulada de los estados regionales y los municipios.

Hace falta una ley, en definitiva, que permita una actuaci¨®n coordinada de los Gobiernos central, auton¨®micos y locales, para favorecer la integraci¨®n de medios de transporte y la intermodalidad. Un servicio tan fundamental como el transporte p¨²blico en un pa¨ªs descentralizado exige esfuerzos de clarificaci¨®n de competencias y de financiaci¨®n que el Gobierno necesariamente deber¨¢ abordar para hacer eficaces los retos que implica promover un crecimiento sostenible.

C¨¦sar Cantalapiedra y Susana Borraz son profesores de Afi Escuela de Finanzas.