La proclama del profesor Quint¨¢s sobre la extinci¨®n de las cajas
El expresidente de la CECA publica un alegato en el que culpa a Gobiernos y supervisores de haber permitido la desapareci¨®n del sector
La Real Academia de Ciencias Econ¨®micas y Financieras acaba de publicar con acertada puntualidad y se supone que no por casualidad, a la vista de las conclusiones de la Comisi¨®n de Investigaci¨®n del Congreso de los Diputados sobre la crisis financiera, el trabajo Cajas de Ahorros espa?olas. Cr¨®nica de una muerte s¨²bita de Juan Ram¨®n Quint¨¢s Seoane, acad¨¦mico correspondiente para Galicia de la instituci¨®n. El informe del que fuera presidente de la Confederaci¨®n Espa?ola de Cajas de Ahorros (CECA) entre 2002 y 2010 y director general los ocho a?os anteriores disecciona la evoluci¨®n del sector, sobre todo durante la crisis, y el ¡°cambio de paradigma¡± que supuso la r¨¢pida desaparici¨®n las entidades despu¨¦s de casi dos siglos de historia.
El catedr¨¢tico gallego, no contento con la repercusi¨®n que tuvo su intervenci¨®n en la citada comisi¨®n en octubre de 2017 en la que no dej¨® t¨ªtere con cabeza, vuelve a lanzar mandadobles a diestro y siniestro: desde las malas pr¨¢cticas de las cajas hasta los problemas de gobernanza, pasando por las responsabilidades de los Gobiernos (central y auton¨®micos) y del Banco de Espa?a.
Para Quint¨¢s hay una causa remota en la aparici¨®n de la crisis de las cajas (¡°la inoculaci¨®n de la politizaci¨®n mediante la LORCA [Ley de los ?rganos Rectores de las Cajas Ahorros], la colonizaci¨®n de las cajas por los pol¨ªticos se desarrolla r¨¢pidamente desde entonces, gracias a la elaboraci¨®n por las comunidades aut¨®nomas de los estatutos de autonom¨ªa¡±) y una causa pr¨®xima (¡°las malas pr¨¢cticas de gobierno corporativo de muchas cajas, derivadas en buena parte de aquella colonizaci¨®n pol¨ªtica y estimuladas no pocas veces por el notable activismo de promotores inmobiliarios y otros emprendedores regionales¡±).
¡°La reforma es un caso de arbitrariedad en el que se usaron las malas pr¨¢cticas como pretexto¡±
Luego sit¨²a en el centro de las culpas, como ¡°cooperadores necesarios¡± de las gestaci¨®n y evoluci¨®n de la crisis, a los reguladores y supervisores de los sucesivos gobiernos de Espa?a y de las comunidades aut¨®nomas, ¡°merced a las malas pr¨¢cticas, errores de estrategia y, muy especialmente, en raz¨®n de sus letales retrasos en la aplicaci¨®n de las adecuadas medidas correctoras que permitiesen la supervivencia del sector¡±. En algunos casos, ¡°hechos declarados delictivos por los tribunales que, lamentablemente, se han observado a lo largo de los ¨²ltimos a?os en las conductas de cajas, reguladores y supervisores¡±. Y, como coadyuvante, ¡°una crisis econ¨®mica global de duraci¨®n, evoluci¨®n e intensidad excepcionales que actu¨® como detonante y catalizador de todo el proceso¡±.
Alrededor de todo esto bascula un alegato del que salva a muy pocos. Quint¨¢s, que se fue con mal cuerpo de la CECA porque no se mostraba muy conforme con lo que se coc¨ªa dentro y fuera de la instituci¨®n, sangra por la herida. Para ¨¦l, las pol¨ªticas sobre el sector emprendidas por los gobiernos auton¨®micos y el propio Gobierno central no ayudaron al sector ni apostaron firmemente por su continuidad apelando a menudo y a veces de forma gratuita a directrices europeas.
¡°Tampoco estuvo diligente el Gobierno en la interacci¨®n con el Banco de Espa?a en cuanto al dise?o y aplicaci¨®n de medidas adecuadas para prevenir los riesgos de insolvencia que amenazaban al sector¡±, dice el profesor, que a?ade que ¡°prueba de ello fue su total desconsideraci¨®n del alarmante contenido de la c¨¦lebre carta que en mayo de 2006 dirigieron los inspectores del Banco de Espa?a al ministro de Econom¨ªa.
¡°Los Gobiernos auton¨®micos empujaron a condonar pr¨¦stamos a los partidos pol¨ªticos¡±
A su juicio, ¡°la reforma espa?ola es un claro caso de arbitrariedad, en el que las malas pr¨¢cticas de los administradores se aprovechan como pretexto para extinguir a efectos pr¨¢cticos la Instituci¨®n, afectando a todo el sector, en lugar de sancionar a los responsables y reformar la regulaci¨®n para eliminar los problemas de gobernanza que estimularon o hicieron posible aquellas malas pr¨¢cticas¡±. ¡°Los que ha emergido de la crisis es un sistema financiero peor que aquel con el que comenzamos¡±, mantiene.
Seg¨²n Quint¨¢s, la politizaci¨®n provoc¨® la captura de las cajas. ¡°Los poderes p¨²blicos regionales con frecuencia eligieron sus representantes en los ¨®rganos de gobierno y control atendiendo m¨¢s a criterios de afinidad pol¨ªtica que a los de competencia para el cargo, aunque es bien cierto que no pocas veces el elegido demostr¨® poseer tambi¨¦n las dotes de profesionalidad adecuadas¡±. ¡°Fue frecuente que los Gobiernos auton¨®micos trataran de influir y orientar las decisiones a funciones que las cajas no estaban preparadas, como actuar como bancos p¨²blicos, y las empujaron a condonar pr¨¦stamos concedidos a partidos pol¨ªticos. Los consejos ignoraban el riesgo al que se enfrentaban como concesi¨®n de cr¨¦ditos sin garant¨ªas suficientes¡±, remata.
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