Los diputados, indignados por el veto del BCE a que declare un inspector clave en la ca¨ªda del Popular
Ignacio Pardo apenas aporta datos sobre el papel de la supervisi¨®n a lo largo de la crisis de la entidad liquidada
La relaci¨®n de la Comisi¨®n de investigaci¨®n de la crisis financiera del Congreso con las instituciones europeas va de mal en peor. Tras las agrias quejas de los diputados por las evasivas de Elke K?nig, presidenta de la Junta ?nica de Resoluci¨®n (JUR) ante esta Comisi¨®n hace meses, y las negativas de ese organismo a facilitar datos sobre el Popular, este martes ha llegado el veto a las declaraciones de un inspector clave por parte del Banco Central Europeo (BCE).?
Las expectativas sobre las explicaciones de Ignacio Pardo Cuerdo eran muy elevadas. Estuvo dos a?os y medio en el equipo de seguimiento del Popular, desde el final de 2008 al principio de 2011, bajo el mandato del Banco de Espa?a y desde noviembre de 2014 a febrero de 2017 siguiendo el Popular desde el Mecanismo ?nico de Supervisi¨®n del BCE. El supervisor espa?ol le liber¨® de todas las restricciones para que explicase su actuaci¨®n, pero el BCE le prohibi¨® hablar de su papel. El resultado de esta coacci¨®n fue una declaraci¨®n insulsa que provoc¨® que todos los partidos se quejaran por su falta de colaboraci¨®n con la Comisi¨®n. El BCE pidi¨® que se enviaran las preguntas por escrito para que el organismo las respondiera.
La presidenta de la comisi¨®n, la diputada de Coalici¨®n Canaria, Ana Oramas, ha explicado que el Banco Central Europeo comunic¨® que "en l¨ªnea tambi¨¦n de otras autoridades europeas, no autoriza al se?or Pardo a efectuar declaraciones respecto de su trabajo en dicho organismo". Oramas expres¨® su deseo de que la propia C¨¢mara pueda instar a las instituciones comunitarias a colaborar con los parlamentos de los Estados miembros durante las conclusiones que redacte, una vez finalice la comisi¨®n sus trabajos.
Momentos de tensi¨®n
La comparecencia de Ignacio Pardo vivi¨® momentos de tensi¨®n despu¨¦s de que Alberto Montero, de Unidos Podemos, y Joan Capdevila, de Esquerra Republicana, sugirieran que el inspector se estaba ganando alg¨²n ascenso en el BCE con sus declaraciones vac¨ªas. "Es usted un perfecto bur¨®crata europeo", le espet¨® Capdevila. Pardo respondi¨® que no iba a hacer ning¨²n comentario sobre estas insinuaciones.
El otro momento de tirantez lleg¨® cuando Pardo dijo que no era relevante ofrecer los nombres de los responsables de la supervisi¨®n del Popular, entre ellos el del jefe que le apart¨® del equipo que segu¨ªa al banco. Oramas le interrumpi¨® con firmeza para recordarle que estaba liberado de restricciones y que si los diputados le ped¨ªan estos nombres deb¨ªa darlos "porque esto es una Comisi¨®n de investigaci¨®n". Pardo ofreci¨® los nombres requeridos y a?adi¨® que dej¨® de inspeccionar el Popular porque su jefe fue trasladado a otra entidad y le pidi¨® que le acompa?ara. ¡°No tuve desavenencias con los informes sobre el Popular¡±, afirm¨® Pardo.
En cuanto a las cuestiones sobre las que declar¨®, Pardo explic¨® que el problema del Popular se gest¨® entre 2000 y 2007, cuando el riesgo inmobiliario de la banca se multiplic¨® por nueve "y el Popular lleg¨® a tener el 36% de su balance en el sector promotor y constructor. Se le dijo que lo rebajara y lo redujo al 25%, pero el problema ya no pod¨ªa desaparecer. Lo intent¨®, pero era demasiado tarde", aclar¨®.
De forma velada, el inspector explic¨® por qu¨¦ fue tan atractivo el ladrillo para el Popular. Al final del atrac¨®n, en 2007, record¨® que el Popular registr¨® su m¨¢xima capitalizaci¨®n burs¨¢til, de m¨¢s de 19.000 millones, adem¨¢s de sus mayores beneficios y dividendos, ya que reparti¨® entre sus accionistas unos 600 millones de euros. Pero, a cambio, se convirti¨® en un banco con problemas estructurales, "por su elevado volumen de activos problem¨¢ticos, bajos niveles de cobertura y de rentabilidad, que pon¨ªa en peligro su solvencia futura".
Respecto a si muri¨® el Popular por un problema de liquidez o de solvencia, dio a entender que sufri¨® ambos males. Antes de caer provision¨® 31.000 millones "y luego el Santander tuvo que inyectarle 13.000 millones m¨¢s. Est¨¢ claro que su solvencia no era la correcta".
Sobre la detecci¨®n de los problemas del Popular, el inspector afirm¨® que desde 2009 ya registraron que necesitaba m¨¢s provisiones pero que este asunto lo elevaron al director general porque no era su funci¨®n exigir las dotaciones.
Sobre el problema de liquidez, preguntado por si fue por las declaraciones de K?nig o de?su expresidente, Emilio Saracho, pareci¨® atribuirlo indirectamente a este ¨²ltimo al responsabilizarle de la pol¨ªtica de comunicaci¨®n del Popular, aunque no lleg¨® a citarle. "Desde abril y durante meses se produjeron constantes noticias negativas, por lo que la desconfianza se fue elevando; este es un tema clave en la banca y eso llev¨® a la retirada masiva de dep¨®sitos. Creo que la pol¨ªtica comunicaci¨®n de una entidad es crucial y si la informaci¨®n no se ajusta a la realidad se trasmite con rapidez la desconfianza y afecta a los depositantes..."
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