Libertad condicional para Grecia
Atenas recuperar¨¢ su autonom¨ªa el 20 de agosto con una deuda del 178% del PIB, ?no es esto una patada hacia adelante?
En la misma semana en que Merkel y Macron han pactado la primera reforma para la zona euro, el Eurogrupo ultima los tr¨¢mites para que Grecia recupere en dos meses su soberan¨ªa, secuestrada ocho a?os por los hombres de negro enviados por los acreedores y prestamistas. Dos buenas noticias que, sin embargo, traen a primer plano un oscuro periodo en Europa. Ese en el que Bruselas impuso a las v¨ªctimas m¨¢s d¨¦biles de la crisis una austeridad que, de rebote, origin¨® la mayor oleada de desafecci¨®n hacia la UE.
Grecia ha sido el s¨ªmbolo de ese perverso fen¨®meno. Cierto que no estaba preparada para entrar en el euro, que falsific¨® sus estad¨ªsticas y que su ineficaz administraci¨®n inclu¨ªa una p¨¦sima y tramposa recaudaci¨®n fiscal. Y cierto tambi¨¦n que su econom¨ªa, que ya creci¨® al 1,4%, en 2017, subsiste gracias a la UE y a la moneda ¨²nica. Pero el precio y la humillaci¨®n han sido enormes.
A cambio de recibir 300.000 millones ¡ªen parte para devolver dinero a los acreedores alemanes¡ª, los prestamistas han impuesto a Atenas 11 paquetes de reformas, o sea, de recortes. Los ¨²ltimos, a cuenta de los miles de millones finales que el Eurogrupo analizaba ayer en Luxemburgo, incluyen los en¨¦simos tijeretazos en sanidad y pensiones. A estas alturas, nadie defiende eso que se llam¨® austericidio. Ni siquiera la canciller Merkel, la gran defensora de la perniciosa f¨®rmula que dispar¨® en Grecia el paro juvenil al 45%, hundi¨® un 30% los salarios y redujo a la mitad el poder adquisitivo de los pensionistas.
Lo que ocurre estos d¨ªas confirma de nuevo el error. Aunque bajo vigilancia para que cumpla las reformas aprobadas estos a?os, Atenas recuperar¨¢ su libertad el 20 de agosto con una deuda que supera el 178% de su PIB. Nadie cree que pueda devolverla. Tampoco el Eurogrupo ni el FMI, que han estudiado f¨®rmulas para que esa devoluci¨®n empiece a materializarse quiz¨¢s dentro de medio siglo. ?No es esto solo una patada hacia adelante?
Lo que ha pasado en Grecia ¡ªy en menor grado en Portugal, Espa?a o Irlanda¡ª demuestra tambi¨¦n que la falta de solidaridad es la gran bomba de relojer¨ªa contra el proyecto europeo. Con Atenas a merced de los mercados, Berl¨ªn plante¨® su expulsi¨®n del euro y provoc¨® un brote de eurofobia sin precedentes. Pese al aviso, Europa tropieza hoy en la misma piedra de la insolidaridad, encarnada en la p¨¦sima gesti¨®n de los inmigrantes.
Los europe¨ªstas debieran estar celebrando hoy la inmediata restauraci¨®n de la soberan¨ªa griega (que simboliza tambi¨¦n el fin de la crisis del euro que arranc¨® en 2008) y el pacto Merkel-Macron para aliviar similares tsunamis financieros. No lo hacen porque esa falta de solidaridad cubre el horizonte de sombr¨ªos presagios. Ni siquiera los griegos parecen entusiasmarse. No est¨¢n para muchos festejos. Los hombres de negro les han dejado con poco dinero y demasiadas deudas.
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