Dep¨®sitos bancarios y el futuro del pasivo
Las cuentas a la vista se han disparado, un jugoso negocio para cuando vuelvan a subir los tipos
La estructura de financiaci¨®n de la banca espa?ola, y en particular la composici¨®n de los dep¨®sitos de los clientes, ha registrado una notable transformaci¨®n en los ¨²ltimos a?os, en gran medida como "efecto colateral" de la pol¨ªtica de tipos de inter¨¦s anormalmente bajos (cercanos a cero, o incluso negativos) llevada a cabo por el BCE desde el inicio de la crisis y, especialmente, en los cinco ¨²ltimos a?os.
Una primera tendencia observada ha sido el desplazamiento del ahorro gestionado desde dep¨®sitos hacia fondos de inversi¨®n, que han crecido de forma intensa, duplicando su volumen (hasta cerca de 300.000 millones) en los ¨²ltimos cinco a?os, al tiempo que los dep¨®sitos bancarios no han experimentado ning¨²n crecimiento, permaneciendo estancados en la casi m¨ªtica cifra del bill¨®n de euros que registraban incluso antes de la crisis.
Sin embargo, esa estabilidad en el saldo agregado de dep¨®sitos encierra una din¨¢mica muy divergente, nunca antes registrada, en las dos categor¨ªas de dep¨®sitos bancarios, es decir, a plazo y a la vista. La relaci¨®n hist¨®rica entre ambos (dos tercios y un tercio respectivamente) muestra un vuelco sin precedentes, de tal manera que en la actualidad apenas el 20% de los dep¨®sitos bancarios son a plazo, mientras que el 80% son dep¨®sitos a la vista. Un desplazamiento de tal magnitud ha sido provocado fundamentalmente por la convergencia en tipos de inter¨¦s entre ambos a niveles de pr¨¢cticamente cero, circunstancia en la cual los clientes prefieren mantener mayores saldos a la vista, con disponibilidad inmediata, y sin coste de oportunidad frente al plazo.
Este cambio ha tenido efectos muy beneficiosos para las cuentas de resultados bancarias, al permitir un acusado descenso del coste medio de los dep¨®sitos. Sin duda esto presenta algunos riesgos que conviene gestionar para minimizar su potencial impacto.
El primero se refiere a la potencial vulnerabilidad de una estructura de financiaci¨®n minorista tan sesgada hacia un instrumento (dep¨®sitos a la vista) exigible de forma inmediata y sin previo aviso, lo que aconseja complementar con fuentes de financiaci¨®n m¨¢s estables.
En segundo lugar, en t¨¦rminos de recuperaci¨®n de los m¨¢rgenes bancarios, de los que se espera una clara mejor¨ªa en un escenario de tipos de inter¨¦s algo m¨¢s elevados, ser¨¢ extraordinariamente sensible a c¨®mo se gestione el m¨¢s que probable incremento en el coste de los dep¨®sitos. Al fin y al cabo, la enorme masa de dep¨®sitos a la vista en el conjunto del sistema, m¨¢s de 800.000 millones, con disponibilidad inmediata para el cliente, constituye un "panal de rica miel" que sin duda provocar¨¢ una intensa guerra por el pasivo en el momento en que aparezca el primer atisbo de normalizaci¨®n de los tipos de inter¨¦s.
?ngel Berges y Federica Troiano son profesores de AFI, Escuela de Finanzas.
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