La plaga de la patata avanza imparable en Galicia tres a?os despu¨¦s de detectarse

Los expertos de la Xunta de Galicia no ocultan su preocupaci¨®n por el futuro incierto de estos centros de producci¨®n intensiva porque nadie puede asegurar que est¨¦n a salvo de las devoradoras larvas de la polilla que metamorfosean dentro del tub¨¦rculo. En ese caso, las repercusiones econ¨®micas ser¨ªan desastrosas para el sector, ya que afecta a miles de familias que desde hace decenas de generaciones viven de este negocio agr¨ªcola. Solo en los cultivos controlados por la Indicaci¨®n Geogr¨¢fica Protegida (IGP), la producci¨®n en 2017 fue de 117,8 millones de kilos.

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"Hay motivos para estar preocupados", afirma Victor Novo, jefe del Servicio de Sanidad y Producci¨®n Vegetal de la Conseller¨ªa de Medio Rural de la Xunta de Galicia. El experto en plagas explica que no hay garant¨ªas de poder frenar esta, la m¨¢s mort¨ªfera de las que atacan a la patata, e impedir que no se extienda a zonas vitales productivas porque son muchas las posibilidades de dispersi¨®n del insecto.

Novo alerta de las dificultades para controlar su propagaci¨®n que no solo se produce a trav¨¦s del movimiento del producto de unas zonas a otras, sino tambi¨¦n por el de otras mercanc¨ªas que constantemente van de un lado a otro en camiones o furgonetas y estas tambi¨¦n sirven de medio de transporte para que una polilla pueda viajar tantos kil¨®metros ya que no tienen capacidad de vuelo.

"Recomendamos que no se acumulen grandes cantidades de patata porque esta es una plaga de almac¨¦n ya que son estos lugares cubiertos los que favorecen la puesta de las larvas, unas 300 de cada hembra f¨¦rtil que solo vive dos d¨ªas", explica el t¨¦cnico. "La vigilancia y alerta de los productores es crucial ya que en el avance sorprendente de la plaga han pesado las malas pr¨¢cticas de los productores por el movimiento de mercanc¨ªas que estaban contaminadas", incide.

Los tratamientos de exterminio del insecto y las medidas de prevenci¨®n del Gobierno central y la Xunta han resultado insuficientes, se han intensificado los controles para impedir la salida del producto de las zonas contaminadas y la Conseller¨ªa de Medio Rural ha destruido m¨¢s de 400 toneladas de patatas, a lo que habr¨¢ que a?adir la producci¨®n de Mux¨ªa, el ¨²ltimo Ayuntamiento cercado por el insecto.

Las se?ales de destrucci¨®n en este municipio coru?¨¦s ya son alarmantes. El Diario Oficial de Galicia (DOG) public¨® el viernes 6 de abril la resoluci¨®n por la que se establecen los plazos para la declaraci¨®n de existencias de patata de consumo, de semilla y de superficie de patata plantada, as¨ª como de las superficies de plantaci¨®n en la zona tap¨®n en Mux¨ªa.

Estas declaraciones ser¨¢n los datos de referencia para que la Xunta pague a los productores las indemnizaciones que les correspondan, las mismas que reciben el resto de afectados en los otros 32 Ayuntamientos y que ya superan los 176.000 euros. Medio Rural ya ha pagado las ayudas a 1.323 beneficiarios de los que el 23,28% son de la provincia de A Coru?a y el 76,72% restante de Lugo.

Los agricultores aguardan con inquietud los efectos de las nuevas medidas de control de la Xunta y del reciente decreto del Gobierno central para casi un centenar de Ayuntamientos afectados en Espa?a cuyas repercusiones econ¨®micas todav¨ªa no se han cuantificado. El decreto viene a reforzar los controles auton¨®micos ya existentes en Galicia, Asturias y Canarias, aunque prev¨¦ fuertes prohibiciones de los cultivos para frenar la expansi¨®n de la polilla cuya supervivencia solo depende de la patata y sin ella, morir¨ªa.

"Hay que tener miedo"

Los expertos no saben con certeza por qu¨¦ y cu¨¢ndo aterriz¨® en Galicia la polilla guatemalteca y creen que su llegada desde Canarias fue probablemente mucho antes de 2015, cuando el Laboratorio Nacional de Referencia de Valencia dio la alerta al analizar un ejemplar que hab¨ªa entregado un agricultor de la zona de Ferrol Terra. Con una dispersi¨®n dif¨ªcil de definir para los t¨¦cnicos, el insecto lo transportan los humanos por el tr¨¢fico de mercanc¨ªas, tanto del producto como la semilla.

"Ante este panorama hay que tener miedo", afirma Victor Novo, jefe de Servicio de Sanidad y Producci¨®n Vegetal de la Xunta de Galicia, "porque el problema no est¨¢ tanto en cultivo familiar para autoconsumo sino en una gran industria de la que dependen tantas familias y que ahora ven su futuro en grave riesgo".

La Xunta ha colocado una red de trampeo (1.625 unidades) por toda Galicia a base de feromonas que atraen a los machos para controlar la presencia del insecto en cultivos o almacenes y el ¨ªndice de propagaci¨®n de la plaga. Pero estos cinturones solo pueden instalarse bajo supervisi¨®n de los t¨¦cnicos para que no tengan un efecto llamada en las zonas no contaminadas.

En los Ayuntamientos declarados como zona tap¨®n, como es el caso de Mux¨ªa (A Coru?a), los vecinos tendr¨¢n que informar de sus plantaciones, con prohibici¨®n de comercializar el tub¨¦rculo que no est¨¦ embolsado y etiquetado, para evitar que salga fuera de los per¨ªmetros de seguridad bajo amenaza de fuertes multas administrativas de hasta 3.000 euros.

La Conseller¨ªa de Medio Rural ha desplegado a un equipo de t¨¦cnicos y asesores en Mux¨ªa para atender a los afectados y resolver sus dudas para cumplir con los controles establecidos a trav¨¦s de charlas informativas que se est¨¢n impartiendo en todos los municipios del entorno donde se pide la colaboraci¨®n de los productores. Desde el Gobierno gallego tratan de concienciar a los afectados de que "la lucha contra esta plaga de cuarentena nos compromete a todos", indican fuentes de la Conseller¨ªa de Medio Rural.