La recesi¨®n acab¨® con dos tercios de la vivienda nueva protegida de Espa?a
El a?o pasado se entregaron las llaves de 4.938 viviendas, la cifra m¨¢s baja en 30 a?os
La crisis dej¨® temblando la construcci¨®n de vivienda protegida en Espa?a. Si entre los a?os 2000 y 2008 se iniciaron, de media, 72.673 inmuebles al a?o, en el periodo 2009-2017 ese promedio baj¨® hasta los 24.761. Es decir, la recesi¨®n y los recortes presupuestarios acabaron con dos tercios del esfuerzo de creaci¨®n de nuevos pisos sociales. La recuperaci¨®n no ha tenido efecto en este sector: el a?o pasado se entregaron las llaves de 4.938 viviendas, la cifra m¨¢s baja en 30 a?os.
¡°Mientras no se recupere la capacidad presupuestaria, la situaci¨®n no va a mejorar¡±, asegura Mario Yoldi, director de Planificaci¨®n y procesos operativos de vivienda del Gobierno Vasco y coautor de un an¨¢lisis hist¨®rico de evaluaci¨®n de las pol¨ªticas de vivienda reci¨¦n publicado por el Observatorio Vasco de la Vivienda. Este trabajo, que compara la situaci¨®n de la edificaci¨®n y la rehabilitaci¨®n de vivienda protegida en todas las comunidades, destaca que las consecuencias del boom inmobiliario contin¨²an presentes tras casi una d¨¦cada del comienzo de la recesi¨®n de 2008.
El informe hace un repaso de los ¨²ltimos 30 a?os de pol¨ªticas p¨²blicas de vivienda a partir de las cifras oficiales. En la ¨²ltima d¨¦cada del siglo pasado hab¨ªa una gran actividad de construcci¨®n de vivienda protegida, con promedios anuales superiores a 61.000 pisos terminados. En cambio, en la primera d¨¦cada del siglo XXI el ritmo empez¨® a caer, aunque de forma moderada, un 10%. Hasta que lleg¨® 2008. "La vivienda de protecci¨®n ha ca¨ªdo en picado durante la fase de crisis (2009-2017) en consonancia con la ca¨ªda general de la edificaci¨®n residencial", explica Carme Trilla, economista y exsecretaria de Vivienda de Catalu?a.
¡°En los a?os del boom inmobiliario las viviendas libres eran una alternativa quiz¨¢ m¨¢s rentable que las protegidas. Los inversores privados abandonaron la construcci¨®n de este tipo de pisos y se fueron a la vivienda libre. A partir del a?o 2008 es cuando se produce una reducci¨®n dram¨¢tica y la vivienda protegida pr¨¢cticamente desaparece. En Euskadi hemos sido como el tuerto en el pa¨ªs de los ciegos, porque nuestra producci¨®n cay¨®, pero menos, sobre todo por la apuesta por el alquiler. Y tenemos una particularidad, que es que la vivienda protegida cuesta la mitad que la libre, cuando en otras ciudades ese diferencial es muy peque?o¡±, afirma Yoldi.
Ahora, pasados 10 a?os, las cifras no muestran mejor¨ªa. ¡°La vivienda protegida no se est¨¢ recuperando¡±, afirma tajante Yoldi. Y no repuntar¨¢, a?ade, hasta que las comunidades recuperen capacidad presupuestaria, muy mermada desde la aplicaci¨®n de las restricciones del Pacto de Estabilidad. ¡°Si no hay dinero, no hay pol¨ªtica¡±, resume. Pone el ejemplo de la vivienda protegida de alquiler, quiz¨¢ la m¨¢s costosa de todas: ¡°No la hace ning¨²n promotor privado porque no es rentable. As¨ª que la tenemos que construir las administraciones. Pero nuestro presupuesto de vivienda, al menos en el Pa¨ªs Vasco, ha ca¨ªdo a la mitad¡±.
El informe se?ala que la apuesta por la vivienda protegida en alquiler ha sido poco significativa ¡°tanto en los ciclos expansivos de la econom¨ªa como en los periodos de crisis¡±. Entre 2012 y 2016 se iniciaron apenas 898 viviendas protegidas en alquiler en toda Espa?a cada a?o, frente a las m¨¢s de 15.000 entre 2005 y 2011, lo que supone una ca¨ªda del 94%. Ocho de cada diez viviendas promovidas en Espa?a entre 2005 y 2016 fueron en r¨¦gimen de compra. Por comunidades, Baleares, Catalu?a y Canarias fueron las que m¨¢s porcentaje de pisos de alquiler construyeron con respecto al total en esa etapa. Las que menos, Castilla-La Mancha, Extremadura y La Rioja.
A la crisis se ha sumado el hecho de que han ido expirando los plazos de calificaci¨®n de las viviendas de compra que se iniciaron 20 o 30 a?os antes, apunta Trilla, que hace unos meses public¨® un estudio sobre el parque de vivienda p¨²blica junto con el arquitecto Jordi Bosch para la Fundaci¨®n Alternativas y Fundipax. "En algunos casos, como en la Comunidad de Madrid, tambi¨¦n han expirado o est¨¢n a punto de hacerlo viviendas protegidas de alquiler iniciadas apenas 10 a?os antes", a?ade. Durante los a?os de la burbuja ese fue el plazo del alquiler al que se calificaron. "Esto explica que esta comunidad tuviera m¨¢s viviendas calificadas anualmente que la mayor¨ªa: porque fueron concebidas para el muy corto plazo. Y esto tambi¨¦n explica el inter¨¦s y la facilidad de los fondos internacionales por comprar estas viviendas", resalta.
¡°La ¨²nica forma de revertir la situaci¨®n es que las calificaciones de las viviendas protegidas que se produzcan con subvenciones p¨²blicas o sobre suelos de reserva para la protecci¨®n oficial se califiquen indefinidamente; es decir, que no se conviertan en viviendas libres a corto o medio plazo que es lo que ha ocurrido en Espa?a durante los ¨²ltimos sesenta a?os¡±, asegura Trilla.
Hace 15 a?os que la vivienda protegida en el Pa¨ªs Vasco lo es para siempre. Esta comunidad implant¨® la calificaci¨®n permanente en 2003, para garantizar que esos pisos pasen a estar disponibles para generaciones futuras sin fugas al mercado libre. Tambi¨¦n intent¨® sacar al mercado las viviendas vac¨ªas, con una normativa que preve¨ªa, en primer lugar, fomentar que los propietarios quisieran alquilar sus pisos ¡ªentre otras cosas, con pr¨¦stamos sin inter¨¦s para rehabilitar viviendas en malas condiciones¡ª, y en segunda instancia, con medidas punitivas, como el pago de un canon. Aquella legislaci¨®n tambi¨¦n preve¨ªa el alquiler forzoso, pero fue recurrida en el Tribunal Constitucional por el Gobierno de Mariano Rajoy y actualmente se encuentra suspendida.
¡°Nos suena muy bien lo que est¨¢ proponiendo el Gobierno de S¨¢nchez con respecto a las pol¨ªticas de vivienda¡±, asegura. ¡°Algunas cosas se parecen a lo que intentamos hacer aqu¨ª, que ya nos gustar¨ªa poder aplicarlo¡±, a?ade. Sobre las 20.000 viviendas en alquiler que ha prometido el Ejecutivo, asegura que en el Pa¨ªs Vasco ya estar¨ªan cumpliendo su parte, porque actualmente tienen 2.000 en construcci¨®n.
Las ayudas a la rehabilitaci¨®n siguen sin recuperarse
El informe del Observatorio Vasco de la Vivienda destaca que el ¡°giro radical¡± que supuso la pr¨¢ctica eliminaci¨®n de las ayudas a la rehabilitaci¨®n en Espa?a se produjo a partir de 2012. En apenas tres a?os, seg¨²n los datos oficiales, el n¨²mero de viviendas que recibieron estas ayudas en toda Espa?a cay¨® un 75%. Por ejemplo, en 2011 se beneficiaron de estas cantidades 109.148 viviendas, mientras que en 2014 solo fueron 26.326.
En este apartado el Pa¨ªs Vasco destaca sobre el resto de comunidades aut¨®nomas. Seg¨²n los datos que recoge el estudio, entre 2001 y 2017 recibieron una subvenci¨®n para rehabilitaci¨®n 96 viviendas de cada 1.000. Es decir, cerca de un 10% del parque total, lo que deja a esta comunidad muy por encima del resto. Navarra es la segunda autonom¨ªa que m¨¢s esfuerzo ha hecho, con 88 viviendas subvencionadas por cada 1.000. Le sigue Cantabria, con 59.
Los autores del estudio aseguran que solo el Pa¨ªs Vasco y Andaluc¨ªa mantuvieron un apoyo presupuestario significativo a la rehabilitaci¨®n de viviendas durante los a?os m¨¢s duros de la crisis, entre 2012 y 2015. Ya con el inicio de la recuperaci¨®n, en 2016, otras comunidades recuperaron parcialmente estas ayudas, seg¨²n los datos del Ministerio de Fomento. Madrid, Castilla-La Mancha, Castilla y Le¨®n, Cantabria y Murcia empezaron a destinar fondos de sus presupuestos. A pesar de ello, en 2016 y 2017 ¡°en importantes comunidades no se han retomado las l¨ªneas de subvenci¨®n que exist¨ªan a comienzo de la d¨¦cada¡±, a?ade.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.