¡°Si se hace peligrar la sostenibilidad de las pensiones, alguien tendr¨¢ que pagar¡±
Espa?a necesita un mercado laboral m¨¢s flexible y tomar m¨¢s medidas fiscales, dice el n¨²mero dos del Fondo Monetario Internacional
La recuperaci¨®n global cobra impulso y favorece a Espa?a. Pero en buena medida la recuperaci¨®n es c¨ªclica. No puede durar siempre. En alg¨²n momento, la normalizaci¨®n de la pol¨ªtica monetaria tendr¨¢ lugar. La cuesti¨®n es si los pa¨ªses, y en concreto Espa?a, aprovechan estos ¡°pocos a?os¡± para tomar medidas estructurales que eleven el crecimiento en el futuro, una vez se haya agotado el impulso del ciclo. Ese es el principal mensaje que el n¨²mero dos del Fondo Monetario Internacional, David Lipton, ha intentado trasladar a su paso por Espa?a. ¡°Nuestros estudios dicen que aproximadamente dos tercios de la recuperaci¨®n global es c¨ªclica y uno estructural. Hay que prepararse ahora para atajar las vulnerabilidades, las que todav¨ªa se acumulan y las que seguramente aparecer¨¢n dadas las favorables condiciones financieras¡±, sostiene el exasesor de Obama, exejecutivo de Citi y ex alto cargo del Tesoro estadounidense con la Administraci¨®n Clinton.
Respecto a la econom¨ªa espa?ola, Lipton destaca que, aunque ¡°doloroso¡±, se ha avanzado mucho. Sin embargo, se trata de ¡°un proyecto inacabado¡±. A su juicio, Espa?a debe emplear este periodo de bonanza para mejorar sus perspectivas futuras y sacar el mejor partido a los cambios tecnol¨®gicos. Con este fin, debe concentrarse en dos tareas que todav¨ªa no ha completado. Una es la consolidaci¨®n fiscal: ¡°Espa?a contaba en 2005 con una deuda muy baja, y eso le permiti¨® absorber mejor los golpes de la crisis. De haber tenido en 2005 casi un 100% del PIB como ahora, habr¨ªa sido a¨²n m¨¢s dif¨ªcil encarar la recesi¨®n y la reestructuraci¨®n bancaria. No estoy pronosticando problemas para Espa?a, pero hay que ser realista, el futuro puede ser complicado. El pa¨ªs tiene que reconstruir su colch¨®n fiscal para estar listo ante cualquier eventualidad¡±, subraya. Y a?ade: ¡°Una lecci¨®n del pasado es que la mayor parte de la gente no vio venir la ¨²ltima crisis. Por eso, hay que prevenir ahora¡±.
La otra tarea que recomienda a Espa?a consiste en crear un mercado laboral que sea ¡°lo suficientemente flexible como para fortalecer la econom¨ªa y no debilitarla, mejorando la productividad¡±. ¡°La fuerza laboral no se utiliza de la forma m¨¢s eficiente. Todav¨ªa hay demasiados parados y abunda el empleo sumergido y temporal. Un mercado de trabajo flexible representa la mejor manera de responder a cambios tecnol¨®gicos o de sectores dominantes, que traer¨¢n oportunidades pero tambi¨¦n disrupciones¡±, afirma.
Pregunta. ?C¨®mo de s¨®lida ve esta recuperaci¨®n?
Espa?a necesita tomar m¨¢s medidas para cumplir con sus compromisos fiscales
Respuesta. No observamos nada que interrumpa la recuperaci¨®n de forma prematura. En nuestras previsiones, que se conocer¨¢n la pr¨®xima semana, dibujamos un par de a?os buenos para la econom¨ªa global. En cuanto a Espa?a, pensamos que la recuperaci¨®n no es solo c¨ªclica, en el sentido de que ha experimentado un ajuste de costes laborales unitarios. Estos se hab¨ªan disparado frente a los de Alemania y Francia. Ahora est¨¢n en unos niveles m¨¢s o menos competitivos con relaci¨®n a estos pa¨ªses. En Italia, por ejemplo, se hab¨ªan encarecido y siguen sin haber recuperado la competitividad. En Espa?a, la devaluaci¨®n interna ha permitido a las empresas desendeudarse y restablecer la rentabilidad, ha ayudado a las exportaciones y a los ingresos p¨²blicos. En definitiva, ha sido el motor de la recuperaci¨®n y la ha hecho m¨¢s fuerte. Siempre que no haya un periodo de incrementos salariales exagerados por encima de la productividad, la ganancia de competitividad est¨¢ asegurada, y debe seguir as¨ª.
P. Pero aun as¨ª, ?debe Espa?a hacer m¨¢s para reconstruir su capacidad de maniobra fiscal?
R. Nuestra visi¨®n es simple. Espa?a tiene el compromiso adquirido de bajar el d¨¦ficit p¨²blico estructural a cero en unos pocos a?os, y deber¨ªa cumplirlo. Las metas fijadas son razonables y no perjudican la recuperaci¨®n. Si las cumple y contin¨²a el crecimiento, habr¨ªa una reducci¨®n gradual pero significativa de la deuda p¨²blica sobre PIB que brindar¨ªa un cierto margen de maniobra. Pero para cumplir con esos objetivos a medio plazo hacen falta m¨¢s medidas.
P. La vuelta a la normalidad en la pol¨ªtica monetaria, ?podr¨ªa suponer un riesgo para pa¨ªses endeudados como Espa?a?
Esperamos que la normalizaci¨®n de la pol¨ªtica monetaria tenga efectos benignos
R. Los efectos de la normalizaci¨®n monetaria resultan impredecibles. La que hemos visto en Estados Unidos atempera el crecimiento lo suficiente como para que la inflaci¨®n permanezca en l¨ªnea con los objetivos sin matar la recuperaci¨®n. Eso ser¨ªa lo id¨®neo. Pero no sabemos qu¨¦ pasar¨¢. Tampoco en Europa. No obstante, esperamos que el ajuste en las condiciones financieras tenga unas consecuencias relativamente benignas, que no mutilen la actividad.
P. ?Qu¨¦ impacto puede tener la demograf¨ªa en el crecimiento?
R. Se trata de un proceso lento pero avanzado en algunas econom¨ªas, sobre el que hay muchas incertidumbres. Tiene consecuencias sobre el ahorro y el consumo. Tambi¨¦n conlleva repercusiones fiscales, porque har¨¢ m¨¢s oneroso para los trabajadores soportar a los pensionistas. En algunos pa¨ªses ya se prefiere alargar la vida profesional o buscar ingresos complementarios. En general, el mayor crecimiento estar¨¢ en las econom¨ªas emergentes y en desarrollo. Y el envejecimiento contribuir¨¢ a eso. El factor impredecible es qu¨¦ suceder¨¢ con las nuevas tecnolog¨ªas, qui¨¦n ser¨¢ m¨¢s productivo y qui¨¦n ser¨¢ sustituido por la robotizaci¨®n. La inteligencia artificial, la robotizaci¨®n, el comercio electr¨®nico, las tecnolog¨ªas financieras y de pago como el blockchain... Todas tienen un gran potencial, pero todav¨ªa no se ha visto su efecto en las estad¨ªsticas de productividad. Existe un debate sano entre los economistas sobre si estas tecnolog¨ªas mejoran la productividad o no, o si todav¨ªa no est¨¢n lo suficientemente implementadas y usadas. No sabemos cu¨¢l ser¨¢ el mejor uso de estas tecnolog¨ªas, as¨ª que cada pa¨ªs tendr¨¢ que dilucidar c¨®mo estimula la experimentaci¨®n, porque al mismo tiempo estas mismas tecnolog¨ªas pueden empezar a ser disruptivas, dejando a gente sin empleo, cerrando empresas o creando la necesidad de una nueva regulaci¨®n, por ejemplo para entidades que act¨²an como bancos sin serlos.
P. Pero un pa¨ªs con una poblaci¨®n envejecida, ?no tendr¨¢ m¨¢s problemas para hacer el mejor uso de esa tecnolog¨ªa?
Los desplazados por la crisis en Espa?a han ido a sectores de baja productividad donde no tendr¨¢n formaci¨®n
R. La tecnolog¨ªa puede tambi¨¦n permitir trabajar desde casa o monitorizar mejor la salud. En cada tipo de aplicaci¨®n pueden verse aspectos positivos y negativos.
P. La sensaci¨®n m¨¢s extendida es que estas tecnolog¨ªas pueden ser muy buenas para los consumidores pero malas para el empleo¡
R. Algunos estudios dicen que la preocupaci¨®n sobre la robotizaci¨®n es exagerada. Pero es un fen¨®meno nuevo que requiere estudio. A primera vista, s¨ª, en principio los trabajadores menos cualificados pueden verse perjudicados. Pero la tecnolog¨ªa tambi¨¦n puede mejorar la productividad de los trabajadores con la formaci¨®n adecuada. Por eso, pa¨ªses como Espa?a deben tener pol¨ªticas que formen a los trabajadores y los ayuden a aprovechar estas tecnolog¨ªas en lugar de quedarse fuera. Los expertos concluyen que all¨¢ donde la tecnolog¨ªa se usa la productividad crece, pero no est¨¢ siendo usada de forma suficientemente generalizada. Y la cuesti¨®n de qu¨¦ impacto tiene la tecnolog¨ªa sobre la productividad agregada tiene mucho que ver con qu¨¦ ocurre con los trabajadores desplazados por el cambio. ?Consiguen un nuevo empleo que sea productivo? En Espa?a, los desplazados por la crisis han ido a sectores de baja productividad, a la econom¨ªa sumergida o el empleo temporal, donde no es probable que obtengan formaci¨®n. Espa?a no puede ser inmune al cambio, pero puede preparar a su fuerza laboral para beneficiarse de las nuevas tecnolog¨ªas, porque habr¨¢ nuevas oportunidades de empleos en sectores de servicios muy productivos.
P. ?Qu¨¦ debe hacerse en Espa?a con las pensiones?
R. Nuestra valoraci¨®n es que tras las reformas el sistema de pensiones es ahora financieramente sostenible a largo plazo. No lo era antes y eso es un logro, pero ello no significa que todo el mundo est¨¦ contento con el sistema de pensiones. Entendemos y consideramos como algo normal que haya un debate para cambiarlo. Pero nuestra visi¨®n es que cualquier reforma que se haga debe mantener la sostenibilidad y abordarse de una forma integral que toque todos los aspectos. En esencia, nada es gratis, porque si se hace peligrar la sostenibilidad alguien tendr¨¢ que pagar y tendr¨¢ consecuencias sobre el empleo y las empresas.
P. ?Por qu¨¦ no suben los sueldos?
R. La historia es muy distinta seg¨²n el pa¨ªs. Por ejemplo, en Alemania los costes salariales se han mantenido controlados durante a?os y la rentabilidad de las empresas ha sido respaldada por una moderaci¨®n salarial y la deslocalizaci¨®n de una parte de la cadena de suministro a pa¨ªses del Este de Europa. Eso les ha funcionado bien, fomentando sus exportaciones. En la econom¨ªa espa?ola se dio una p¨¦rdida de competitividad, y ha sido un logro restablecerla. Espa?a debe tener cuidado y no deshacer ese logro. Las subidas de salarios sostenidas deben basarse en aumentos sostenidos de la productividad. Y hay muchos elementos que pueden favorecer eso, como un mercado laboral flexible y pol¨ªticas de formaci¨®n. Pero ese proceso de mejora tambi¨¦n implica mantener la resiliencia de la econom¨ªa para que no haya una interrupci¨®n del crecimiento.
P. ?Es m¨¢s resistente ahora el sistema financiero?
R. En medio de la crisis financiera, el presidente Obama dijo que necesit¨¢bamos una regulaci¨®n conjunta y armonizada de los Estados para que hubiese un incremento de los est¨¢ndares regulatorios en lugar de una competencia a la baja entre pa¨ªses. Desde entonces, el proceso regulatorio ha hecho el sistema financiero ciertamente m¨¢s cauto y, probablemente, m¨¢s seguro. Cierto es que todav¨ªa hay riesgos. Y estos tienden a encontrarse en el sistema financiero no bancario. Tambi¨¦n distintos pa¨ªses han desarrollado diferentes enfoques a la hora de limpiar el legado de la crisis en los balances de las entidades. Pero debemos estar contentos con el trabajo realizado. El caso de Espa?a ha sido muy especial. Ha llevado a cabo una limpieza de balances y una reducci¨®n del n¨²mero de entidades que ha dejado a la banca en una situaci¨®n m¨¢s saneada y contribuyendo a la recuperaci¨®n. ?Est¨¢ ya todo hecho? Probablemente no, pero Espa?a debe estar orgullosa. Europa en cambio tiene un problema mayor. Ha dado grandes pasos para crear una uni¨®n bancaria, pero se trata de un proyecto todav¨ªa a medias.
"Hay que atajar el impacto de las deslocalizaciones"
Al hablar de la pol¨ªtica fiscal del presidente Donald Trump, Lipton reconoce que supone "un est¨ªmulo muy vigoroso en un momento en el que la econom¨ªa est¨¢ ya en un punto fuerte del ciclo". En Estados Unidos solo se ha dado un momento igual: "Cuando se aument¨® el gasto militar por Vietnam durante la presidencia de Johnson", apunta. En su opini¨®n, las medidas de Trump llevar¨¢n el desempleo a niveles muy bajos, generando m¨¢s crecimiento y deuda. Tambi¨¦n obligar¨¢ a la Reserva Federal a acelerar las subidas de tipos. ?Y la combinaci¨®n con el proteccionismo? El subdirector gerente del Fondo considera "muy desafortunado que veamos tensiones comerciales en un momento en el que el comercio global est¨¢ tirando del crecimiento". Desde que se inici¨® la crisis, el comercio global ha avanzado muy lento, por debajo del PIB. Pero durante el a?o pasado finalmente el comercio creci¨® m¨¢s que el PIB, contribuyendo al crecimiento global. "Deber¨ªa promoverse y facilitarse el comercio en una coyuntura como la actual. Dicho esto, hay que reconocer que a veces el comercio y la tecnolog¨ªa provocan deslocalizaciones, y eso se mezcla en la psique colectiva, alimentando el descontento con la globalizaci¨®n. Para asegurarse de que la globalizaci¨®n contin¨²a, hay que hacer esfuerzos para atajar los efectos de las deslocalizaciones. Pero eso no se hace imponiendo barreras comerciales para satisfacer a los descontentos. Nadie se beneficia de una guerra comercial. China y Estados Unidos deben hablar", concluye.
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