La resistencia contra el ¡®Black Friday¡¯

Quiso ser un desahogo y se convirti¨® en una mecha. ¡°Hoy me he levantado reivindicativa y es que llevo mucho tiempo d¨¢ndole vueltas al problema al que nos enfrentamos las firmas del sector de la moda y las tiendas multimarca con respecto al cambio clim¨¢tico¡±. Beatriz Baldasano, due?a de la firma de moda infantil D¨ªmelo Hilando, comenzaba as¨ª una publicaci¨®n en Instagram el pasado 5 octubre. Las adhesiones se multiplicaron con rapidez y derivaron en un multitudinario grupo de Whatsapp. Un mes despu¨¦s nac¨ªa Pido un cambio, una plataforma promovida por peque?os comerciantes, para los que resulta dram¨¢tico que las estaciones y las temporadas de moda ya no coincidan y que las grandes cadenas hayan impuesto la oferta permanente. El calendario ha querido que la primera iniciativa de muchos miembros de este grupo, que re¨²ne 500 establecimientos y firmas -seg¨²n datos de la organizaci¨®n-, haya sido no sumarse al Black Friday. Decisi¨®n que se ha replicado sin parar en redes sociales.

¡°Te levantas con la pierna cruzada y est¨¢s cansada. No sab¨ªa que iba a tener esta repercusi¨®n¡±, asegura Baldasano, seis semanas despu¨¦s de publicar aquel mensaje en Instagram. Este a?o, a diferencia de los anteriores, ha decidido renunciar al Black Friday, aunque insiste en que no critica a quien lo hace. ¡°Es el punto de inflexi¨®n. Es una cuesti¨®n de coherencia con aquello que pensamos en Pido un cambio¡±, explica, mientras se muestra sorprendida por la buena acogida de la decisi¨®n. ¡°Tendr¨¦ que hacer balance, pero no me sirve de nada vender 5.000 euros si me tiro tres semanas sin vender. Y luego, ?vuelvo a venderlo al precio anterior?¡±, se pregunta. Como ella, peque?os comercios y firmas que se han sumado al movimiento #pidouncambio -en su mayor¨ªa de moda infantil y de mujer- creen que la estrategia de descuentos continuados, posibles desde 2012 gracias a la liberalizaci¨®n de los periodos de rebajas y entre los que se encuentra el Black Friday, les perjudica.

¡°Hacer un descuento de un 10% o un 15% es mucho porque trabajamos con m¨¢rgenes muy peque?os¡±, argumenta Roc¨ªo Louz¨¢n, presidenta de la Asociaci¨®n de Comerciantes Zona Aberta de Vilagarc¨ªa de Arousa (Pontevedra). Ella, como m¨¢s de un centenar de compa?eros del colectivo que dirige, tampoco har¨¢ rebajas la pr¨®xima semana en su tienda de bicicletas. ¡°Mucha parte de la culpa tambi¨¦n la tuvimos nosotros. Nos dejamos asombrar por lo que hac¨ªan los grandes y no podemos seguir el ritmo que tienen ellos¡±, considera. Louz¨¢n apunta al cambio clim¨¢tico como otro de los principales problemas a los que se enfrentan. ¡°Se tiene ropa de invierno en pleno agosto y aqu¨ª, en el puente del Pilar, est¨¢bamos a¨²n en la playa. ?C¨®mo vas a vender ropa de abrigo?¡±, plantea.

M¨®nica Cordera y su hermana Mar¨ªa, de 31 y 26 a?os, van m¨¢s all¨¢. No solo han decidido no aplicar descuentos por el Black Friday, sino que se plantean eliminar las rebajas de su modo de venta. ¡°El a?o pasado pensamos que ojal¨¢ este tuvi¨¦ramos la valent¨ªa suficiente para decir no¡±, cuenta la mayor de las dos, al tiempo que asegura entender a quienes temen dar el paso. ¡°No sabes c¨®mo va a reaccionar la clientela. Ten¨ªamos miedo al rechazo¡±, confiesa. Cordera argumenta su decisi¨®n, tanto por la filosof¨ªa de su marca, como por el deseo de ser justa con sus clientas habituales y su oposici¨®n a la compra compulsiva: ¡°El tipo de consumo en el textil tiene que cambiar a menos y a m¨¢s consecuente¡±.

Precisamente, Alejandro Arias, uno de los portavoces de Pido un cambio, sostiene que el peque?o comercio libra una doble batalla: la del cambio clim¨¢tico y la de la modificaci¨®n de los h¨¢bitos de los consumidores. ¡°La inquietud original del colectivo vino por el desfase de las temporadas con la climatolog¨ªa. Ya no se compran abrigos en septiembre. La gente quiere comprar y pon¨¦rselo. Vas a tener estancada la ropa y la vas a estar quemando en el escaparate durante semanas. La clave es que las rebajas empiecen cuando tienen que empezar y que desde el propio sector nos autoregulemos¡±, expone Arias. Como primeros pasos, este exconsultor de empresas ha comenzado a realizar una base de datos y a pedir informaci¨®n a las tiendas sobre sus proveedores para que el trabajo, en un futuro, sea conjunto. Para acabar con la situaci¨®n, la iniciativa no propone una imposible vuelta al pasado sino una evoluci¨®n del modelo actual: ¡°Queremos estrategias de venta que atraigan al p¨²blico, pero no a trav¨¦s del descuento continuado. No pretendemos solucionar el problema en diez d¨ªas ni obligar a nadie. Es una carrera de largo recorrido¡±.