El Supremo empieza a revisar los recursos por tarjetas ¡®black¡¯

El Tribunal Supremo ha empezado a revisar este martes los recursos de casaci¨®n presentados contra la sentencia de la Audiencia Nacional que conden¨® a 65 exdirectivos y altos cargos de Caja Madrid y Bankia por el uso fraudulento de las tarjetas black, entre ellos al expresidente de la entidad financiera, Rodrigo Rato. El tribunal, formado por cinco magistrados y presidido por Miguel Colmenero mantuvo ayer la primera reuni¨®n para revisar la sentencia. La deliberaci¨®n continuar¨¢, siempre a puerta cerrada, en las pr¨®ximas semanas, seg¨²n han confirmado fuentes del alto tribunal.

Los magistrados tienen que revisar los recursos presentados contra la sentencia dictada el 23 de febrero de 2017 por la Audiencia Nacional, que consider¨® a los 65 acusados culpables del delito continuado de apropiaci¨®n indebida por gastar m¨¢s de 12,5 millones de euros entre los a?os 2003 y 2012 y utilizar las tarjetas para uso personal a sabiendas de que era una pr¨¢ctica ilegal y de que causaron un quebranto al patrimonio de la entidad financiera.

Las condenas m¨¢s elevadas recayeron en el que fuera presidente de Caja Madrid entre 1996 y 2009, el fallecido Miguel Blesa (seis a?os) y su sucesor en Bankia Rodrigo Rato (cuatro a?os y medio). Respecto a Blesa, el alto tribunal confirm¨® tras su muerte la resoluci¨®n de la Audiencia Nacional y determin¨® que, aunque la responsabilidad penal quedaba extinta tras su fallecimiento, subsist¨ªa la acci¨®n civil contra sus herederos. La tercera condena m¨¢s alta fue la del ex director general de Medios, Idelfonso S¨¢nchez Barcoj, (condenado a dos a?os y medio de c¨¢rcel), a quien se le considera colaborador y c¨®mplice de la operativa que contribuy¨® a mermar ¡°el caudal de Caja Madrid¡±. A los tres se les absolvi¨® del delito de administraci¨®n desleal del que estaban acusados.

Los restantes acusados, exconsejeros y exdirectivos de la caja, fueron condenados como colaboradores y se les impusieron penas de entre tres meses y seis a?os, seg¨²n lo gastado y si hab¨ªan devuelto o no el dinero. En total, con las tarjetas black consejeros y directivos se gastaron 9,34 millones en la etapa de Blesa y 2,69 millones en la era Rato.

En su sentencia, la Audiencia consider¨® que con las tarjetas ¡°se dilapid¨® el patrimonio¡± de la entidad y reproch¨® a los expresidentes haber antepuesto ¡°los fines personales a los intereses sociales que eran los bancarios y no otros¡±. Ambos exdirectivos expusieron en sus recursos que no exist¨ªa una prueba de cargo que acreditara su responsabilidad en el uso de este sistema de tarjetas que naci¨® bajo un acuerdo del consejo de administraci¨®n de Caja Madrid en 1988. Tambi¨¦n arremetieron contra la famosa hoja Excel que recog¨ªa todos los desgloses de los gastos tild¨¢ndola de mera "recreaci¨®n contable" que no pod¨ªa ser entendida como elemento de prueba.

La resoluci¨®n de la Audiencia explicaba c¨®mo funcion¨® la trama. Para ello, se remont¨® a mayo de 1988, cuando Jaime Terceiro, entonces al frente de Caja Madrid, propuso en una reuni¨®n de la comisi¨®n ejecutiva completar las dietas de los consejeros con una tarjeta de cr¨¦dito ¡°para dignificar las retribuciones por asistencia a reuniones¡±. Era un complemento a las escasas dietas y se ped¨ªan justificantes de los gastos. Desde entonces, a los vocales del consejo y de la Comisi¨®n de Control, se les entregada una tarjeta. En 1995, Terceiro inform¨® a los consejeros que solo pod¨ªan usarse para gastos de representaci¨®n. Entre quienes recibieron ese mensaje estaba Blesa y otros de los condenados, seg¨²n los ¡°hechos probados en la sentencia¡±.

Cuando Blesa se puso al frente, las tarjetas opacas se normalizaron para directivos y consejeros. Nadie justificaba los gastos de estas tarjetas y los mayores gastos, seg¨²n destacaba la sentencia, coincid¨ªan con las vacaciones o las fiestas. Incluso consejeros siguieron usando la visa algunos meses despu¨¦s de cesar. Los jueces de la Audiencia consideraron que todo se hizo ¡°contra el caudal de la entidad¡±, que acab¨® quebrando.