La inflaci¨®n en Turqu¨ªa escala a su m¨¢ximo en 15 a?os y el banco central promete actuar
Los medios econ¨®micos interpretan que el regulador monetario turco elevar¨¢ los intereses para atajar la crisis de la moneda, pese a la oposici¨®n del presidente Erdogan
La crisis de la lira turca, derivada de los desequilibrios del pa¨ªs euroasi¨¢tico y agravada por el enfrentamiento con Estados Unidos a ra¨ªz de la detenci¨®n de un pastor protestante, ha comenzado a pasar factura en la econom¨ªa real. Y por mucha ret¨®rica antimperialista que haya gastado el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, tratando de movilizar a la poblaci¨®n en busca de frenar la ca¨ªda de la cotizaci¨®n de la moneda nacional, la crisis afecta ya a lo m¨¢s sagrado para el ciudadano de a pie: la cesta de la compra.
El ¨ªndice de precios al consumo, revelado este lunes por el Instituto de Estad¨ªstica Turco (T?IK), muestra que la inflaci¨®n se desboc¨® en agosto respecto al mismo mes del a?o anterior: subi¨® al 17,9%, su nivel m¨¢s alto desde finales de 2003. A¨²n m¨¢s grave, el ¨ªndice de precios de producci¨®n ¡ªque sirve de indicador adelantado, pues muestra hacia d¨®nde ir¨¢n los precios de venta¡ª se increment¨® un 6,6% respecto a julio y un 32,1% respecto al a?o anterior.
Esto ha forzado al Banco Central de Turqu¨ªa a actuar o, mejor dicho, a prometer que actuar¨¢. ¡°El desarrollo de los acontecimientos respecto a la perspectiva de la inflaci¨®n indica riesgos significativos para la estabilidad de precios. El banco central tomar¨¢ las medidas necesarias¡±, afirm¨® la instituci¨®n en un comunicado. Algo que los medios econ¨®micos toman como una se?al de que en su pr¨®xima reuni¨®n de pol¨ªtica monetaria (13 de septiembre) decretar¨¢ una subida de tipos de inter¨¦s.
Este anuncio conlleva, a su vez, sus propios desaf¨ªos. Porque el margen de maniobra del instituto emisor turco es muy escaso, especialmente en temas de intereses. El presidente Erdogan los considera ¡°la madre de todos los males¡± (y origen de la inflaci¨®n) y en anteriores ocasiones en que el organismo monetario ha tenido que subirlos ¡ªpor ejemplo, 400 puntos b¨¢sicos entre mayo y junio¡ª, ha costado sudor y l¨¢grimas convencer al mandatario islamista de que diese su visto bueno.
Esta vez, los inversores no creen que sea suficiente con un incremento simb¨®lico, sino que piden subidas de la tasa de inter¨¦s -actualmente en el 17,75 %- de hasta 1.000 puntos b¨¢sicos. La raz¨®n es que los intereses reales han pasado a ser negativos pues la inflaci¨®n los ha superado. Es decir, el dinero que tienen los ahorradores en sus dep¨®sitos no solo no les aporta r¨¦dito alguno sino que al sacarlo del banco valdr¨¢ mucho menos que cuando lo depositaron pues los precios habr¨¢n subido. ¡°Se necesita un incremento apropiado y al comprometerse a hacerlo, el banco central se ha elevado el list¨®n de las expectativas. No tiene margen para defraudar¡±, ha explicado Piotr Matys, estratega de Rabobank para mercados emergentes, en declaraciones a Reuters. Sin embargo, los expertos consultados por el diario econ¨®mico turco D¨¹nya no creen que el incremento exceda los 250 puntos b¨¢sicos.
La inflaci¨®n es solo un indicador de los problemas a los que se enfrenta la econom¨ªa turca. Dado que su industria depende de la importaci¨®n de energ¨ªa, materias primas, productos semielaborados y tecnolog¨ªa para funcionar, la ca¨ªda de la lira ha incrementado los costes de producci¨®n. Y que esos sobrecostes se trasladen al consumidor solo es cuesti¨®n de tiempo. De hecho, varias empresas han utilizado ciertas artima?as para camuflar la subida de precio en las ¨²ltimas semanas, por ejemplo, reducir hasta un 20 % el gramaje de los productos empaquetados: tarros de crema de chocolate que pasan de 750 a 630 gramos, bolsas de pipas de 80 a 74 gramos, botellas de refresco de ¡°litro¡± que contienen 900 mililitros. Esto no ha pasado desapercibido y el Ministerio de Comercio ha introducido una nueva regulaci¨®n que permite sancionar a las empresas que eleven los precios ¡°sin raz¨®n justificada¡±. Esta semana ha enviado a sus inspectores por todo el pa¨ªs para detectar posibles irregularidades.
Dudas sobre los datos
Por si fuera poco, la oposici¨®n cree que T?IK est¨¢ ¡°maquillando¡± los datos para ¡°favorecer al Gobierno¡±. Aykut Erdogdu, vice secretario general de la formaci¨®n socialdem¨®crata CHP, ha advertido de que el instituto estad¨ªstico no ha contado los precios de una de las semanas de agosto por ser esta festiva, y ha sido precisamente entonces cuando han llegado, por sorpresa, muchas de las subidas. Por ejemplo en las tarifas el¨¦ctricas (+15%) y del gas (+9% para los hogares +14% para la industria). Desde luego, lo peor no ha pasado, y Banu Kivci Tokali, director de investigaci¨®n de la divisi¨®n de inversiones de Halk Bank, cree que la inflaci¨®n rozar¨¢ el 19 % a final de a?o. Una perspectiva optimista teniendo en cuenta los precios de producci¨®n.
Algunas voces, especialmente del exterior, han comenzado a recomendar a Ankara negociar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) un pr¨¦stamo que ayude a resolver los problemas de financiaci¨®n de la econom¨ªa euroasi¨¢tica. Entre el d¨¦ficit por cuenta corriente y la deuda privada a corto plazo de las empresas -que en los ¨²ltimos a?os han contratado pr¨¦stamos en divisa a mansalva-, Turqu¨ªa necesita 180.000 millones de d¨®lares en los pr¨®ximos doce meses y los pagos en divisa se antojan cada vez m¨¢s inasumibles con una lira que ha perdido el 40 % de su valor en lo que va de a?o. Pero recurrir al FMI ¡°no entra en los planes¡± del gobierno turco, seg¨²n dijo el ministro de Finanzas y yerno de Erdogan, Berat Albayrak, en una entrevista a Reuters durante la que excluy¨® que los bancos turcos vayan a sufrir un grave deterioro de sus balances a causa de la depreciaci¨®n de la lira y de las dificultades de las empresas (por ejemplo, Garanti, el banco turco del que BBVA es copropietario, se prepara para asumir un impago de 1.000 millones de d¨®lares de T¨¹rk Telekom, aunque a cambio recibir¨¢ parte del paquete accionarial de la compa?¨ªa de telecomunicaciones). ¡°No esperamos problemas en el sector bancario -asegur¨® el ministro Albayrak- pero en caso de que los haya, intervendremos¡±.
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