El cannabis le planta cara al ladrillo
El c¨¢?amo industrial se postula como un material id¨®neo en la construcci¨®n de casas bioclim¨¢ticas en Espa?a por sus capacidades t¨¦rmicas y aislantes
El c¨¢?amo industrial le planta cara al ladrillo, al cemento, al hormig¨®n y a los aislantes sint¨¦ticos. En las ¨²ltimas d¨¦cadas, el inter¨¦s por los materiales naturales, como el barro o las balas de paja, est¨¢ resurgiendo con fuerza entre un perfil de propietario que busca casas bioclim¨¢ticas y saludables. El c¨¢?amo tambi¨¦n reclama un sitio, a pesar de que su vinculaci¨®n con la marihuana le hace jugar la partida en desventaja.
Aunque en los ¨²ltimos a?os se han levantado casas y otras construcciones que usan c¨¢?amo por todo el mundo ¡ªdesde Israel hasta Francia¡ª, en Espa?a su mercado es a¨²n peque?o. Apenas hay unas 300 viviendas unifamiliares y la mayor¨ªa se ubica en ¨¢reas rurales. Se trata, sobre todo, de casas con una o dos plantas, excepcionalmente tres. En cambio, s¨ª hay m¨¢s ejemplos de su uso en rehabilitaciones de arquitectura vern¨¢cula y de monumentos hist¨®ricos.
El desconocimiento sobre las propiedades de este material constructivo, su precio a¨²n elevado por ser de fabricaci¨®n artesanal y el uso l¨²dico del cannabis han estigmatizado y frenado el potencial de crecimiento de la planta en la edificaci¨®n.
Es cierto que se trata de la misma especie de la que procede la marihuana, el Cannabis sativa; pero el c¨¢?amo, un cultivo legal y subvencionado, contiene menos de un 0,2% de tetrahidrocannabinol (THC), el principal constituyente psicoactivo del cannabis. La marihuana, en cambio, supera habitualmente el 10%. "No hay THC en las partes de la planta usados para la construcci¨®n, pues procede del tallo. Las variedades industriales, que son legalmente cultivadas en Europa, tienen una tasa de THC muy por debajo de aquella apta para el consumo l¨²dico y que var¨ªa seg¨²n el pa¨ªs", dice Monika Br¨¹mmer, arquitecta alemana que trata de popularizar el material en Espa?a desde hace 20 a?os. Fabrica y comercializa desde 1999 su propio bloque de c¨¢?amo, m¨¢s sostenible que el ladrillo de arcilla cocida, tanto en su composici¨®n como en su fabricaci¨®n. Estos bloques salen de su f¨¢brica Cannabric en Guadix (Granada). En vez de cal ¡ªen la mayor¨ªa de las casas que se han levantado en distintos pa¨ªses del mundo el c¨¢?amo se mezcla con cal¡ª llevan un conglomerado de arcilla, que se adapta mejor al clima espa?ol y tiene una menor huella de carbono.
Fue cuando termin¨® la carrera de Arquitectura en Berl¨ªn, en torno a 1996, cuando descubri¨® las cualidades del c¨¢?amo como material de construcci¨®n. "No encontr¨¦ bloques y piezas ecol¨®gicas en el sur de Espa?a y decid¨ª fabricar un bloque de dise?o propio y adapt¨¦ sus prestaciones a las condiciones clim¨¢ticas de la regi¨®n mediterr¨¢nea. Es la ¨²nica formulaci¨®n prefabricada de este tipo hasta hoy. Para poder introducir algo as¨ª en el mercado, hace falta tener mucha paciencia".
Estos bloques sustituyen al ladrillo convencional, pero tambi¨¦n se usa el c¨¢?amo para fabricar paneles aislantes y fieltros de absorci¨®n ac¨²stica, ca?amiza para hormigones ligeros, as¨ª como tableros para paredes y falsos techos. Y hay hasta pellets de c¨¢?amo, que tienen mayor inercia t¨¦rmica que la lana.
El material vegetal no solo sorprende por su versatilidad, sino tambi¨¦n por sus propiedades. Una de las principales ventajas es su capacidad aislante y su desfase t¨¦rmico (horas que tarda el calor en penetrar en el interior de la casa), lo que permite que sean unos reguladores de temperatura similares a las cuevas granadinas. Debido a su permeabilidad al vapor, los bloques tienen la capacidad de optimizar la humedad de las casas. Por todo ello, en la gran mayor¨ªa de regiones de Espa?a no se precisa aislamiento t¨¦rmico adicional.
Tiene adem¨¢s una gran absorci¨®n ac¨²stica y una alta resistencia al fuego. La fibra de c¨¢?amo no tiene nutrientes para par¨¢sitos, por lo que no debe ser tratada como la madera. Tampoco necesita pilares ni otra estructura vertical complementaria para levantar las paredes. Adem¨¢s, el material se puede utilizar tanto en obra nueva como en rehabilitaciones.
A pesar de sus bondades, de momento es un material m¨¢s caro que el ladrillo tradicional "porque no se fabrican a gran escala en Espa?a" y su proceso de elaboraci¨®n es artesanal. Francia es el pa¨ªs europeo, junto con Holanda, donde m¨¢s se cultiva, y en el resto del mundo destacan China, Corea del Sur y Chile. Los bloques de Cannabric pueden costar unos 10.000 o 15.000 euros para una vivienda unifamiliar aislada de tama?o medio. Ser¨ªan necesarios entre 40 y 60 pal¨¦s (uno cuesta 245 euros) de 195 piezas cada uno. "Aunque lo que ahorras en el aislamiento hace que el precio al final acabe siendo el mismo que el de una vivienda tradicional". Lo dice el arquitecto Ricardo Higueras, que ha hecho una casa en Sep¨²lveda, Segovia, con bloques macizos de c¨¢?amo.
Aunque queda mucho mercado por ganar, ya hay algunos arquitectos como Higueras que est¨¢n tratando de popularizar el material. "Hay quien ha usado el bloque de c¨¢?amo en m¨¢s de 15 obras de nueva construcci¨®n, como la arquitecta alemana Petra Jebens-Zirke", indica Br¨¹mmer, cuya ¨²ltima aventura es participar en la pr¨®xima edici¨®n del concurso internacional Solar Decathlon ?frica 2019 con una casa de c¨¢?amo.
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