La t¨®xica relaci¨®n entre moda y naturaleza
Una exposici¨®n en Londres explora el da?o que la industria de la moda ha causado al planeta y se hace eco de iniciativas para un futuro sostenible
En los casi 150 a?os que median entre un vestido de muselina de 1868, decorado con 5.000 alas extra¨ªdas de escarabajos vivos, y el modelo de Calvin Klein realizado a partir de botellas de pl¨¢stico recicladas que Emma Watson llev¨® a la gala del MET en 2016 se ha recorrido un largo camino. Ambas prendas forman parte de la nueva exposici¨®n Fashioned from Nature, que podr¨¢ visitarse en el Victoria & Albert Museum de Londres hasta el 27 de enero de 2019, y simbolizan polos opuestos de su hilo conductor: la relaci¨®n entre moda y naturaleza. O m¨¢s concretamente, c¨®mo el abuso de los recursos naturales por parte de esta industria ha tenido consecuencias devastadoras para el medio ambiente y el mundo animal.
En total, el museo ha reunido unas 300 prendas y objetos ¡ªde lo bello a lo perturbador¡ª, que se remontan a principios del siglo XVII y llegan hasta el futuro (en la secci¨®n final se incluyen prototipos fabricados con tejidos tan revolucionarios que a¨²n no son viables comercialmente). ¡°Muy a menudo, la ropa que vestimos refleja nuestro amor por la naturaleza. Como contrapunto, la moda depende de ella para obtener sus materias primas; es una relaci¨®n agridulce", explica Edwina Ehrman, comisaria de la exposici¨®n, a EL PA?S. "He querido plantear dos preguntas: ?C¨®mo podemos dise?ar una industria de la moda m¨¢s sostenible? Y ?qu¨¦ podemos aprender del pasado?".
Estructurada en dos niveles, en el piso de abajo se ilustra de forma cronol¨®gica la introducci¨®n de materiales como la seda, el algod¨®n, la lana o el lino, y el impacto altamente contaminante de la posterior revoluci¨®n textil, que abri¨® la puerta a la moda de masas. Tambi¨¦n se refleja el gusto de cada ¨¦poca con prendas y accesorios creados con pieles, plumas o huesos de animales (adem¨¢s del citado vestido con alas de escarabajo, una de las piezas m¨¢s chocantes son unos pendientes de 1875 con cabezas de p¨¢jaros disecados). Pero tambi¨¦n se presenta a los pioneros del activismo medioambiental, y se muestran materiales que, ya desde el siglo XIX, se publicitaban como una alternativa a los de origen animal. ¡°El m¨¢s exitoso fue el marfil vegetal, lo que demuestra que cuando un gran n¨²mero de gente se niega a usar un producto animal, los fabricantes dan con otra posibilidad¡±, apunta Ehrman.
En el piso superior, centrado en los siglos XX y XXI, piezas de Gaultier, Alexander McQueen, Dior o Christopher Kane dan fe de lo prol¨ªfica que resulta la naturaleza como musa. Una de esas prendas, un vestido estampado con huevos de ave de la colecci¨®n de Costura de 2016 de Giles Deacon, es, por su simbolismo sutil, la favorita de la comisaria. ¡°Lo llam¨® el 'vestido Faberg¨¦' porque los huevos de p¨¢jaro son tan valiosos como los incrustados de joyas de Faberg¨¦¡±, se?ala. Adem¨¢s, una zona dedicada al activismo reivindica la defensa del planeta de dise?adores como Vivienne Westwood, colectivos como Greenpeace o movimientos como Fashion Revolution ¡ªque precisamente esta semana celebra su gran evento anual, la Fashion Revolution Week¡ª, surgido a ra¨ªz de la tragedia del Rana Plaza cinco a?os atr¨¢s.
Desde propuestas factibles como remendar la ropa o no lavarla tan a menudo al desarrollo de tejidos tan innovadores como la ¡°fibra de naranja¡± utilizada por Ferragamo o los dise?os con ¡°seda de ara?a¡± de Stella McCartney con Bolt Threads, la parte final de la muestra aborda el potencial de dise?adores y consumidores para convertirse en parte de la soluci¨®n en vez del problema. ¡°Alguien me dijo el otro d¨ªa que los consumidores no se preocupan, y no creo que sea cierto. Pero necesitan ayuda para aprender a tomar mejores decisiones. Me gustar¨ªa que los visitantes se queden con la sensaci¨®n de que estamos haciendo progresos y, desde luego, no busco que nadie se sienta culpable", afirma Ehrman. La exposici¨®n llega en un momento oportuno: la sostenibilidad est¨¢ en el centro del debate y los grandes conglomerados de lujo est¨¢n reevaluando su posici¨®n en ¨¦l.
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