Emprendedores que venden relojes que plantan ¨¢rboles

Por cada producto vendido, Guillermo y Carlos ??iguez plantan un ¨¢rbol. Con esa intenci¨®n de devolver lo prestado naci¨® su empresa de moda sostenible One Oak, que vende relojes de madera certificada, gorras y mochilas hechas con botellas de pl¨¢stico recicladas. La compa?¨ªa, nacida en el madrile?o barrio del Carmen en Madrid y que vende por Internet, factur¨® 150.000 euros en 2017. El 95% de sus ventas se dan en Espa?a. ¡°Queremos hacer marca aqu¨ª, concentrarnos en proyectos de reforestaci¨®n que la gente pueda sentir suyos¡±, cuenta Guillermo. El a?o que viene intentar¨¢ tener mayor presencia en Europa, que supone un 5% de su volumen de negocio actual. ¡°Empezaremos por los pa¨ªses m¨¢s concienciados¡±.

¡°El medio ambiente preocupa a nuestra generaci¨®n [tienen 28 y 31 a?os]. Quer¨ªamos emprender en algo que tuviera que ver con la sostenibilidad ambiental, con impacto positivo¡±, dice Carlos. ¡°Pensamos en una marca de complementos sostenibles donde el dise?o juegue un papel importante, que sean de madera certificada y que a trav¨¦s de reforestaciones devolvamos mucha m¨¢s madera de la que se utiliza¡±, completa Guillermo.

Empezaron a vender en 2016 relojes y gorras; este a?o y en vista de las previsiones ¡ªa dos meses del cierre, creen que har¨¢n 600.000 euros en ventas¡ª dejaron sus trabajos de ingeniero y consultor, respectivamente, para centrarse en la empresa. Emplean a tres personas que hacen marketing, comunicaci¨®n y dise?o gr¨¢fico y tienen una red de diez aut¨®nomos para las ¨¢reas de web, audiovisual y log¨ªstica. Carlos se dedica a operaciones y producto y Guillermo a ventas, marketing digital y sostenibilidad.

Su primera inyecci¨®n de dinero fueron los ahorros logrados durante los primeros a?os de trabajo de Carlos y Guillermo ??iguez: 35.000 euros. En 2018 han realizado una ampliaci¨®n de capital y recibido un pr¨¦stamo de ENISA de 70.000 euros. ¡°Nuestro modelo de negocio despierta mucho inter¨¦s entre fondos de inversi¨®n ¨¦ticos y empresas que buscan ser m¨¢s sostenibles¡±, explica Guillermo. Su objetivo es reducir hasta en un 50% su impacto ambiental como empresa.

Les gusta supervisar cada proceso en persona, incluida la reforestaci¨®n, que empieza con la localizaci¨®n de espacios y cuidado de ¨¢rboles en viveros. Hace dos semanas estuvieron en As Neves (Pontevedra), una de las zonas m¨¢s castigadas por los incendios en octubre de 2017. Replantaron 1.500 fresnos y abedules ¡ª¡°nunca eucaliptos, siempre frondosas¡±, insisten¡ª para crear un cortafuegos natural en la ribera del Mi?o con la ayuda de 200 voluntarios y del Concello. ¡°Buscamos un efecto multiplicador: que gracias a tu compra se devuelve al planeta much¨ªsima m¨¢s madera de la que utilizamos y por supuesto esto sirve para luchar contra el cambio clim¨¢tico gracias a la compensaci¨®n de carbono¡±, explica Carlos.

Huella de carbono

En su web publican junto a cada producto la huella de carbono. Su tienda electr¨®nica hace 80 euros al d¨ªa de cesta media. ¡°Los proyectos de reforestaci¨®n que dise?amos y ejecutamos son algo m¨¢s que plantar ¨¢rboles en zonas necesitadas; buscamos que los clientes se involucren en el cuidado del entorno natural y que la gente se conciencie¡±. Preguntados por la moda en que se est¨¢ convirtiendo lo verde, insisten en que les preocupa ¡°la ligereza¡± con la que se usa la palabra sostenibilidad.

¡°En este mundo las marcas dicen muchas cosas y no siempre se es preciso ni correcto en lo que se vende¡±, remarcan. Por eso, nada m¨¢s nacer contrataron a la consultora de ecodise?o vasca Ik. ¡°Les llamamos por un objetivo doble: rigor de los datos y que nos auditaran los mensajes para asegurarnos de que eran adecuados¡±, cuentan. Adem¨¢s, calculan su huella de carbono y ayudan a informar a los clientes en detalle de las consecuencias de sus compras. ¡°Queremos un extra de coherencia, no solo compensar huella de carbono sino utilizar madera con sello FSC [siglas en ingl¨¦s de Consejo de Administraci¨®n Forestal] que devuelva madera respetuosa¡±, concluye Guillermo.