?Puede un gigante textil no dejar huella ambiental?
Una f¨¢brica espa?ola casi centenaria produce con material reciclado y reutiliza sus recursos
?Es posible producir 75.000 metros de tela diarios y que el entorno no lo note? ?Mantener una actividad fabril casi durante una d¨¦cada y pasar de puntillas por el planeta? ¡°En ello estamos¡±, afirma prudente Vicente Mart¨ªnez, director de Textil Santanderina, un gigante del sector con sede en el municipio c¨¢ntabro de Cabez¨®n de la Sal (15.000 habitantes). ¡°Desde a?os lo contemplamos en cualquier decisi¨®n. Vamos poco a poco pero con paso seguro¡±. Fundada en 1923, la compa?¨ªa es una de las hist¨®ricas del textil en Espa?a y una de las pocas que a¨²n abarca todas las fases de la producci¨®n (hilatura, tejedur¨ªa, acabado e incluso confecci¨®n). Hoy factura m¨¢s de 200 millones de euros anuales (en todo el grupo empresarial) y surte a firmas como Inditex, C&A, Pepe Jeans, Bridgestone y Renfe. Combate su huella ambiental con dos armas: la sostenibilidad de los materiales y un proceso lo m¨¢s circular posible.
"Invertimos en esto para minimizar los consumos y las emisiones de CO2 del textil, que es una de las industrias que m¨¢s penalizan", explica Mart¨ªnez paseando por la f¨¢brica principal del grupo, situada en Cabez¨®n, una construcci¨®n rectangular de paredes blancas y aspecto marinero. Una instalaci¨®n que, detalla, funciona como "una isla casi autosuficiente": cubre la mayor parte de sus necesidades el¨¦ctricas con un generador propio, depura y devuelve a la planta municipal hasta el 85% del agua que gasta, aprovecha el calor ¨²til y reutiliza qu¨ªmicos la sosa ca¨²stica. Tambi¨¦n cuenta con sistemas que filtran lo que la chimenea expulsa al exterior y que minimizan el uso de tintes en un 30%. "Nos gusta especialmente un tratamiento que tenemos para eliminar la pelusilla que desprende la ropa en los lavados", a?ade Mart¨ªnez. "Despu¨¦s aqu¨ª usamos esa microfibra como una materia prima m¨¢s".
Cerca del 40% de la plantilla del conglomerado (unos 1.000 empleados) se dedica a la innovaci¨®n y al control de calidad. En el centro de Cabez¨®n se investigan y refinan fibras hechas con retazos y excedentes propios o con residuos pl¨¢sticos marinos, algodones org¨¢nicos y otras mezclas sint¨¦ticas para, por ejemplo, vestir a los bomberos de Barcelona y M¨²nich. Con estos materiales, entiende Mart¨ªnez, se pueden hacer prendas de igual calidad pero de un impacto ecol¨®gico evidentemente menor. "El consumidor, con el tiempo, aceptar¨¢ este tipo de tejidos", reflexiona. "Las nuevas generaciones lo traen m¨¢s interiorizado. Pero hay que cont¨¢rselo a la sociedad, a las instituciones, a los ayuntamientos".
Para que estos productos dejen de ser considerados rara avis, la f¨¢brica abre sus puertas peri¨®dicamente. Recibe visitas de escolares y habitantes de la regi¨®n que observan los entresijos del negocio textil. Ven como la fibra, antes de convertirse en tela, pasa por una especie de yincana en la que se estira, retuerce, entrelaza y alarga. Despu¨¦s, el resultado desfila: vaqueros, algodones, panas, telas ign¨ªfugas o antiradiaci¨®n. Incluso un compuesto que guarda la luz confeccionado junto a la Universidad de Cantabria.
¡°Yo siempre les digo a los colegios que vienen de visita que somos como el Carrefour: cualquier cliente puede venir y encontrar de todo¡±, compara Mart¨ªnez, que explica que las empresas verticales como la suya han ido desapareciendo, muchas de ellas borradas por la crisis que provoc¨® la liberalizaci¨®n del mercado de las fibras en 2005. Textil Santanderina cape¨® la situaci¨®n abri¨¦ndose al exterior y constituyendo f¨¢bricas en pa¨ªses como China o Banglad¨¦s. En 2016, la empresa c¨¢ntabra recibi¨® el Premio Nacional de la Moda en la categor¨ªa Industria textil de cabecera. Entre sus ¨²ltimos proyectos se cuenta la startup SeaQual, coparticipada por Ecoalf y Antex, en la que elaboran tejidos con el pl¨¢stico recogido por cofrad¨ªas de pescadores; y la producci¨®n de un ign¨ªfugo a base de grafeno de menor coste ambiental, en cuyo desarrollo colabor¨® econ¨®micamente el Ministerio de Medio Ambiente.
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