¡°Recuperarse de la crisis de reputaci¨®n ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil para Barcelona que para Catalu?a¡±
El urbanista Greg Clark ha asesorado a una veintena de gobiernos y a instituciones internacionales. Ahora ayuda al lobby Barcelona Global
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Los empresarios barceloneses agrupados en el lobby Barcelona Global han impulsado una bater¨ªa de medidas para relanzar la marca Barcelona, que el a?o pasado qued¨® tocada por el caos en el aeropuerto del Prat, los atentados yihadistas y el desaf¨ªo independentista. En esa tarea han contado con la ayuda del reconocido urbanista Greg Clark (Londres, 1962), que ha asesorado a una veintena de Gobiernos, a m¨¢s de 100 ciudades e instituciones como la OCDE o el Banco Mundial. Clark ubica a Barcelona en una liga mundial de ciudades. La lideran siete grandes urbes, entre las que est¨¢ Londres o Par¨ªs. Luego hay otro n¨²cleo de una decena de capitales en el que est¨¢n Madrid, ?msterdam o Toronto. En el tercer anillo, fuera del epicentro, es el grupo en el que estar¨ªa Barcelona.
Pregunta. ?Puede Barcelona pasar a formar parte de los dos grupos centrales?
Respuesta. Ah¨ª hay ciudades que, pese a no estar exentas de problemas, tienen una identidad muy fuerte, grandes corporaciones y una econom¨ªa y un mercado laboral din¨¢micos. Madrid o ?msterdam hace veinte a?os no estaban ah¨ª, pero han creado un sistema regional potente de vivienda y transporte y se han convertido en hubs empresariales. No son mucho m¨¢s grandes que Barcelona, que puede desplazarse hacia ese grupo. La ciudad se ha especializado en industrias como la medicina, el dise?o y la tecnolog¨ªa. Pero ahora estos sectores deben ganar tama?o, como est¨¢n haciendo Tel Aviv o Estocolmo o lo hizo San Francisco.
P. Catalu?a ha perdido la sede social de m¨¢s de 3.200 empresas por el proceso independentista, la mayor¨ªa de las cuales estaban en Barcelona. ?Para avanzar debe sobreponerse antes a esa crisis?
R. Tengo entendido que todav¨ªa no han movido puestos de trabajo, sino el domicilio social. Ser¨ªa una buena idea intentar que estas compa?¨ªas vuelvan, pero solo lo har¨¢n cuando est¨¦n seguras de que el estatus de Catalu?a est¨¢ resuelto. Mientras dure la incertidumbre de si seguir¨¢ siendo parte de Espa?a y la Uni¨®n Europea, ser¨¢ muy dif¨ªcil que esas empresas reviertan su decisi¨®n. La estabilidad pol¨ªtica es clave. No opino sobre lo que ocurre en Catalu?a, porque no es mi trabajo, pero lo ocurrido nos indica que quienes quieren la independencia deber¨ªan tener un programa econ¨®mico mejor si quieren convencer a las empresas de que no ser¨¢ un problema permanecer en Barcelona.
P. Ha estudiado el caso de Montreal. ?Ve similitudes?
R. All¨ª a causa de la crisis secesionista las empresas no solo se llevaron la sede social, sino que movieron los puestos de trabajo. ?Por qu¨¦ hoy Toronto est¨¢ en el centro del mapa de ciudades? Porque cuando Montreal debat¨ªa sobre la independencia muchas corporaciones se movieron y Toronto aprovech¨® para hacer crecer su econom¨ªa y ser m¨¢s exitosa. La p¨¦rdida de Montreal fue la ganancia de Toronto.
P. ?Ha sufrido Catalu?a una crisis de reputaci¨®n?
R. S¨ª. No ha sido a ra¨ªz de un hurac¨¢n o de un conflicto militar. Ha sido una crisis de imagen, de confusi¨®n y de incertidumbre. ?Ser¨¢ Catalu?a parte o no de Espa?a? ?Y de la UE? ?El deseo de independencia est¨¢ ya resuelto? ?La Constituci¨®n puede ser reformada? Son grandes incertidumbres que impiden a la ciudad comunicar al mundo.
P. Y muchas siguen a¨²n ah¨ª¡
R. Exactamente. Por eso Barcelona debe hacer dos cosas: promover un relato claro sobre el siguiente cap¨ªtulo de la ciudad y, a nivel catal¨¢n, debe haber progresos en el terreno pol¨ªtico. Sin ser experto en ello, tal vez con una mayor autonom¨ªa puede resolverse ese asunto para dos d¨¦cadas. Montreal encontr¨® la salida, pero tard¨® demasiado y perdi¨® negocios. Es dif¨ªcil recuperarse de una crisis de reputaci¨®n, pero no deber¨ªa serlo tanto para Barcelona, que tiene una muy buena imagen, mientras que la de Catalu?a es m¨¢s complicada.
P. ?Son marcas diferentes?
R. S¨ª, Barcelona y Catalu?a son marcas distintas. Y podemos continuar construyendo la marca Barcelona a pesar de los desaf¨ªos que tiene la de Catalu?a.
P. Habla de que la crisis sufrida en Barcelona pone fin a un cap¨ªtulo para la ciudad. ?Qu¨¦ viene ahora?
R. Cerramos un episodio muy interesante, con un crecimiento del sistema empresarial y de innovaci¨®n. Barcelona ha crecido como capital del conocimiento, la medicina, las ciencias de la vida, el dise?o, la creatividad, la tecnolog¨ªa y, en particular, el m¨®vil. Necesitamos m¨¢s, ganar tama?o. Y de forma paralela, ha habido un problema de masificaci¨®n del turismo. Y eso cre¨® una crisis que supuso que se rompiera el contrato social con los ciudadanos, que debe ser renovado.
P. ?Y ve liderazgo en la ciudad para recomponerlo?
R. He visto que los l¨ªderes de la sociedad civil han puesto sobre la mesa propuestas como subir la tasa tur¨ªstica o mejorar la calidad de los empleos de ese sector. Es decir, asumen los elementos sobre los que debe basarse el contrato social. Y en el Ayuntamiento veo las habilidades necesarias para reconstruirlo. Espero que juntos puedan hacerlo. Porque, ?cu¨¢l es la alternativa? Ser¨ªa una econom¨ªa m¨¢s cerrada al mundo, una sociedad m¨¢s local, alejada de la innovaci¨®n y del comercio... Y eso no es Barcelona. La cuesti¨®n no es qu¨¦ har¨¢ la ciudad, sino cu¨¢nto tiempo tardar¨¢.
P. Los empresarios reconocen tambi¨¦n que el turismo ha acarreado problemas, como la subida de los alquileres. ?C¨®mo se aborda?
R. Eso ocurri¨® tambi¨¦n en ?msterdam, San Francisco o Nueva York. Las autoridades deben ser m¨¢s proactivas en gestionar los efectos del crecimiento, invertir mucho en vivienda y legislar a trav¨¦s del planeamiento urban¨ªstico. Por ejemplo, se puede exigir que cuando se construyen nuevas promociones haya un porcentaje de vivienda asequible. Las crisis revelan problemas latentes que tienen las ciudades y el del precio de los pisos no es causado por los apartamentos tur¨ªsticos, sino potenciado. Es sorprendente que no haya habido una estrategia a largo plazo para que haya m¨¢s vivienda asequible en Barcelona.
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