Argentina trata de calmar a los mercados tras el jueves negro

Argentina busca la calma despu¨¦s de la tormenta. Tras el jueves negro, cuando las tasas de inter¨¦s treparon hasta el 60% y el peso perdi¨® 16% de su valor frente al d¨®lar, el gobierno de Mauricio Macri ha logrado hoy detener una nueva ca¨ªda de la moneda. Ya no hay tasa que alcance, aunque sea la m¨¢s alta del mundo, el triple incluso que la de Venezuela. Por eso, el Banco Central ofert¨® en el mercado de cambios 675 millones de d¨®lares de sus reservas internacionales como muro de contenci¨®n ante un eventual desplome. Al final del d¨ªa, se ha desprendido de 250 millones de d¨®lares. El resultado ha sido una apreciaci¨®n del peso de 5% con respecto al cierre del d¨ªa anterior.

La crisis del jueves se vivi¨® como un terremoto entre empresarios, banqueros y miembros del Gobierno. El consenso fue que el derrumbe puso en evidencia que el mercado no conf¨ªa en la capacidad de pago de Argentina. El mi¨¦rcoles por la ma?ana, Macri anunci¨®, en un mensaje grabado de menos de dos minutos, un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que garantizar¨¢ el dinero necesario para cubrir las deudas hasta finales de 2019. La respuesta no fue la esperada y hubo una estampida de pesos hacia el d¨®lar. En lugar de calmar a los inversores, Macri expuso la fragilidad del modelo.

El jueves, la situaci¨®n empeor¨® a¨²n m¨¢s, porque los ahorristas supieron que el acuerdo con el Fondo, en realidad, est¨¢ a¨²n en negociaciones. Cuando el peso ya cotizaba a 40 unidades por cada d¨®lar, el Banco Central respondi¨® a la desesperada con una subida de tasas desde 45% hasta 60%.

La subida de tasas intenta convencer a los inversores de que mantengan sus posiciones en pesos y no compren d¨®lares. A tasas m¨¢s altas, mayor el atractivo de los bonos en moneda nacional. Pero el d¨®lar es un refugio irresistible para los argentinos, que huyen del peso cada vez que huelen el peligro. Es la ense?anza de a?os de crisis recurrentes.

En julio, 1,3 millones de ahorristas atesoraron en d¨®lares. S¨®lo en el primer semestre del a?o, el total de pesos convertidos sum¨® 20.000 millones de d¨®lares, la misma cantidad que en todo 2017. La cifra es enorme para una econom¨ªa mediana como la argentina: representa el 3,5% del PIB. Tasas altas y el peso por los suelos no dejan ya mucho poder de fuego a las herramientas cl¨¢sicas de la macroeconom¨ªa. Ayer, en los pasillos del Council of the Americas que se celebr¨® en Buenos Aires, empresarios y banqueros ped¨ªan soluciones pol¨ªticas: desde ¡°hace falta un paquete econ¨®mico, no soluciones aisladas¡± hasta ¡°hay que cambiar ministros¡±.

No habr¨¢, al menos por ahora, cambios de ministros. Pero s¨ª un paquete. Se apostar¨¢, al mismo tiempo, a un respaldo m¨¢s contundente del FMI. Macri estuvo reunido hoy con su ministro de Hacienda, Nicol¨¢s Dujovne, y el resto del equipo econ¨®mico en la residencia de Olivos. Dujovne viajar¨¢ el lunes a Washignton y se reunir¨¢ con los t¨¦cnicos del Fondo el martes, para discutir la letra de chica del acuerdo que Macri dio por cerrado hace dos d¨ªas. El FMI ha confirmado el encuentro en un comunicado que fue tambi¨¦n de respaldo a la Casa Rosada. ¡°Argentina cuenta con el pleno respaldo del Fondo y confiamos en que el fuerte compromiso y la determinaci¨®n de las autoridades argentinas ayudar¨¢n al pa¨ªs a superar las dificultades actuales¡±, dijo el vocero del organismo, Gerry Rice.

Qu¨¦ pedir¨¢ el Fondo para adelantar el dinero que necesite Argentina para cubrir sus vencimientos de deuda es a¨²n materia de especulaci¨®n. El pa¨ªs tiene a su disposici¨®n una l¨ªnea de cr¨¦dito de 50.000 millones de d¨®lares, de los cuales ya recibi¨® 15.000 millones. La intenci¨®n de Macri es que la entrega del saldo no dependa de la agenda pactada en junio pasado, sino de las necesidades econ¨®micas, sobre todo para que sirva como paraguas ante futuras tormentas. El acuerdo inicial obligaba a Argentina a reducir su d¨¦ficit fiscal a 1,3% del PIB en 2019 y alcanzar el equilibrio en 2020. El jefe de Ministros, Marcos Pe?a, dijo ayer ante empresarios que esas metas pueden ahora acelerarse, una estrategia que, en la pr¨¢ctica, requiere adelantar el calendario del ajuste.

El recorte de gastos es un trabajo que requiere de consenso pol¨ªtico, y es ese consenso el que hace dudar a los inversores. Macri debe negociar cada peso de ahorro con los gobernadores de las provincias, muchos de ellos peronistas y unos pocos con aspiraciones presidenciales en las elecciones de octubre de 2019. Esos l¨ªderes controlan el Senado, y el voto de sus legisladores ser¨¢ imprescindible para aprobar el presupuesto que se discutir¨¢ antes de fin de a?o en el Congreso. La pol¨ªtica puede, en este caso, ser un obst¨¢culo may¨²sculo ante las necesidades econ¨®micas.