Obama ataca a Trump por su desinter¨¦s en la ciencia y el cambio clim¨¢tico
El anterior presidente de EE UU alerta desde Madrid contra los l¨ªderes que avanzan ¡°hacia formas de Gobierno m¨¢s autoritarias¡±
Ni en una ocasi¨®n pronunci¨® el nombre de Donald Trump. Pero la sombra del actual presidente estadounidense plane¨® ayer durante toda la intervenci¨®n madrile?a del anterior inquilino de la Casa Blanca. Barack Obama, presidente n¨²mero 44 de EE UU, arremeti¨® contra los l¨ªderes que se apoyan en ¡°los miedos y resentimientos¡± que la revoluci¨®n digital genera en la sociedad, en lugar impulsar la cooperaci¨®n y soluciones pr¨¢cticas. ¡°Son un gran peligro¡±, alert¨®, en un mensaje teledirigido a su antecesor, del que critic¨® su desinter¨¦s por el cambio clim¨¢tico y la ciencia.
Obama insisti¨® en la importancia de luchar contra el cambio clim¨¢tico, y critic¨® ¡°el escaso inter¨¦s¡± de la Administraci¨®n Trump por abordar uno de los grandes retos que afronta el mundo. Pero, en un esfuerzo por buscar la cara positiva, Obama habl¨® de c¨®mo las empresas han acelerado el camino para incorporar las tecnolog¨ªas verdes y reducir las emisiones de gases. Tambi¨¦n acuso a su sucesor de haber reducido el gasto en ciencia, justo lo contrario de lo que ¨¦l hab¨ªa hecho en su paso por la Casa Blanca. ¡°Estamos cometiendo un gran error¡±, dijo.
Obama es un reconocido optimista. Desde Madrid ¡ªdonde participaba en la Cumbre de Innovaci¨®n Tecnol¨®gica y Econom¨ªa Circular, en la que se encontraron premios Nobel, ministras, alcaldesas y el presidente electo de Colombia, Iv¨¢n Duque¡ª volvi¨® a usar su palabra-fetiche ¡°hope¡± (esperanza), que en 2008 le llev¨® a la cima del poder de la mayor potencia mundial. El primer presidente negro de EE UU dijo que, pese a las dificultades actuales, si tuviera que elegir un momento hist¨®rico para nacer, se quedar¨ªa con el d¨ªa de hoy: es donde contar¨ªa con m¨¢s posibilidades de tener una vida con salud, educaci¨®n y seguridad. Pese a ello, los retos a los que se enfrenta las democracias occidentales son muchos. Y Obama cit¨® dos que le preocupan especialmente.
El primero es el surgimiento de realidades alternativas. Antes, dijo el expresidente, se pod¨ªa estar en desacuerdo sobre las recetas para resolver los problemas, pero no sobre los hechos b¨¢sicos. ¡°Hoy vemos que no nos ponemos de acuerdo sobre la misma realidad¡±, resumi¨®. Obama dice poder comprender, aunque no comparta, que haya gente que opine que es mejor no hacer nada contra el cambio clim¨¢tico. ¡°Pero si alguien me dice que el cambio clim¨¢tico lo inventaron los progresistas para destruir Am¨¦rica, entonces ya no s¨¦ qu¨¦ decirte¡±, a?adi¨® despertando una carcajada del p¨²blico que abarrotaba el auditorio. Y este problema de falsedades vendidas como realidades ¡°va a m¨¢s y ha sido explotado por fuerzas pol¨ªticas internacionales para amplificar las diferencias¡±, alert¨®.
La segunda gran preocupaci¨®n de Obama se centra en aquellos pol¨ªticos que no tratan de unir a la gente, sino de dividirla y explotar esas diferencias. ¡°Es en esos casos cuando la democracia comienza a romperse. Cuando la confianza se sustituye por miedo¡±, a?adi¨®. Ambos mensajes parec¨ªan dirigidos a Trump. ¡°Este es el momento de prestar atenci¨®n y no permitir avanzar hacia formas de Gobierno m¨¢s autoritarias¡±, zanj¨®.
El hombre que lider¨® EE UU entre 2008 y 2016 mostr¨® su sorpresa por la velocidad de la revoluci¨®n digital que vive la econom¨ªa mundial, equiparable en su capacidad de cambio a la Revoluci¨®n Industrial. Pero mientras esta se gest¨® a lo largo de dos siglos, la actual ha sucedido en solo 10 o 20 a?os. ¡°La econom¨ªa cambia muy r¨¢pidamente. Y no creo que la mayor parte de los Gobiernos est¨¦n listos ya¡±, concluy¨®.
El antiguo presidente dem¨®crata se refiri¨® a aquellos que le hab¨ªan criticado por una gesti¨®n no lo suficiente apasionada; aquellos que le achacan haber dejado las cosas a medias. ¡°Hay gente en EE UU que me dec¨ªa que era demasiado racional, demasiado l¨®gico. Quer¨ªan que estuviera m¨¢s enfadado sobre ciertas cosas. Pero la verdad es que soy una persona que cree que el progreso humano est¨¢ dirigido por la racionalidad¡±, dijo. Es aqu¨ª donde volvi¨® a salir el Obama optimista. Aquel que conf¨ªa en que, pese a las zozobras de tiempos convulsos, acabe triunfando la raz¨®n frente al miedo y al resentimiento.
Viaje expr¨¦s el d¨ªa de la guerra comercial
Obama, un presidente que invirti¨® gran parte de su capital pol¨ªtico en la negociaci¨®n de supertratados comerciales, lleg¨® a Espa?a justo el d¨ªa en el que la guerra comercial desatada por su sucesor, Donald Trump, estall¨® con toda virulencia. Pocas horas antes de hablar en Madrid entraba en vigor una nueva ronda de aranceles sobre productos chinos. Obama, que en su ¨¦poca como presidente repet¨ªa la idea de que los que pa¨ªses que se alejaran de la globalizaci¨®n acabar¨ªan pagando por sus errores, no mencion¨® el viernes el conflicto arancelario.
La visita a Madrid fue expr¨¦s. Adem¨¢s de hablar en el foro, visit¨® con su familia el Museo del Prado y se vio durante 15 minutos con el presidente Pedro S¨¢nchez. Fue, en palabras de la ministra portavoz, Isabel Cela¨¢, una ¡°reuni¨®n cordial¡±, ¡°breve, pero interesante¡±, cuyo contenido no trascendi¨®. Luego, vol¨® a Oporto, donde ten¨ªa otro acto. Desde Portugal volver¨¢ a Espa?a, donde continuar¨¢ con sus vacaciones.
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