¡°Los salarios subir¨¢n poco por la baja productividad¡±
El futuro presidente de la Fed de Nueva York alerta de que una guerra comercial reducir¨ªa el nivel de vida en todo el mundo
Cuando Janet Yellen ascendi¨® a la jefatura de la Reserva Federal de EE UU (Fed), John C. Williams le sucedi¨® en la presidencia del banco central de San Francisco. Ahora que Yellen ha sido destronada por Donald Trump, este economista californiano de 55 a?os est¨¢ a punto de hacerse cargo de la muy poderosa Fed de Nueva York. En una breve visita a Madrid, Williams reh¨²ye opinar sobre la destituci¨®n sobre su ¡°amiga¡± Yellen ¡ªde la que elogia su ¡°rara combinaci¨®n de profundo conocimiento con la disposici¨®n a escuchar opiniones contrarias¡±¡ª y en general a dar opiniones que suenen a valoraciones pol¨ªticas. ¡°Como responsable de la Fed, soy muy bueno no respondiendo preguntas¡±, se justifica con iron¨ªa.
¡°La crisis nos ha ense?ado que los bancos centrales tienen que actuar agresivamente"
De sus respuestas s¨ª se deduce un f¨¦rreo apoyo a la munici¨®n extraordinaria usada por los grandes bancos centrales ¡ªentre ellos, el BCE¡ª para luchar contra la crisis que comenz¨® en 2008 y una n¨ªtida preocupaci¨®n por la deriva proteccionista de la Administraci¨®n Trump y la insostenibilidad a largo plazo de las cuentas p¨²blicas estadounidenses.
Pregunta. Usted critica el alto nivel de deuda y d¨¦ficit de EE UU. ?Va a empeorar la situaci¨®n la reforma fiscal de Trump?
Respuesta. Puede contribuir de forma modesta al crecimiento, pero estoy con los expertos que miran con mucha atenci¨®n los efectos fiscales. Me preocupa que la deuda siga aumentando. No es algo nuevo. Desde que empec¨¦ mi carrera, el presupuesto federal de EE UU tiene una trayectoria insostenible. La reforma fiscal aumentar¨¢ el d¨¦ficit, pero no ser¨¢ el fin del mundo. Lo que necesitamos en la pr¨®xima d¨¦cada es un cambio profundo para hacer sostenible el presupuesto. Por ahora no lo tenemos. Los programas sociales como Medicare no podr¨¢n seguir siendo financiados si no se cambian las tasas impositivas o los beneficios sociales. Hay que aumentar ingresos o rebajar gastos. Hace falta voluntad pol¨ªtica.
P. Miembros de la Fed han mostrado su preocupaci¨®n por las medidas proteccionistas de Trump. ?Suponen un riesgo para EE UU y el mundo?
¡°Los programas sociales de EE UU necesitan cambios para ser sostenibles¡±
R. Con la globalizaci¨®n, hemos integrado nuestras econom¨ªas. No solo por el intercambio de bienes, sino por la cadena de fabricaci¨®n en varios pa¨ªses. Una guerra comercial significativa tendr¨ªa efectos econ¨®micos muy negativo. El primero ser¨ªa la destrucci¨®n de la cadena de suministros, con un aumento important¨ªsimo de los costes para los consumidores y una ca¨ªda en la productividad. Tambi¨¦n repuntar¨ªa la inflaci¨®n, que golpear¨ªa a los consumidores de bajos ingresos.
P. ?Ve este riesgo de guerra comercial?
R. Es muy pronto a¨²n para decirlo. La realidad por ahora no es tan grave como algunos titulares sugieren. Pero si el conflicto crece, habr¨¢ menos crecimiento, m¨¢s inflaci¨®n y menores niveles de vida en todo el mundo. Definitivamente, est¨¢ en mi lista de preocupaciones.
P. Pese a la mejora econ¨®mica, ni en EE UU ni en Europa los salarios no crecen como antes. ?Continuar¨¢ la p¨¦rdida de poder adquisitivo de los trabajadores?
R. Es un tema que en la Fed estudiamos con detenimiento. Hay que diferenciar una parte c¨ªclica de una a largo plazo. En la primera, los salarios en EE UU empiezan a crecer de forma gradual, al 2,5% o 3%. Aqu¨ª veo cierta mejora, y con un 4% de desempleo seguir¨¢ mejorando. Pero en la parte estructural, el problema es que el aumento de la productividad ha sido muy lento en los ¨²ltimos 15 a?os. Con un aumento de la productividad del 1% y una inflaci¨®n del 2%, el aumento de los salarios rondar¨¢ el 3%, que, en t¨¦rminos hist¨®ricos es muy bajo. Eso se debe a que tenemos baja inflaci¨®n, que es bueno, pero preocupa la baja productividad. Y en eso no creo que vaya a haber grandes cambios en el futuro. Los aumentos salariales no van a volver a los niveles de los a?os noventa.
P. La Fed acaba de subir por sexta vez los tipos de inter¨¦s y lo volver¨¢ a hacer varias veces m¨¢s. ?Han acabado los d¨ªas en los que los banqueros centrales ten¨ªan que tomar medidas extraordinarias? ?Hemos vuelto a la normalidad?
R. Retiramos los est¨ªmulos de forma gradual cuando EE UU crece, la tasa de paro est¨¢ en un 4% y nos acercamos al objetivo de inflaci¨®n del 2%. Es muy buen momento para desandar el camino de la d¨¦cada pasada. Los bancos centrales van a reducir sus balances, pero en el futuro habr¨¢ riesgos que obliguen a recurrir de nuevo a pol¨ªticas poco convencionales. No ocurrir¨¢ ahora, pero s¨ª en la pr¨®xima crisis.
P. Los m¨¢s ortodoxos alertaban de que los bajos tipos crear¨ªan inflaci¨®n y burbujas. ?Estaban equivocados?
R. Esas preocupaciones eran leg¨ªtimas. Los riesgos exist¨ªan. Pero no se han materializado. Se ha demostrado correcto que, tanto en EE UU como en Europa, la extraordinaria debilidad de la actividad justificaba estas pol¨ªticas, incluso aunque hubiera riesgos. Hemos aprendido que cuando hay una ca¨ªda de la actividad muy importante con muy baja inflaci¨®n, los bancos centrales tienen que actuar agresivamente; y adem¨¢s perseverar en esta pol¨ªtica. La evidencia ha mostrado que no se han creado burbujas.
P. ?Han salvado estas pol¨ªticas al euro?
R. Claramente, la fuerte recuperaci¨®n fue muy importante para mantener el euro unido. Hubo riesgos pol¨ªticos derivados de la econom¨ªa. Pero los retos pol¨ªticos contin¨²an.
P. El FMI alerta sobre los riesgos de mantener los tipos de inter¨¦s demasiado tiempo. ?Es una se?al hacia Mario Draghi?
R. El BCE ha abordado la situaci¨®n de una forma muy parecida a la nuestra. Hemos mostrado que la normalizaci¨®n de los tipos y la reducci¨®n del balance de los bancos centrales se puede hacer en el contexto de un fuerte crecimiento econ¨®mico. Es un ejemplo positivo para otros.
P. ?Qu¨¦ riesgos hay? Muchos expertos alertan de que es tan complejo y peligroso el c¨®mo salir de las medidas extraordinarias que la decisi¨®n de entrar en ellas.
R. Pensamos mucho en ello cuando Janet Yellen inici¨® un proceso que ha resultado muy exitoso. Nuestra experiencia deja algunas lecciones. La primera es que hay que comunicar por adelantado, de forma clara y explicando las razones. Comunicar hasta que la gente est¨¦ harta de o¨ªr tu mensaje. Y la segunda es que hay que salir de este proceso muy gradualmente, sin cambios bruscos.
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