Ya es oto?o en El Corte Ingl¨¦s
El enfrentamiento entre dos ramas familiares pone en la picota el futuro de la cadena de grandes almacenes
El 14 de septiembre de 2014 fallec¨ªa en Madrid a los 79 a?os, despu¨¦s de soportar m¨¢s de dos a?os una enfermedad, Isidoro ?lvarez ?lvarez, a la saz¨®n presidente de El Corte Ingl¨¦s (ECI). Solo cinco d¨ªas antes hab¨ªa muerto Emilio Bot¨ªn, presidente del Banco Santander. En las dos entidades se abri¨® entonces el dilema de la sucesi¨®n, que pareci¨® resolverse sin problemas: en el banco tom¨® el mando Ana Patricia Bot¨ªn, hija del banquero; en la empresa el elegido fue Dimas Gimeno ?lvarez, sobrino del veterano patriarca. Todo parec¨ªa encauzado. Pero, mientras en la entidad financiera no ha habido sobresaltos, en los grandes almacenes no tardaron en producirse enfrentamientos entre Gimeno y las hijas de Isidoro, Marta y Cristina ?lvarez Guil, que en estas fechas est¨¢n en plena ebullici¨®n.
Dimas Gimeno, que en el momento de ser investido presidente ten¨ªa 40 a?os, apareci¨® como el ejecutivo llamado a romper la din¨¢mica de la casa despu¨¦s de casi 80 a?os de existencia. En su librillo aparec¨ªan tres retos: generar beneficios tras el impacto de la crisis, combinar las ventas tradicionales con las nuevas t¨¦cnicas online para luchar contra la creciente competencia, y la internacionalizaci¨®n de la empresa, principalmente en Latinoam¨¦rica. Y, como paso culminante, la salida a Bolsa, que ya ten¨ªa en mente Isidoro. Primero tuvo que abordar, en vida de su t¨ªo y como director general, el saneamiento financiero con la refinanciaci¨®n de una deuda de 3.700 millones, una emisi¨®n de bonos por 600 millones y la venta del 10% de la empresa al jeque catar¨ª Hamad bin Jassim al Thani por 1.000 millones.
Un plan que, m¨¢s o menos, hab¨ªa trazado su t¨ªo, y que implicaba el relevo generacional de la vieja guardia, formada sobre todo por Florencio Lasaga y Carlos Mart¨ªnez Echevarr¨ªa, gente coet¨¢nea y de confianza de Isidoro (e incluso del anterior presidente, Ram¨®n Areces), que se opusieron a los planes. La oposici¨®n fue a¨²n mayor de sus primas, que se hab¨ªan incorporado al m¨¢ximo ¨®rgano de administraci¨®n de la empresa, as¨ª como al patronato de la Fundaci¨®n Ram¨®n Areces, principal accionista de la firma con el 37,39% del capital. Ellas, a trav¨¦s de la sociedad patrimonial Isidoro ?lvarez SA (IASA), controlan el 22,18%, con lo que entre ambos accionistas poseen una mayor¨ªa suficiente de ECI.
Gimeno ya formaba parte del consejo de administraci¨®n de ECI y de la Fundaci¨®n desde 2009. En 2013 hab¨ªa sido nombrado consejero director general por decisi¨®n de su t¨ªo, que le hac¨ªa as¨ª su delf¨ªn. Hab¨ªa sido tutelado desde peque?o para gobernar el grupo, en el que trabaj¨® como vendedor, luego estuvo en varios departamentos y particip¨® en la apertura de los centros de Lisboa y Oporto antes de llegar a lo m¨¢s alto. Pero se encontr¨® que el testamento de su t¨ªo no dejaba claras algunas cosas, incluido su propio nombramiento, por lo que se especul¨® con la posibilidad de que fuera el expresidente de Ibercaja y de Endesa, Manuel Pizarro, al que Isidoro hab¨ªa fichado un a?o antes de su muerte, para luego dar el pase a Gimeno.
No hubo conflicto. Donde s¨ª lo hubo fue en el nombramiento de presidente de la Fundaci¨®n, lo que despu¨¦s ha sido clave en el devenir de la empresa y su actual disputa. Gimeno contaba con que se cumplir¨ªa la tradici¨®n y que, al igual que su t¨ªo y Areces, compartir¨ªa las dos presidencias, con lo que garantizaba la gobernabilidad de ECI. No fue as¨ª. Ni las hermanas ?lvarez Guil ni Lasaga y Echevarr¨ªa cedieron a sus prop¨®sitos. Solo Juan Hermoso, otro veterano que se hab¨ªa convertido en su lazarillo, le apoy¨®, adem¨¢s de su t¨ªo C¨¦sar y Jos¨¦ Antonio ?lvarez, antiguo accionista de la casa. Al final, una especie de soluci¨®n salom¨®nica llev¨® a Lasaga a la presidencia tras siete meses desierta.
En cifras
1.400. El grupo cuenta con una extensa propiedad inmobiliaria, que asciende a 1.400 establecimientos, entre ellos grandes inmuebles con mucho atractivo en el mercado.
100.000. Son los empleados que tiene la firma. Asimismo, cuenta con 30.000 proveedores.
2,4%. La actividad que aporta el grupo a la econom¨ªa espa?ola se manifiesta en 25.000 millones de euros, un 2,4% del PIB.
10.000 millones de euros. Es la valoraci¨®n de la empresa, seg¨²n la venta que se hizo al jeque catar¨ª Hamad bin Jassim al Thani. Otros expertos sit¨²an el valor en 16.000 millones.
22,18%. Es el porcentaje de IASA, controlado por las hermanas ?lvarez Guil. El 37,28% es propiedad de la Fundaci¨®n Ram¨®n Areces. El 6% de la familia Garc¨ªa Miranda y el 9% de la Corporaci¨®n Ceslar. Un 12,5%, hasta ahora en autocartera, ser¨¢ del jeque Al Thani.
Tras casi tres a?os de una traves¨ªa sin un rumbo claro, la Fundaci¨®n, de la que se supon¨ªa que iba a mantener una posici¨®n neutral, tom¨® partido por el bando de las hermanas o en contra de Gimeno, que no es exactamente lo mismo. En ese periodo, adem¨¢s, Hermoso y Leopoldo del Nogal, sus ¨²nicos apoyos en el consejo, hartos de las guerras internas y superados, decidieron retirarse. Gimeno estaba cada vez m¨¢s solo.
El estallido se produjo el pasado octubre, cuando el consejo de la empresa decidi¨® retirar los poderes ejecutivos a Gimeno, nombrando a dos consejeros delegados (V¨ªctor del Pozo y Jes¨²s Nu?o de la Rosa, hombres de la confianza de las hermanas ?lvarez Guil) dejando la presidencia como testimonial. Gimeno lo recibi¨® como una afrenta y desde entonces mantiene una actividad fren¨¦tica, inhabitual en la empresa, en las que ha anunciado planes para luchar contra competidores online como Amazon, Alibaba o la propia Inditex, y dando, adem¨¢s, un golpe de efecto ante sus enemigas al contar con la presencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Fue como echar m¨¢s le?a al fuego. La actitud de Gimeno provoc¨® una reacci¨®n airada. Entre otras cosas, que los cuatro consejeros ejecutivos de la empresa (los dos delegados y los dos veteranos) hayan pedido a Gimeno que convoque un consejo extraordinario para analizar su continuidad en el cargo. La petici¨®n se hizo a trav¨¦s del secretario, Antonio Hern¨¢ndez-Gil, pero Gimeno le exigi¨® que se la diera por escrito. Fuentes del entorno de las hermanas sostienen, por el contrario, que no es necesario que se haga por esa v¨ªa. El viernes 11 de mayo le lleg¨® el escrito, pero con una fecha equivocada y sin firmas, por lo que Gimeno volvi¨® a pedir que se hiciera correctamente. En todo caso, una vez recibida formalmente, tendr¨¢ un plazo de 30 d¨ªas para fijar el consejo. Al ser m¨¢s de un tercio de los miembros el que lo pide, estar¨¢ obligado a hacerlo. Esa cita se espera para junio, despu¨¦s del consejo ordinario que est¨¢ previsto para el 30 de mayo para ver los datos del ejercicio.
Las posibilidades de seguir de Gimeno son pocas pero va a dar la batalla, aseguran fuentes conocedoras del grupo. A ello responde su viaje a Londres para reunirse con el jeque Al Thani, que en junio pasar¨¢ a controlar el 12,5% de ECI (ahora en autocartera) como consecuencia de la conversi¨®n del pr¨¦stamo de 1.000 millones de euros que concedi¨® a la empresa en 2015. De acuerdo a esa operaci¨®n, la valoraci¨®n de la empresa es de 10.000 millones, una cantidad que una firma contratada por la Corporaci¨®n Ceslar, propietaria del 9%, elevaba a 16.000 millones.
Tambi¨¦n responde a su ¨ªmpetu guerrero la reuni¨®n que recientemente mantuvo con Lasaga, quien no oculta su malestar y, seg¨²n fuentes conocedoras, ha planteado un pacto. Para Gimeno, un cambio de actitud en la Fundaci¨®n dar¨ªa un vuelco absoluto, que no se vislumbra. Se ve abocado al consejo extraordinario y, finalmente, a la junta general de agosto, en la que la mayor¨ªa podr¨¢ desbancarle. En ese momento se plantear¨ªa su sustituto, para el que se han barajado el nombre de Pizarro y el de su prima Marta. En ese consejo tambi¨¦n terminan mandato Lasaga y Echevarr¨ªa, que pueden ser renovados y seguir en la Fundaci¨®n de forma vitalicia.
El choque que ha llevado a esta situaci¨®n tan irreconciliable radica en el reparto de la herencia, algo que Isidoro ?lvarez no supo solucionar en vida o no se preocup¨® por hacerlo. Seg¨²n un antiguo colaborador de Isidoro, nunca se le podr¨ªa haber pasado por la cabeza que sus hijas iban tener tanto protagonismo y estar¨ªan peleando por el poder. Mientras vivi¨®, estuvieron en la retaguardia, con puestos dentro de la organizaci¨®n; pero sin responsabilidad. Se las consideraba de perfil bajo, sin ¨ªnfulas.
Todo cambi¨® a partir de su entrada en puestos de responsabilidad. Isidoro las conoc¨ªa desde peque?as, desde que ennovi¨® con su madre, Mar¨ªa Jos¨¦ Guil, que se hab¨ªa quedado viuda de Alfonso Rey, conocido como Alfonso Camorra, que regentaba el m¨ªtico restaurante La Terraza del Riscal, en Madrid, un lugar que tuvo su esplendor durante el franquismo. El empresario reparti¨® su sociedad patrimonial IASA entre ellas, sus hermanos y su sobrino Dimas, de manera que las dos hermanas suman el 69% (15% de ECI) y los otros tres, el 31% (7%, del que Gimeno tiene un 2,8%). La posibilidad de separar las participaciones, venderlas u obtener dividendos acabar¨ªa con los problemas. Ello allanar¨ªa el camino a un imprevisible pacto que supondr¨ªa, adem¨¢s, que se retirasen las demandas interpuestas contra sus primas por su madre y su t¨ªo, Mar¨ªa Antonia y C¨¦sar ?lvarez.
El asunto no es balad¨ª, ya que la rama de Gimeno se enfrenta a un pago de impuestos de sucesi¨®n a la Comunidad de Madrid al no ser beneficiarios en primera l¨ªnea (es decir, padres, hijos y c¨®nyuges). Por eso, las hijas apenas tuvieron que pagar; pero s¨ª lo tienen que hacer el resto de herederos, en teor¨ªa por el 30% del valor. Eso llev¨® a negociar con la comunidad, que dio a Dimas un plazo de 10 a?os con cinco de carencia, y explica el retraso de las demandas. En el mejor de los casos tienen que pagar entre 17 y 23 millones de euros.
Esto es lo que ha derivado en las demandas de los hermanos de Isidoro contra sus sobrinas. Por un lado, reclaman la nulidad de la junta de IASA en la que se aprob¨® reducir el capital de 140 millones a 50.000 euros y de haberlo, supuestamente, desviado en beneficio propio. Adem¨¢s piden que se vuelva a la situaci¨®n inicial alegando que se hizo antes de registrarse su presencia ante notario. Por otro lado, Mar¨ªa Antonia ha interpuesto otra demanda en la que denuncia que la donaci¨®n de su hermano se redujo de los 10 millones que pon¨ªa inicialmente el testamento a cinco. En el entorno de las hermanas se asegura que Mart¨ªnez Echevarr¨ªa, al que Isidoro ?lvarez hab¨ªa confiado como albacea, aport¨® una carta del fallecido en la que reduc¨ªa la cantidad. Asimismo, las acusa de haberse autocondonado un cr¨¦dito de siete millones que hab¨ªan recibido de IASA. Todo lo tendr¨¢n que dilucidar los tribunales.
En paralelo, Gimeno logr¨® imponer que se investigara la actuaci¨®n del departamento de seguridad de ECI, que se encarg¨® a EY no sin pol¨¦mica, ya que esta empresa es la que audita a ECI y adem¨¢s es la inquilina del edificio Torre Azca, propiedad de los grandes almacenes. La investigaci¨®n parte de dos an¨®nimos remitidos a Gimeno y Lasaga en octubre de 2017 y enero de este a?o en los que se cuenta una trama societaria dirigida por Juan Carlos Fern¨¢ndez-Cernuda Hidalgo, ahora jefe de Protecci¨®n de Datos de la empresa, hombre cercano a Lasaga y en su d¨ªa guardaespaldas de Isidoro. Es posible que los resultados iniciales est¨¦n listos para el pr¨®ximo consejo.
La investigaci¨®n se centra en los contratos recibidos por las empresas Mega 2 Seguridad y Mega 2 Servicios Integrales, de las que Cernuda es propietario directamente o a trav¨¦s de personas interpuestas, entre las que aparece el excomisario Joaqu¨ªn Domingo Martorell y su madre, Clara Mar¨ªa Concepci¨®n Hidalgo Iglesias. Estas dos sociedades, que han facturado cantidades millonarias a ECI pasando de 187.000 euros a 53 millones en 10 a?os, recibieron los contratos tras el incendio del edificio Windsor, a partir del que ECI rescindi¨® el contrato con Prosegur. Esas sociedades fueron creadas ex profeso tras varios cambios accionariales quedando un 49% en manos de Martorell y un 51% en manos de Abisa, en un caso, y de Once SL, en otro, de las que la madre de Cernuda aparece como administradora ¨²nica.
Abisa y Once fueron constituidas en 1970 y 1973, respectivamente, en Barcelona, con el negocio inmobiliario como raz¨®n social. En el camino ha habido cambios societarios y de administraci¨®n, as¨ª como ampliaciones de capital. Tambi¨¦n aparecen otras firmas como Interlabora y Paneuropea Servicios Integrales, cuyo administrador ¨²nico era Pedro Mar¨ªa Chac¨®n y que fueron adquiridas por Securitas por 16,7 y 27 millones. El c¨ªrculo se cierra, seg¨²n las denuncias an¨®nimas, cuando otorgan poderes en Mega 2 Seguridad y Mega 2 Servicios Integrales a Chac¨®n, ligado a los hermanos Cernuda y beneficiario de las ventas por 44 millones. El valor son los contratos con ECI. Los an¨®nimos tambi¨¦n dicen que Cernuda es el apoderado de algunas sociedades de las hermanas ?lvarez Guil.
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