La cantera de las futuras estrellas de la publicidad

En f¨²tbol, todo equipo importante y que aspire a luchar por los t¨ªtulos m¨¢s prestigiosos ha de tener una cantera a su altura. De esas escuelas, que a lo largo de los a?os forman a miles de ni?os, salen jugadores de todo tipo: buenos, malos y mediopensionistas. De todas esos chavales y chavalas que empiezan, muy pocos de ellos llegar¨¢n y ser¨¢n realmente buenos.

Siguiendo con el s¨ªmil futbol¨ªstico, los equipos tienen ojeadores (personas que se dedican a descubrir nuevos valores) que van recorriendo los campos de juego en busca de aquellos que m¨¢s destacan. Al final, los mejores peloteros acabar¨¢n jugando en los clubes m¨¢s prestigiosos, conseguir¨¢n suculentos contratos y se ganar¨¢n el reconocimiento mundial.

Pues en el mundo de la publicidad ocurre tres cuartos de lo mismo. En lugar de ir vagando por campos de tierra en busca de futuras estrellas, escudri?an todas las revistas del sector descubriendo el genio escondido de los estudiantes y creativos noveles. Los considerados mejores ser¨¢n fichados por las agencias m¨¢s importantes aunque, y salvo honrosas excepciones, sus sueldos no ser¨¢n tan astron¨®micos como los que le dan al bal¨®n.

Hay muchas escuelas de publicidad repartidas por todo el mundo. Dirigidas normalmente por creativos en ejercicio y figuras de renombre dentro de la profesi¨®n hacen que, gracias a sus consejos, los estudiantes consigan hacer trabajos tan buenos como los aut¨¦nticos profesionales. Vemos a continuaci¨®n, alguna de las propuestas de las escuelas de publicidad.

Miami Ad School, con catorce delegaciones en todo el mundo, es una de las m¨¢s afamadas. Boton de muestra es esta creaci¨®n para demostrar lo potente que puede ser la cinta adhesiva.

A los chicos de la escuela holandesa?JUNIOR Academy for Art Direction les toc¨® crear una promoci¨®n para una cadena de televisi¨®n para explicar a los m¨¢s peque?os qu¨¦ ocurri¨® cierta ma?ana de septiembre en las Torres Gemelas.

Para otra cadena de televisi¨®n, la escuela brasile?a Funyl encarg¨® un trabajo a sus alumnos. Se trataba de publicitar la reposici¨®n de una exitosa serie de la d¨¦cada de los sesenta: "Los autos locos". El resultado, sobresaliente.

En la Escuela de Creatividad Complot no se andan con chiquitas a la hora de darse autobombo. Coincidiendo con una?pol¨¦mica campa?a de publicidad que recorr¨ªa Madrid en autobuses urbanos, se les ocurri¨® "tunear" alg¨²n autob¨²s de Barcelona con una versi¨®n alternativa de esa publicidad pero arrimando el ascua a su sardina.

M¨¢s. Para demostrar que las distancia entre dos puntos no significan nada para una empresa de la envergadura de Fedex, en la Escuela india Sir J. J. Institute Of Applied Art. crearon esta excelente publicidad.

Por su parte, Rodolfo Marques, alumno de la brasile?a Escuela Cuca, hizo en su trabajo un gr¨¢fico alegato de lo que se puede perder cuando se depende demasiado del alcohol.

Volvemos a la Miami Ad School pero en su delegaci¨®n europea. Una idea cl¨¢sica utlizando el t¨®pico de que los cient¨ªficos siempre est¨¢n enfrascados en su trabajo y no tienen vida social. Lo utilizan estos alumnos para la marca de desodorantes Axe.

El lanzamiento en su pa¨ªs de una colecci¨®n de mu?ecos Lego espec¨ªficos de Star Wars en Brasil fue aprovechado por los chicos de la brasile?a Escola Cuca para crear una campa?a que recuerda mucho a una escena... pero de otra pel¨ªcula.

Terminamos con una escuela espa?ola: The Atomic Garden. Dos de sus alumnos, Sheila Orro y Abel de la Campa promocionaron Galicia de una manera que a nadie se le hab¨ªa ocurrido hasta ahora.

Muchos de estos alumnos ya est¨¢n jugando en la ¨¦lite code¨¢ndose con las actuales estrellas de primera divisi¨®n