Medicina de precisi¨®n en la ¡®nube¡¯
Kanteron, fundada en 2005, se ha convertido en una de las ¡®start-ups¡¯ de medicina por Internet m¨¢s valoradas
La valenciana Kanteron, fundada en 2005, es una de las start-ups del sector de la medicina con mayor valor y proyecci¨®n. Casi desconocida hasta hace un lustro, Kanteron, que se define como una empresa de tecnolog¨ªa sanitario-inform¨¢tica biom¨¦dica que ayuda a los sistemas de salud a gestionar los datos de imagen m¨¦dica y gen¨®mica para aplicar la medicina de precisi¨®n en el punto de atenci¨®n al paciente, est¨¢ ya presente en 500 instalaciones m¨¦dicas de 15 pa¨ªses del mundo. Entre los clientes de la compa?¨ªa destacan el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS), MD Anderson en EE UU, ISSSTE en M¨¦xico o EsSalud en Per¨², este con 200 hospitales. Del resultado de explotaci¨®n solo es posible conocer el que la empresa declara en Espa?a (737.317 euros en 2016), ya que se niega a dar datos de sus operaciones exteriores, donde factura el 99% de sus ingresos.
¡°Esperamos estar en cerca de 60 pa¨ªses antes de fin de a?o¡±, explica su fundador, Jorge Cortell. Mientras que los actuales clientes est¨¢n b¨¢sicamente en Am¨¦rica, ¡°los nuevos vendr¨¢n de Asia-Pac¨ªfico¡±, aclara. Lo novedoso de su propuesta tecnol¨®gica le ha permitido firmar alianzas con tres gigantes tecnol¨®gicos, Microsoft, Google e IBM, toda una baza excepcional a la hora de conseguir clientes. Tambi¨¦n ha obtenido premios internacionales, un total de 37 desde 2010. El a?o pasado Kanteron fue seleccionada por Pharma Tech Outlook Magazine como ¡°uno de los 10 mejores suministradores de soluciones gen¨®micas¡±. Este a?o recibi¨® el premio de ¡°compa?¨ªa biom¨¦dico-inform¨¢tica del a?o¡± de GameChangers.
A la espera de un nuevo due?o
El fundador de Kanteron, Jorge Cortell, est¨¢ convencido de que le resultar¨¢ imposible crecer solo. Necesita un socio. ¡°Vamos a cambiar de empresa internacional a global. Este a?o estaremos presentes en m¨¢s de 50 pa¨ªses y eso exige recursos ya que, hacerlo de golpe en un sector en el que el ciclo de caja supera un a?o, provoca un desfase entre las inversiones necesarias y el dinero que entra¡±, explica. La compa?¨ªa, que hasta ahora se ha autofinanciado con las ventas, necesita llevar a cabo una ampliaci¨®n de capital bastante fuerte. Cortell, ¨²nico accionista de la empresa, est¨¢ dudando si llevar a cabo una ronda de financiaci¨®n entre inversores o dar entrada a un socio ¡ªuna multinacional¡ª que se haga con el control de la compa?¨ªa. Y esta parece la opci¨®n m¨¢s probable. ¡°Ya estamos en conversaciones con dos o tres posibles candidatos¡±, explica Cortell, que reside en Londres. Al menos ser¨¢ la oportunidad de comprobar si Kanteron vale esos mil millones a los que ha sido tasada.
Las expectativas de la empresa la han situado en el blanco de los cazadores de start-ups. Ha recibido varias tasaciones, una de la Comisi¨®n Europea y otra de una consultora, que sit¨²an su valoraci¨®n te¨®rica (sin refrendar por un inversor real) en m¨¢s de 1.000 millones de euros. Desde su creaci¨®n nada hac¨ªa preveer que pudiera llegar a estas cotas. Entre 2005 y 2010 Kanteron era una micropyme dedicada a la transmisi¨®n de im¨¢genes radiol¨®gicas. Todo cambi¨® el d¨ªa en que Cortell, un jugador profesional de baloncesto que se pas¨® a la inform¨¢tica y a las im¨¢genes m¨¦dicas despu¨¦s de romperse las rodillas, conoci¨® a su actual esposa, que padec¨ªa c¨¢ncer, y se dio cuenta de que los hospitales no estaban utilizando toda la tecnolog¨ªa disponible para acceder a los datos y hacer diagn¨®sticos y tratamientos m¨¢s precisos.
Sistema integrado
A partir de ah¨ª, contrat¨® un equipo de investigadores, y cambi¨® la actividad de la compa?¨ªa. Dej¨® el negocio de la imagen radiol¨®gica y empez¨® a preparar todo un conjunto de soluciones de e-health que fue introduciendo en el mercado. Lo primero que hizo fue idear un sistema de integraci¨®n, que permitiera a los m¨¦dicos acceder a toda la informaci¨®n del paciente (im¨¢genes, historiales¡) sin tener que adaptar o cambiar sus propios sistemas inform¨¢ticos. El modelo funciona a trav¨¦s de una plataforma, en la nube y con software libre (para que las instituciones puedan reprogramar lo que deseen). Los clientes pagan por el sistema de suscripci¨®n o uso. ¡°Conseguimos que un m¨¦dico escanee una imagen de patolog¨ªa digital, que puede pesar 14 gigas, y se convierta en est¨¢ndar similar al de una imagen de radiolog¨ªa, que se puede consultar incluso con el m¨®vil¡±, dice.
Sobre ese sistema, Cortell fue a?adiendo herramientas, entre otras la posibilidad de obtener y monitorizar la informaci¨®n gen¨®mica de un paciente (secuencia) para que el m¨¦dico pueda obtener toda la informaci¨®n necesaria y personalizada y elegir los medicamentos que mejor se adaptan a ¨¦ste, lo que se conoce como medicina de precisi¨®n. ¡°Esto antes era inviable debido al volumen de datos que hab¨ªa que manejar y la velocidad¡±, explica. El avance en este punto ha sido enorme, ya que ¡°todos reaccionamos de forma distinta a un mismo medicamento. Antes, el m¨¦dico ten¨ªa que probar con uno u otro: ahora puede ir a tiro hecho¡±, a?ade.
El apoyo de los grandes de Silicon Valley, que est¨¢n tratando de entrar en el negocio sanitario por Internet, ha ayudado a Cortell en el negocio. Aun cuando cada una de estas alianzas es diferente, ¡°todas nos aportan credibilidad de cara a los clientes, ya que nos ven en sus eventos, vamos juntos a plantear nuestras propuestas y nos dan acceso a sus equipos de desarrollo de alta tecnolog¨ªa. Sin ellos poco podr¨ªamos avanzar¡±, explica Cortell, que cuenta, por ejemplo, que con IBM hay una alianza cl¨¢sica de ventas. La multinacional, por ejemplo, hizo un estudio para el servicio de salud brit¨¢nico en el que aseguraba que, con la tecnolog¨ªa de Kanteron pod¨ªan ahorrar 2.000 millones de libras. Con Microsoft y Google, en cambio, cooperan en el desarrollo de las herramientas.
?Pero c¨®mo ha logrado una peque?a empresa con solo 30 empleados en sus sedes de Valencia y Madrid y en las delegaciones de Londres, EE UU y Latinoam¨¦rica aportar soluciones que las grandes como General Electric o Philips no ofrecieron? ¡°Pues porque muchas de las grandes compa?¨ªas de equipos de medicina sufren obst¨¢culos para llevar innovaciones al mercado, tales como estructuras de ventas por divisiones, con vendedores especializados, que tratan con clientes espec¨ªficos y guardan su territorio¡±, opina Cortell. Otras veces esas marcas, asociadas con un producto o segmento de mercado, evitan presentar innovaciones que lleven el cliente a pensar ¡°que est¨¢n perdiendo el foco¡±.
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