Uber permitir¨¢ coger taxis a trav¨¦s de su aplicaci¨®n en Espa?a

Uber abrir¨¢ su aplicaci¨®n a los taxistas. Ya est¨¢ en negociaciones con las principales asociaciones del sector para adaptar su plataforma y poder dar el servicio espec¨ªfico de taxi. De esta forma, la que ha sido considerada la gran rival y amenaza de los taxistas permitir¨¢ muy pronto que desde su plataforma se puedan contratarse indistintamente VTC (veh¨ªculos de alquiler con conductor) o taxis tradicionales.

As¨ª lo ha anunciado el director general de Uber en Espa?a, Juan Galiardo (Santa Cruz de Tenerife, 1988), en una entrevista con EL PA?S. Asegura que la multinacional no solo descarta desinvertir en Espa?a tras el pol¨¦mico real decreto que restringe la actividad de los VTC ¡ªque convalid¨® el Congreso el pasado jueves¡ª, sino que tiene importantes planes de expansi¨®n para convertirse en una plataforma "multimodal" que integre todos los medios de transporte (VTC, taxi, bicicleta, patinete, carsharing y motosharing) .

La empresa va a fichar a un directivo para que se haga espec¨ªficamente cargo de las posibilidades de este nuevo servicio de taxi en todos los pa¨ªses del Sur de Europa, una iniciativa que acaba de estrenarse como piloto en Italia. La idea es competir con plataformas como MyTaxi, Radio taxi y, en general, con todas las radioemisoras pero mejorando las prestaciones.

Objetivo: competir con MyTaxi

¡°Queremos adaptar la app para dar un servicio similar al que da MyTaxi y competir directamente con este tipo de plataformas. Llevamos meses hablando con mucha gente del sector, desde asociaciones de taxistas a empresas que hacen cosas parecidas a MyTaxi, radioemisoras, expertos en estudios de mercado¡­ El contexto actual de incertidumbre no ayuda, pero somos optimistas de que en los pr¨®ximos meses vamos a empezar a poder trabajar con el taxi como ya lo hacemos en Grecia, Jap¨®n, Estados Unidos o Israel¡±, asegura.

En este sentido, Galiardo indica que Uber a escala mundial est¨¢ realizando una ¡°inversi¨®n brutal¡± para adaptar la app al taxi, integrando el tax¨ªmetro a la aplicaci¨®n para que el sistema detecte y procese toda la informaci¨®n que le suministre el aparato.

El directivo se muestra optimista pese al clima de enfrentamiento entre los taxistas y plataformas como Uber y Cabify que han derivado incluso en actos de violencia y vandalismo. ¡°Algunas asociaciones de taxistas con un marco mental muy radical han promovido la idea de que somos el enemigo y nada m¨¢s lejos de la realidad. La idea de que podemos trabajar con el taxi para mejorar la movilidad es evidente. Tenemos la oportunidad de lanzar un producto para el taxi y romper esa din¨¢mica de conflicto y esa idea de que tenemos que estar permanentemente enfrentados y que esto es un juego de suma cero. Creemos que podemos dar un servicio comparable al que da MyTaxi y mejorarlo. E igual que competimos ahora con Cabify en las VTC competir tambi¨¦n MyTaxi y las radioemisoras¡±, afirma.

Error de Uberpop

Galiardo reconoce que la entrada en Espa?a con el lanzamiento de Uberpop, un servicio prestado por conductores no profesionales y paralizado judicialmente, fue ¡°un error¡±. ¡°No entendimos la idiosincrasia del pa¨ªs ni las necesidades de la poblaci¨®n. Aquello est¨¢ definitivamente cerrado¡±, explica.

Sobre el decreto-ley aprobado por el Congreso, el directivo se?ala que genera mucha incertidumbre regulatoria, lamenta que no haya habido di¨¢logo y no se aborde el problema estructural del sector: ¡°No se ha sentado a las partes para dirimir las causas del conflicto a diferencia de otros lugares como en Portugal donde se debati¨® durante dos a?os. No es un enfoque correcto y puede ser una oportunidad perdida¡±.

No obstante, el director de Uber Espa?a cree que ¡°lo importante es lo que va a pasar a partir de ahora¡±. ¡°Todos estamos de acuerdo en que VTC y taxi tiene que operar y competir en igualdad de condiciones. Nadie lo pone en duda. La pregunta es si para garantizar esa competencia las comunidades aut¨®nomas lo que tienen que hacer es imponer a las VTC las mismasrestricciones que quiere la VTC sin preguntar si tienen sentido o no de cara al ciudadano. O si, por el contrario, lo l¨®gico es eliminar algunas restricciones del taxi que a lo mejor ten¨ªan sentido hace 30 a?os pero ya no la tienen, y flexibilizar tarifas permitiendo que bajen en horarios valle o introducir el taxi compartido¡±, dice.

El ejecutivo indica que no entiende la animadversi¨®n de determinados ayuntamientos como el de Barcelona hacia las VTC, gobernado por Podemos. "La colaboraci¨®n p¨²blica-privada se ha te?ido de un tinte ideol¨®gico que hace que la posici¨®n de Uber sea muy complicada porque ni si quiera te quieren recibir. Barcelona es una las ciudades donde m¨¢s demanda hay por la cantidad de turistas que recibe. Es equivocado pensar en el ratio 1/30 entre VTC y taxis. Madrid y Barcelona son una de las ciudades que menos licencias de taxis y VTC tienen por habitante. Barcelona tiene 2,2 taxis mas VTC por cada mil Habitantes; Madrid tiene 3,6 y, sin embargo, hay 6 en Par¨ªs y 12 en Londres. Por tanto, necesitamos m¨¢s coches en la ciudad", se?ala.

Galiardo espera que se llegue a un consenso general sobre las necesidades de movilidad pero si finalmente cuando se cumpla el plazo de cuatro a?os los ayuntamientos deciden retirar licencias de VTC no descartan adoptar ninguna medida: "Estamos evaluando la situaci¨®n con nuestros servicios jur¨ªdicos y no descartamos acciones legales si se va en la direcci¨®n de expropiar retroactivamente o introducir injustificadamente que no sean proporcionales".

Respecto a la tributaci¨®n, el directivo recuerda que los socios transportistas de VTC pagan todos sus impuestos en Espa?a y tributan m¨¢s que los taxistas. Admite que Uber, sin embargo, tiene su sede fiscal en Holanda y tributa all¨ª por los ingresos que obtiene de su comisi¨®n del 25% "de acuerdo con la legislaci¨®n vigente en Europa y en Espa?a".

Tambi¨¦n rechaza las acusaciones del explotaci¨®n laboral para los ch¨®feres: "Por suerte, el sector de la VTC tiene un convenio laboral propio que regula las horas de trabajo. Habr¨¢ casos puntuales como en cualquier sector en el que el convenio no se respete. Los asalariados cobran entre 1.200 y 1.300 euros al mes y se cumple la jornada laboral. A veces, lo que sucede es que hay confusi¨®n entre las horas de trabajo y de disposici¨®n. Hemos lanzado una funcionalidad que impide que cualquier conductor pueda estar conduciendo ininterrumpidamente m¨¢s horas de las permitidas".