Los tesoros que borrar¨¢ el calentamiento global
La humanidad no podr¨¢ salvar todo el legado hist¨®rico del planeta amenazado por el aumento global de la temperatura
Si se pierde la memoria, la historia es un relato hueco. Apenas quedar¨¢n palabras sueltas, hilos inconexos. El cambio clim¨¢tico amenaza el patrimonio cultural del mundo. Compromete el recuerdo y su narraci¨®n. Nada parece estar a salvo. Yacimientos arqueol¨®gicos, enterramientos, pecios, ciudades, cementerios, castillos, templos. La lista de los lugares en peligro es un cat¨¢logo que exhibe la potencial destrucci¨®n cultural del planeta. Pero lo terrible es que el ser humano no podr¨¢ salvarlos a todos. Cientos, quiz¨¢ miles, se perder¨¢n. El hombre, entonces, deber¨¢ decidir qu¨¦ abandona para siempre y qu¨¦ conserva. Y solo, frente a s¨ª mismo, valorar¨¢ las consecuencias de sus actos. ¡°Cuando un emplazamiento se pierde, la memoria del lugar y de la gente que vivi¨® all¨ª empieza a desvanecerse¡±, sostiene la arque¨®loga estadounidense Sarah Miller.
La alteraci¨®n del clima tambi¨¦n afecta a los yacimientos arqueol¨®gicos submarinos
Ese fundido a negro, esa memoria vac¨ªa, los ha precipitado el calentamiento global. Quiz¨¢ el gran miedo con el que convive el planeta. Porque cada vez resulta m¨¢s frecuente y devastador. Basta con rastrillar la hemeroteca. El fuego que abras¨® parte de Europa en 2008 puso en peligro el espacio arqueol¨®gico de Olimpia (Grecia); dos a?os m¨¢s tarde, las inundaciones, de nuevo en Europa occidental, anegaron Roma y durante 2013 una racha de lluvias torrenciales destruy¨® parte del legado hist¨®rico del Estado indio de Uttarakhand. Todas estas cat¨¢strofes las acun¨® el cambio clim¨¢tico. ¡°La amenaza sobre el patrimonio del planeta es muy seria¡±, admite Peter Debrine, asesor del Programa Mundial sobre el Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. ¡°Los emplazamientos marinos y cercanos a las costas son particularmente vulnerables a la subida del nivel de los mares, la erosi¨®n y el incremento de la temperatura del agua¡±.
Templos egipcios
Pero no solo el agua hiere sino a veces, incluso, la arena mata. En Egipto, el templo de Nadura, dentro del oasis de El Kharga, se acerca cada d¨ªa m¨¢s a convertirse ¡ªde verdad¡ª en una ruina. Las elevadas temperaturas, los fuertes vientos y la abrasi¨®n han deteriorado casi la mitad de su estructura. ¡°Si la p¨¦rdida contin¨²a a este ritmo, las inscripciones, los s¨ªmbolos y los jerogl¨ªficos desaparecer¨¢n por completo en 2150¡±, advert¨ªa en una reciente conferencia Hossam Ismael, profesor de Climatolog¨ªa de la Universidad de Assiut (Egipto).
Cuando el ser humano se enemista a la vez con la temperatura, el agua y la tierra el resultado es devastador. Solo en Florida una subida del nivel del mar de dos metros ¡ªque algunos estudios pronostican dentro de uno o dos siglos¡ª afectar¨ªa a 35.000 espacios que forman parte de su patrimonio cultural y un n¨²mero similar estar¨ªa en riesgo por las tormentas marinas y los huracanes. El desglose de esa cifra muestra el calado del problema: 4.000 yacimientos arqueol¨®gicos, 800 cementerios hist¨®ricos y 30.000 estructuras y edificios. Pero si buce¨¢semos en esas aguas ver¨ªamos que la alteraci¨®n del clima tambi¨¦n afecta a otros tesoros submarinos. ¡°Mucha gente cree que porque los naufragios o los yacimientos ya est¨¢n bajo el agua nos les afectar¨¢ el calentamiento global. Pero el aumento de las temperaturas del oc¨¦ano incrementa la salinidad y la migraci¨®n de los pastos marinos que estabilizan los sitios arqueol¨®gicos¡±, describe Sarah Miller. Adem¨¢s varios naufragios ocurridos en Florida corren el riesgo de perderse. Por ejemplo, los restos de la flota que en 1559 capitane¨® Trist¨¢n de Luna en Pensacola o el barco de guerra franc¨¦s La Trinidad, hundido en 1565 en Cabo Ca?averal.
Las zonas costeras
Pero si el pasado fue una tragedia, el futuro es un asesinato. David Anderson, profesor de Antropolog¨ªa de la Universidad de Tennessee, ha publicado un ensayo que predice la desaparici¨®n de 20.000 enclaves arqueol¨®gicos en nueve Estados del sudoeste de Estados Unidos. Solo es una espera de tiempo y espacio. Suceder¨¢ en lo que resta de siglo y con una subida ¨²nicamente de un metro del nivel del mar. Trasladadas estas estimaciones a escala global se revela la magnitud del destrozo. ¡°Si las proyecciones son correctas, podemos perder en los pr¨®ximos a?os gran parte del registro arqueol¨®gico e hist¨®rico de la vida humana en las zonas costeras y habr¨¢, claro, que realojar a un gran n¨²mero de personas que viven esas ¨¢reas¡±, prev¨¦ David Anderson. Esto afectar¨¢ tanto a los vivos como a los muertos. Unos 7.000 cementerios de 15 Estados podr¨ªan verse anegados por esas aguas crecientes.
El paisaje es una bruma y esa oscuridad se extiende desde Europa a Mongolia. ¡°En el Viejo Continente, el patrimonio m¨¢s afectado por episodios de intensas lluvias son los edificios hist¨®ricos de madera que forman parte de la esencia de la arquitectura escandinava, Centroeuropa y de Europa del Este¡±, valora May Cassar, profesora de patrimonio y sostenibilidad en el University College de Londres. Lejos de Europa, en las tierras una vez conquistadas por Gengis Kan, el cambio clim¨¢tico se ha unido al expolio para amenazar la identidad de Mongolia. El empeoramiento de las condiciones clim¨¢ticas ha arrinconado a las poblaciones n¨®madas. Mermados sus recursos ancestrales muchos recurren al pillaje de los miles de antiguos enterramientos que se dispersan por su estepa. Son simples c¨ªrculos de piedra que, casi siempre, contienen cuerpos humanos y huesos de animales. Pero otros, los menos, esconden joyas, gemas y oro.
Nadie est¨¢ a salvo ni de la rapi?a ni del cambio clim¨¢tico. En la isla de Pascua (Chile) sus milenarios mo¨¢is (1500-1250 a. C.) empiezan a claudicar debido a la erosi¨®n costera y las inundaciones, la Estatua de la Libertad (Nueva York) ha visto su piel de cobre azotada bajo el hurac¨¢n Sandy y Venecia lleva a?os enclaustrada entre el agobio de los turistas y el fen¨®meno de la acqua alta. ?Y qu¨¦ ser¨¢ de Espa?a? ¡°Su vulnerabilidad vive unida a la falta de precipitaciones y la desertificaci¨®n¡±, alerta Peter Debrine. Se ha sentido en Do?ana y las Tablas de Daimiel; se ha sentido sobre la fragilidad que ha creado la irresponsabilidad del hombre.
Los topos ponen en peligro Stonehenge
Los topos y los conejos se han convertido en el principal enemigo de Stonehenge, el famoso monumento neol¨ªtico de Reino Unido. El incremento de la temperatura en invierno ha atra¨ªdo a esos animales, y su compulsi¨®n por horadar galer¨ªas amenaza la estabilidad de la estructura. No es una an¨¦cdota sino una luz roja. El organismo p¨²blico Historic Environment Scotland (HES), que supervisa los 340 castillos, abad¨ªas, ruinas y yacimientos neol¨ªticos m¨¢s importantes de Escocia, ha identificado 28 espacios de tal fragilidad que est¨¢n ¡°sufriendo un nivel de riesgo inaceptable¡±. Una preocupaci¨®n que se queda a vivir en esas tierras. ¡°En Reino Unido, el cambio clim¨¢tico ya afecta a edificios, enterramientos arqueol¨®gicos y el entorno medio ambiental que trazan parques y jardines de relevancia hist¨®rica¡±, relata Tony Weighell, asesor en estos temas del Gobierno brit¨¢nico. Esta naturaleza amenazada es la misma que los pa¨ªses en su d¨ªa se comprometieron a proteger. ¡°El hecho de que estos lugares excepcionales se vean cada vez m¨¢s afectados por el cambio clim¨¢tico no solo indica la gravedad del problema, sino tambi¨¦n lo que est¨¢ en juego si los Gobiernos no toman medidas a nivel mundial¡±, alerta Peter Shadie, asesor del programa Patrimonio Mundial de la Uni¨®n Internacional para la Conservaci¨®n de la Naturaleza (UICN). La cultura y le memoria se quejan, el ser humano las ignora.
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