La guerra comercial marca la agenda de los ministros de Finanzas del G-20 reunidos en Buenos Aires

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La salud del comercio mundial ha empeorado desde marzo pasado, cuando se realiz¨® la primera cumbre del a?o de ministros de Econom¨ªa y Finanzas del G-20. Aquella cita fue tambi¨¦n en Buenos Aires y EEUU se encontraba en plena escalada verbal contra China y la UE. Desde hace 10 d¨ªas, las amenazas comerciales son hechos y los da?os se cuentan en miles de millones de d¨®lares, en un fuego cruzado de aranceles que amenaza con afectar el crecimiento mundial, como ya advirti¨® el Fondo Monetario Internacional (FMI). Mientras las econom¨ªas m¨¢s grandes intercambian medidas punitivas, los pa¨ªses emergentes que integran el G20 intentar¨¢n defender este s¨¢bado la apertura de los mercados y el multilateralismo como como ¨²nicas soluciones posibles a la guerra comercial.

El secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, ser¨¢ en Buenos Aires la cara del gobierno de Donald Trump, enfrascado en golpear a China donde m¨¢s duele. En la cumbre de marzo, EE UU se qued¨® muy solo en su apuesta por las barreras comerciales, pero Mnuchin se despidi¨® con un mensaje contundente: ¡°Tenemos que estar preparados para actuar, para defender los intereses de EE UU y el comercio libre y justo. Como ha dicho el presidente, no tenemos miedo a una guerra comercial dado el tama?o de nuestro pa¨ªs y de nuestra econom¨ªa y el hecho de que tenemos un gran d¨¦ficit comercial", dijo en aquella ocasi¨®n. De poco sirvi¨® la unidad que mostraron los dem¨¢s pa¨ªses en contra de las barreras comerciales. El secretario del Tesoro pate¨® en marzo el tablero de la multilateralidad y el encuentro en Buenos Aires deber¨¢ ahora administrar las consecuencias de aquello.

Washington aplica desde hace casi dos semanas aranceles de 25% sobre 34.000 millones de d¨®lares de productos que China vende a EEUU. Los aranceles se concentraron sobre todo en acero y aluminio, una decisi¨®n que tambi¨¦n golpe¨® a la Uni¨®n Europea, Canad¨¢ y M¨¦xico, que respondieron con aranceles de entre 10% y 25% a las compras que realiza a EEUU.

El FMI advirti¨® el mi¨¦rcoles, en un art¨ªculo firmado por su directora, Christine Lagarde, que si bien el crecimiento de la econom¨ªa mundial seguir¨¢ s¨®lido, en torno al 3,9% en 2019, habr¨¢ una desaceleraci¨®n en la zona euro, Jap¨®n y Reino Unido. Los mercados emergentes sentir¨¢n a¨²n m¨¢s el golpe, debido a la fuga de capitales hacia plazas m¨¢s seguras. En esos pa¨ªses, representados en el G20 por Brasil, China, India, Rusia y Sud¨¢frica (integrantes del BRIC), adem¨¢s de Argentina, el anfitri¨®n de la cumbre, ¡°el crecimiento es hoy m¨¢s improbable de lo que era en abril", opin¨® Lagarde.

El escenario no es el mejor para esas naciones. El fortalecimiento a nivel mundial del d¨®lar y la subida de los tipos de inter¨¦s en EEUU produjeron una huida del dinero desde los mercados m¨¢s inseguros que impact¨® con dureza en Brasil y, sobre todo, Argentina. El Gobierno de Mauricio Macri tiene una doble tarea en esta cumbre. No s¨®lo deber¨¢ mediar para alcanzar consensos entre los pa¨ªses del G20, deber¨¢ tambi¨¦n convencer a sus socios de que a¨²n es la econom¨ªa confiable que mostraba meses atr¨¢s. Las ¨²ltimas semanas no fueron f¨¢ciles para Argentina: el peso ha perdido 35% de su valor desde abril y en un esfuerzo por controlar la inflaci¨®n (30% interanual) el Banco Central llev¨® los tipos de inter¨¦s a 40%, la tasa m¨¢s elevada del mundo.

Cuando la crisis amenazaba con volverse incontrolable, Macri acudi¨® al FMI, que le otorg¨® un rescate financiero de 50.000 millones de d¨®lares a cambio de un duro ajuste fiscal. La Casa Rosada deber¨¢ ahora exhibir los primeros frutos de su trabajo a Lagarde, que est¨¢ en Buenos Aires para la cumbre del G-20 y fue una de las principales promotoras del cr¨¦dito otorgado a Argentina. La directora del Fondo cenar¨¢ esta noche con Macri y el s¨¢bado a primera hora, antes incluso del inicio de la cumbre, dar¨¢ una rueda de prensa junto al ministro de Econom¨ªa argentino, Nicol¨¢s Dujovne. All¨ª intentar¨¢n llevar calma a los mercados, inquietos por las turbulencias financieras del anfitri¨®n.

Si hace cuatro meses la presencia de Lagarde pas¨® casi desapercibida en Buenos Aires, el rescate financiero puso una vez m¨¢s al FMI en la mira de las protestas. El viernes, organizaciones sociales y sindicatos cortaron durante varias horas las principales avenidas de la capital argentina para repudiar al Fondo, al que acusan de imponer un ajuste que golpear¨¢ al 30% de los argentinos considerados pobres. La idea de los grupos opositores es repetir los actos de repudio hasta el domingo, cuando los ministros del G-20 deber¨¢n emitir un comunicado con el detalle de los consensos alcanzados.