Munici¨®n para la inquietud
El mundo debe el 225% de lo que produce, y m¨¢s de la mitad de esta deuda es privada
El abrumador endeudamiento mundial y las guerras comerciales. Estos son los dos peligros paralelos para la evoluci¨®n de la econom¨ªa mundial (que en estos momentos crece a un ritmo medio del 4%) que han sido denunciados en la asamblea de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI), celebrada la semana pasada en Washington. Ambos riesgos pueden conectarse ¨Cpor ejemplo, a trav¨¦s de la inflaci¨®n- y corregir el rumbo hacia tiempos que se cre¨ªan superados.
La deuda global del mundo ascendi¨® en 2016 (¨²ltimos datos) a 164 billones de d¨®lares, lo que equivale al 225% del Producto Interior Bruto (PIB) global. Con una peculiaridad m¨¢s: el 60% de esta deuda (el 135% del PIB) es deuda privada, y el 40% restante, p¨²blica. Adquirida mucha de ella en tiempos de tipos de inter¨¦s bajos o muy bajos, la cuesti¨®n es qu¨¦ ocurrir¨¢ si sube el precio del dinero, como parecen estar haciendo (o anunciando) los distintos bancos centrales.
El proteccionismo es el segundo gran peligro en ciernes. Ya no se trata solo de las declaraciones bravuconas y el desd¨¦n dial¨¦ctico de Donald Trump sobre los tratados de libre comercio (que no firma, como el Acuerdo Transpac¨ªfico, o que no acaba de renovar, como el que EEUU tiene con Canad¨¢ y M¨¦xico) sino de acciones concretas, como el establecimiento de aranceles al acero o al aluminio importando de China¡ y del contraataque de este pa¨ªs con medidas de rango similar.
De tal manera que ya no son medidas unilaterales de un presidente ansioso de parecer fuerte y agresivo a los ojos de la su base electoral (Stiglitz dixit) sino de una guerra comercial (y de divisas) primero limitada y poco a poco m¨¢s generalizada, entre dos superpotencias. Se activa el principio de acci¨®n-reacci¨®n de tan malos resultados en la geopol¨ªtica y en la econom¨ªa mundial, con la posibilidad de generar represalias bajo el argumento de defender los mercados nacionales ante agravios de pa¨ªses terceros (Trump ha apelado, nada menos, que a ¡°la seguridad nacional¡±: nacionalismo econ¨®mico).
Marginaci¨®n de la OMC
Otro riesgo de estas escaramuzas comerciales (m¨¢s all¨¢ de los efectos directamente econ¨®micos como encarecer el precio de los productos ¨Cinflaci¨®n- ralentizar el crecimiento econ¨®mico, o destruir m¨¢s empleo agregado que el que se crea, como se manifest¨®, sobre todo, en la Gran Depresi¨®n de los a?os treinta del siglo pasado) es la marginaci¨®n que se hace de la Organizaci¨®n Mundial de Comercio (OMC), la instituci¨®n multilateral creada hace casi un cuarto de siglo para intermediar en los problemas del comercio y tomar decisiones sobre los mismos.
Se llega entonces a lo que denuncia el economista Dani Rodrik, de la Universidad de Harvard, en su ¨²ltimo libro: como los procesos globalizadores no pueden ser gobernados de hecho por las instituciones multilaterales (que en ning¨²n momento se han fortalecido al ritmo de la propia globalizaci¨®n), ni por las nacionales (que est¨¢n debilitadas en sus funciones), surgen estos desequilibrios excesivos que ponen en riesgo el marco de referencia mismo de la globalizaci¨®n, y su legitimidad.
Ya no se tratar¨ªa s¨®lo de ¡°proteccionismo de baja intensidad¡±, como lo calific¨® Pascual Lamy cuando estaba al frente de la OMC. Son municiones, al menos para la inquietud.
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