Las aerol¨ªneas avisan de que el verano puede ser ca¨®tico en Europa por las huelgas en Francia
La asociaci¨®n Airlines for Europe advierte de las consecuencias para toda Europa en el sector tur¨ªstico tras 5.000 cancelaciones este a?o
Se avecina un verano de turbulencias para el tr¨¢fico a¨¦reo en el cielo europeo. Las huelgas de controladores, fundamentalmente en Francia, han penalizado la fluidez de los vuelos durante la primavera y anticipan una temporada alta ca¨®tica y enredada por culpa de las demoras y las anulaciones. Lo dice Airlines for Europe (A4E), la mayor asociaci¨®n de aerol¨ªneas de Europa y de la que forman parte compa?¨ªas como Air France-KLM, EasyJet, Lufthansa, Norwegian, Ryanair o el grupo IAG. La entidad denuncia que en lo que va de a?o los paros de controladores han provocado "5.000 cancelaciones de vuelos y miles de retrasos". Seg¨²n la misma fuente, el impacto para la econom¨ªa europea es millonario. Y Espa?a se lleva la peor parte del da?o.
Willie Walsh, consejero delegado del grupo IAG (que integra a British Airways, Iberia, Vueling y Level) compareci¨® este mi¨¦rcoles en Bruselas junto a Michael O'Leary, consejero delegado de Ryanair. "Las huelgas de controladores est¨¢n destruyendo el tr¨¢fico a¨¦reo", coincidieron con rotundidad. Airlines for Europe puso de relieve que este a?o las aerol¨ªneas de la asociaci¨®n han salido muy perjudicadas por los paros de los controladores franceses. Las incidencias han afectado a m¨¢s de 750.000 pasajeros y, seg¨²n los c¨¢lculos de O'Leary, a finales de verano la cifra puede alcanzar los dos millones.
Son los controladores que operan desde Marsella quienes m¨¢s beligerantes se muestran con las reivindicaciones y, atendiendo a que el espacio a¨¦reo que dominan linda con Barcelona, los vuelos que llegan o salen de El Prat sufren el mayor perjuicio. No hay soluci¨®n a corto plazo y, a medida que avance el verano, "va ir a peor", coincidieron en pronosticar los m¨¢ximos responsables de IAG y Ryanair. "Lo lamentamos pero no es un error nuestro, culpen a los franceses", apunt¨® O'Leary cuando fue requerido por las explicaciones que ofrece la compa?¨ªa a los pasajeros que viajen desde Barcelona y que se puedan ver afectados por impuntualidades y cancelaciones.
El Prat es la base de Vueling y, seg¨²n Willie Walsh, la compa?¨ªa padece como nadie la alteraci¨®n del tr¨¢fico que causa el plant¨®n de los controladores marselleses. Walsh asegura que el 50% de los vuelos de Vueling quedan damnificados. Las restricciones a la hora de sobrevolar el espacio a¨¦reo que dominan los controladores de Marsella causa un mal¨¦fico efecto domin¨®. Desv¨ªo de rutas, m¨¢s congesti¨®n en las zonas vecinas, m¨¢s trabajo para las torres de control que no hacen huelga y, en el mejor de los casos, desajustes horarios, cuando no son directamente anulaciones.
Para ilustrar el desbarajuste, Airlines for Europe puso algunos ejemplos de las maniobras que tienen que hacer los aviones para evitar sobrevolar el espacio de conflicto. Es decir, un viaje entre Verona e Ibiza, que normalmente no supera la hora y cincuenta minutos, se alarga media hora, y gasta un 27% m¨¢s de carburante, por el rodeo que hay que dar para no cruzar cielo marsell¨¦s. En el caso de un viaje entre Newcastle y Alicante la demora horaria es de tres horas y media. El da?o econ¨®mico es may¨²sculo, abundan las compa?¨ªas, pero afecta "especialmente" al sector tur¨ªstico espa?ol, en tanto que son los vuelos a Barcelona y Baleares los que lo padecen de forma m¨¢s directa.
Un dardo para la Comisi¨®n Europea
"El derecho a la huelga debe quedar equilibrado con el deber de prestar un servicio p¨²blico", apunt¨® Walsh, visiblemente molesto con lo que tilda de "inactividad" de la Comisi¨®n Europea. "Necesitamos acci¨®n, ahora", insisti¨® el jefe del grupo IAG. La propuesta de las compa?¨ªas pasa por participar directamente en la regulaci¨®n del tr¨¢fico que sobrevuela espacio franc¨¦s. Se defiende la pertinencia de una intervenci¨®n directa por parte de Eurocontrol, la Organizaci¨®n Europea para la Seguridad de la Navegaci¨®n A¨¦rea, en la supervisi¨®n de los vuelos que transiten por encima de los 30.000 pies.
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