El riesgo de trabajar como Elon Musk
Los problemas del fundador de Tesla son ejemplo del deterioro de la salud que supone la realizaci¨®n de jornadas laborales excesivas
Las adicciones suelen traer problemas. Y la realidad demuestra que ser un ¡°adicto al trabajo¡± no es algo necesariamente bueno, sobre todo si se pretende organizar toda una empresa y sus empleados de acuerdo a esa dependencia. El multimillonario Elon Musk, alarmado por los sucesivos atascos de producci¨®n de Tesla, su compa?¨ªa automovil¨ªstica, decidi¨® que hab¨ªa que cumplir la cuota de fabricaci¨®n a costa de lo que fuera y quiso dar ejemplo hasta durmiendo en la f¨¢brica.
Pero las jornadas de trabajo est¨¢n limitadas por la ley por alguna raz¨®n. Las 40 horas laborales a la semana que fija el Estatuto de los Trabajadores en Espa?a, adem¨¢s de ser una vieja reivindicaci¨®n del movimiento obrero (¡°ocho horas de trabajo, ocho de descanso y ocho de instrucci¨®n¡±), tratan de limitar los efectos que tienen sobre la salud horarios m¨¢s prolongados.
¡°La duraci¨®n de la jornada est¨¢ dentro de los factores de riesgo psicosocial [los que se originan por la organizaci¨®n del trabajo y generan reacciones fisiol¨®gicas]¡±, explica Sof¨ªa Vega, experta de la Unidad de Ergonom¨ªa y Psicosociolog¨ªa del Centro Nacional de Condiciones de Trabajo, perteneciente al Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST). ¡°Y como es una cuesti¨®n organizativa de las empresas, las sugerencias para prevenir riesgos no suelen ser muy bienvenidas¡±, se queja.
Seg¨²n la encuesta nacional de condiciones de trabajo, realizada por el INSST, trabajar en horarios at¨ªpicos ¡ªes decir, en fines de semana, con jornadas de m¨¢s de 10 horas, a turnos o por la noche¡ª afecta a una proporci¨®n significativa de empleados espa?oles: el 54% trabaja los s¨¢bados, el 33% los domingos, el 27% realiza una jornada diaria de m¨¢s de 10 horas y el 22% tiene horario nocturno. El 65% de los espa?oles no puede decidir su horario laboral.
Las jornadas excesivas tienen unas consecuencias sobre la salud, ¡°la m¨¢s evidente es la acumulaci¨®n de fatiga si no hay un periodo de descanso adecuado entre jornada y jornada¡±, se?ala Vega. ¡°Hay evidencia cient¨ªfica de que produce patrones de sue?o irregulares, aumenta el riesgo de tabaquismo y de consumo de alcohol, empeora la dieta y disminuye el ejercicio f¨ªsico¡±, agrega. Y ah¨ª est¨¢ el ejemplo de Musk para probarlo. En una entrevista publicada en agosto en The New York Times (NYT), el empresario de origen sudafricano mostraba dificultades para hablar, confesaba tener que recurrir a somn¨ªferos para conciliar el sue?o y al llamado bulletproof coffee ¡ªcaf¨¦ mezclado con mantequilla y considerado un alimento saludable en Silicon Valley¡ª para despertarse. Poco despu¨¦s, el fundador de Tesla apareci¨® en un podcast fumando marihuana y bebiendo whisky, diciendo que el alcohol es una droga a la que le tiene mucho aprecio.
Pero no son los ¨²nicos efectos probados por la ciencia. La sobrecarga de trabajo produce mayor probabilidad de estr¨¦s laboral, de depresi¨®n y de hipertensi¨®n. A estos riesgos se suman los que impactan sobre la capacidad de pensar, las dificultades de razonamiento y la disminuci¨®n de las competencias verbales; lo que puede explicar los problemas de Musk para expresarse en la citada entrevista.
La combinaci¨®n de todos estos factores, advierte Sof¨ªa Vega, aumenta las posibilidades de tener accidentes en el centro de trabajo, as¨ª como los llamados in itinere (los que ocurren desplaz¨¢ndose hacia o desde la oficina). Algo que llevan tiempo advirtiendo los sindicatos. UGT y CC OO emitieron recientemente un comunicado denunciando que ¡°la intensificaci¨®n de los ritmos y de las cargas de trabajo, junto con el debilitamiento de la negociaci¨®n colectiva y las conductas irresponsables y, en muchos casos, delictivas de muchos empresarios configuran un escenario que evidencia un retroceso importante en la prevenci¨®n y en las condiciones de trabajo que nos trasladan a situaciones superadas y ponen en grave peligro la salud de la poblaci¨®n trabajadora¡±.
Las jornadas prolongadas suelen ser fren¨¦ticas. Seg¨²n el INSST, la intensidad en el trabajo, que es la suma de plazos de entrega demasiado ajustados y la necesidad de trabajar a m¨¢s velocidad, es sufrida con mayor frecuencia por las personas con horarios interminables.
Elon Musk decidi¨® aumentar los turnos en la factor¨ªa de Fremont (California) para que estos abarcasen las 24 horas del d¨ªa. Poco despu¨¦s se supo que Fremont exced¨ªa la media de accidentes laborales del sector del autom¨®vil. Ana Garc¨ªa, secretaria confederal de Salud Laboral de UGT, explica que en las grandes industrias espa?olas ¡ªcomo la del autom¨®vil¡ª, hay menos abusos debido a la fuerte presencia sindical. Sin embargo, explica, ¡°este es un pa¨ªs de pymes y micropymes¡±, lo que hace que los trabajadores no siempre puedan tratar en igualdad de condiciones con sus jefes. Aqu¨ª, adem¨¢s, las sanciones por las jornadas abusivas son m¨¢s estrictas que en EE UU. ¡°Son una infracci¨®n administrativa grave¡±, recuerda Ferm¨ªn Y¨¦benes, inspector de trabajo en Sevilla y portavoz de Uni¨®n Progresista de Inspectores de Trabajo (UPIT). ¡°Se pague lo que se pague a los trabajadores que sufren estas jornadas, se est¨¢ atentando contra su salud, su dignidad y su bolsillo¡±, afirma.
Adem¨¢s, explica Y¨¦benes, las empresas de tecnolog¨ªa, como los admirados ejemplos del Silicon Valley californiano, pagan unos sueldos inusualmente bajos. ¡°Tenemos a gente muy cualificada cobrando unos salarios que est¨¢n por debajo de otros equivalentes en el mercado¡±, aprecia el inspector.
Por ¨²ltimo, la falta de posibilidad de conciliar vida laboral y familiar producida por estos maratones laborales afecta m¨¢s a las personas cuanto menor es su nivel de ingresos, seg¨²n Sof¨ªa Vega. Musk confesaba, casi llorando, a The New York Times que pas¨® su cumplea?os encerrado en la f¨¢brica. Pero su caso es distinto al de los trabajadores con menos recursos, que no tienen la posibilidad de compatibilizar su vida laboral con las obligaciones familiares.
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