?Qu¨¦ se crea en el ¨²nico laboratorio de econom¨ªa circular de Europa?

Un pl¨¢stico fabricado a partir de restos de frutas y verduras que se puede reciclar, compostar y biodegradar en el mar es la novedad m¨¢s importante presentada por los investigadores de TheCircularLab, un laboratorio de econom¨ªa circular pionero en Europa en el que se desarrollan m¨¢s de 100 proyectos con un objetivo: dejar atr¨¢s la era del usar-tirar y responder al reto ambiental que plantea el planeta. ¡°Est¨¢ claro que vamos tarde, es una realidad. Ahora la urgencia nos hace pensar fuera de la caja¡±, analiza ?scar Mart¨ªn, consejero delegado de Ecoembes, la entidad que cobija este centro de iniciativa abierta ubicado en Logro?o (La Rioja). En ¨¦l, trabajan m¨¢s de 50 estudiantes, 20 startups y 200 colaboradores externos en proyectos relacionados con el envase del futuro, la gesti¨®n inteligente de los residuos, la ciencia ciudadana y el emprendimiento.

Pl¨¢stico desde la piel de una fruta

"Un ejemplo de c¨®mo ser¨¢n los envases del futuro". As¨ª define Zacar¨ªas Torbado, director de TheCircularLab, el trabajo de Jorge Garc¨ªa y su equipo, que en seis meses han creado un pl¨¢stico bio-bio que nace de la naturaleza y puede volver a ella sin impacto ambiental alguno. "El primer bio es por biobasado. Partimos de un recurso natural como son los residuos de frutas y verduras, que es la primera vez que se hace. El segundo es por biodegradable, ya que este pl¨¢stico, al final de su vida ¨²til, se puede descomponer en CO2, agua y biomasa", explica Garc¨ªa, que a?ade que el material, adem¨¢s, es reciclable y se puede compostar por los medios habituales.

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Desarrollado junto al centro tecnol¨®gico AINIA, el compuesto servir¨¢ en el futuro para fabricar diversos productos, como muestran las pruebas de producci¨®n: platos, botellas, fundas de m¨®vil, cajas. "Otra ventaja es que sirve para fabricar envases de un solo material", ampl¨ªa Garc¨ªa, "una caracter¨ªstica que facilita su recuperaci¨®n posterior". Seg¨²n los investigadores, la materia prima necesaria para su producci¨®n provendr¨¢ de los excedentes del sector restauraci¨®n y de mercados municipales, entre otros generadores de basura org¨¢nica. El biopl¨¢stico se someter¨¢ ahora a distintos controles y certificaciones para su aprobaci¨®n, un proceso que podr¨ªa alargarse hasta los cinco a?os.

Un cerebro del reciclaje

A.I.R-E es un asistente virtual con una misi¨®n: aclarar cualquier duda cotidiana sobre reciclaje. Integrable en dispositivos como Alexa de Amazon y disponible para Facebook Messenger, IOS y Android, el bot responde a las preguntas de viva voz del usuario y reconoce fotograf¨ªas que se le env¨ªen, como por ejemplo la de un desecho que un ciudadano no sepa d¨®nde depositar. "Posee una base de datos de m¨¢s de 6.000 productos y materiales con la que lo hemos entrenado", asegura Lucho Palombarani, responsable del proyecto, que se?ala que esta inteligencia artificial aprende por retroalimentaci¨®n: "Si el bot es incapaz de responder una pregunta, te lo dice abiertamente. Despu¨¦s, un operario le ense?ar¨¢ la respuesta correcta y cada vez ser¨¢ menos probable que falle".

El asistente, desarrollado junto a Accenture, se apoya en Google Translate para ofrecer respuestas en castellano y el resto de lenguas cooficiales. Seg¨²n Palombarani, ser¨¢ compatible con Twitter e insertable en cualquier p¨¢gina web de manera gratuita.

?Cu¨¢nto afecta un envase al planeta?

En colaboraci¨®n con el Instituto Fraunhofer, Ana Rivas y su equipo han establecido una metodolog¨ªa, llamada ACV, para conocer con exactitud el impacto ambiental de un envase en todo su ciclo de vida y mejorar as¨ª las decisiones sobre su dise?o. "Es algo que Europa est¨¢ demandando. La propia directiva marca que hay que facilitar al usuario el conocimiento de la sostenibilidad de los envases", explica Rivas.

La materializaci¨®n de su metodolog¨ªa ser¨ªa similar a la calificaci¨®n energ¨¦tica que reciben las viviendas. "En este caso, es una etiqueta que pondera cuatro categor¨ªas: impacto ambiental, tratamiento (lo f¨¢cilmente seleccionable en planta que sea el residuo), segunda vida (su reciclabilidad y el valor de la materia prima obtenida) y funcionalidad (el papel esencial que tiene el envase para evitar sobreenvasados y a?adidos superfluos)", detalla la investigadora. "El fin es dar dar esa informaci¨®n a empresas y usuarios para que despu¨¦s ellos tomen las decisiones adecuadas".

Envases, big-data y universidades

Entre el centenar de proyectos activos del centro destaca el observatorio del envase del futuro, una herramienta para estar al tanto de los avances del sector que ofrece informaci¨®n analizada y filtrada por expertos. Tambi¨¦n Smartwaste, una plataforma abierta a administraciones que se nutre de informaci¨®n socioecon¨®mica para analizar la calidad del reciclaje por barrios e incluso por edificios, y curar as¨ª posible puntos ciegos de reciclaje o acometer eventos de gran generaci¨®n de basura. La aplicaci¨®n ya se est¨¢ probando en varios lugares, entre ellos La Rioja, Cantabria y Baleares.

TheCircularLab, en el que se ha invertido se han invertido ya 6,9 millones de euros de los 10 millones planeados inicialmente, acoge tambi¨¦n talleres de emprendimiento joven organizados por Campus ?berus, un proyecto de las universidades p¨²blicas de las Comunidades Aut¨®nomas de Arag¨®n y La Rioja, de la Comunidad Foral de Navarra y de la provincia de Lleida en Catalu?a. En ellos, se proponen retos a los estudiantes para que ideen soluciones para un mejor reciclaje y se estudian l¨ªneas formativas relacionadas con disciplinas como el ecodise?o.