Tiempos dif¨ªciles para Brasil
El pr¨®ximo presidente dirigir¨¢ un pa¨ªs dividido y un Congreso tan fragmentado que ser¨¢ dif¨ªcil aprobar reformas
Nada de lo que pase en la octava econom¨ªa m¨¢s importante del mundo ¡ªpor delante de Italia, Canad¨¢ o Espa?a¡ª resulta indiferente para los mercados. Y menos a¨²n cuando se produce en medio de una tensi¨®n generalizada en las econom¨ªas emergentes, agudizada por el cambio de ciclo monetario en Estados Unidos. Un resultado imprevisto en las elecciones de este domingo o que los mercados lo consideren perjudicial puede conllevar mayor volatilidad para el mercado brasile?o, pese a la relativa calma de las ¨²ltimas semanas.
¡°De los dos principales contendientes, es justo decir que el populista de extrema derecha va a ser mejor recibido por los mercados que su rival de izquierdas¡±, asegura William Jackson, economista jefe de mercados emergentes de Capital Economics, desde Londres. Como revelan las palabras de Jackson, los inversores parecen sentirse m¨¢s c¨®modos con Jair Bolsonaro, a quien consideran m¨¢s favorable al mercado, frente al perfil m¨¢s estatista de Fernando Haddad. Claro que los mercados no siempre se caracterizan por su buen ojo.
En el verano de 2002, cuando Luiz In¨¢cio Lula da Silva se dispon¨ªa a protagonizar su primera victoria electoral, la desconfianza de los inversores hacia el candidato del PT forz¨® la intervenci¨®n del Fondo Monetario Internacional (FMI) con un paquete de ayuda de 30.000 millones de d¨®lares. El Fondo consideraba que tanto la ca¨ªda del real como el encarecimiento de la deuda brasile?a respond¨ªan a una sobrerreacci¨®n irracional de los mercados, sin que hubiera un riesgo real de suspensi¨®n de pagos. Cuatro a?os m¨¢s tarde, la Bolsa, la divisa y la inversi¨®n extranjera festejaban la reelecci¨®n de Lula y el presidente brasile?o se convirti¨® en referente mundial. En esta ocasi¨®n, la prima de riesgo del pa¨ªs se ha vuelto a disparar por las tensiones pol¨ªticas y no se ha empezado a reducir hasta que Lula fue vetado por los tribunales de la carrera presidencial, el pasado 31 de agosto.
Un d¨¦ficit del 7% y una deuda del 84% del PIB obligan a poner en orden las cuentas
¡°Sea cual sea el resultado de las elecciones, prevemos un crecimiento moderado en Brasil a medio plazo¡±, ratifica Alejandro
Hardziej, analista de Julius Baer, en una nota a clientes. La econom¨ªa brasile?a se encuentra en lo que el FMI llama una ¡°recuperaci¨®n moderada¡±, tras la severa recesi¨®n que sufri¨® en 2015 y 2016. El organismo prev¨¦ un crecimiento del 1,8% para este a?o y del 2,5% para 2019, algo menos de lo previsto a principios de a?o.
A favor del pr¨®ximo Gobierno juega el bajo d¨¦ficit por cuenta corriente (0,5% del PIB), la escasa denominaci¨®n en d¨®lares de la deuda (4% del total) y un considerable colch¨®n de reservas en divisas (367.000 millones de d¨®lares en agosto). Pero con un d¨¦ficit de m¨¢s del 7% del PIB de deuda p¨²blica, que el a?o pasado se situ¨® en el 84% del PIB, seg¨²n el FMI, la necesidad de poner orden en las cuentas p¨²blicas deber¨ªa ser prioritaria. Martin Castellano, jefe de an¨¢lisis para Latinoam¨¦rica del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), advierte que ese escenario da poco margen al nuevo Gobierno para cometer errores y sin reformas estructurales de calado ¨Ccomo la de las pensiones¡ª la posibilidad de que el pa¨ªs se suma en una profunda crisis financiera se dispara. ¡°Si no se logra poner control sobre el gasto, eso puede mermar con rapidez la confianza de los inversores, acelerar la subida de los tipos de inter¨¦s para mantener el atractivo y da?ar el crecimiento¡±, explica.
En lo que va de a?o el real se ha dejado un 15% de su valor frente al d¨®lar
De ah¨ª que, como apunta Cliff Kupchan, analista de riesgos de Eurasia Group, la clave de este domingo est¨¦ m¨¢s en lo que suceda en el Congreso, que en los candidatos y sus programas. Hoy se renuevan dos tercios de los esca?os del Senado (54 de 81) y los 513 esca?os de la C¨¢mara Baja. Los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n de los ¨²ltimos a?os han afectado a los principales partidos pol¨ªticos y han disparado la desconfianza de los brasile?os en su clase dirigente pol¨ªtica: seg¨²n el informe de competitividad del Foro Econ¨®mico Mundial, ocupan el puesto 137 sobre un total de 138. Esa situaci¨®n explica el creciente respaldo a los candidatos m¨¢s extremistas y, de entre todos los candidatos, nadie tan antisistema como el populista Bolsonaro. Todo apunta que despu¨¦s de la votaci¨®n de hoy habr¨¢ segunda vuelta el d¨ªa 28 y que el pr¨®ximo presidente ser¨¢ Bolsonaro o Haddad.
Polarizaci¨®n
La polarizaci¨®n de la campa?a electoral hace prever un Parlamento muy extremista y altamente fragmentado (en la actualidad 35 partidos tienen representaci¨®n en las C¨¢maras). Esto supone que para formar Gobierno hay que lograr una coalici¨®n de muchos partidos que en la mayor¨ªa de los casos tienen poco en com¨²n, lo que resulta en un Ejecutivo fr¨¢gil. Un 90% del presupuesto p¨²blico lo componen gastos obligatorios, es decir, se destina al pago de las pensiones, salarios p¨²blicos, la sanidad, la educaci¨®n y diversos subsidios. Ese tipo de gastos son especialmente dif¨ªciles de reducir y exigir¨¢ reformas estructurales, como apunta Irina Topa-Serry, de AXA, en reciente informe. ¡°Muchas de las medidas que se necesitan para mejorar las finanzas p¨²blicas son muy impopulares, pero deben ser apoyadas por grandes mayor¨ªas para salir adelante¡±, explica Jackson. ¡°As¨ª que aunque el pr¨®ximo presidente d¨¦ un impulso a las reformas, no es probable que lleguen muy lejos¡±, apunta.
En lo que va de a?o, el real se ha dejado un 15% frente al d¨®lar. Puede que sea solo el principio si se materializan los peores temores de los analistas. Y puede que se produzca antes incluso de que el nuevo Gobierno asuma el poder, el 1 de enero de 2019.
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