Humanizar la econom¨ªa
El discurso pol¨ªtico est¨¢ dominado por el economicismo y alejado de las preocupaciones de los ciudadanos
Para la mayor¨ªa de los ciudadanos ha sido una sorpresa la aparici¨®n con fuerza de un partido de extrema derecha como Vox en Andaluc¨ªa. La primera reacci¨®n ha sido culpar a las consultoras de opini¨®n por no haber detectado la aparici¨®n de un partido que amenaza nuestras libertades. La verdad es que muy pocos hab¨ªan detectado este riesgo. No lo hab¨ªan visto venir los partidos pol¨ªticos, ni los analistas, ni los periodistas que, en teor¨ªa, deber¨ªamos ser los mejor informados.
Esta ignorancia de los problemas reales de los ciudadanos no es una exclusiva de nuestro pa¨ªs. Hace dos a?os tambi¨¦n fue una sorpresa que los brit¨¢nicos votaran a favor del Brexit. Las recientes protestas en Francia de los chalecos amarillos que han puesto de relieve el profundo malestar tambi¨¦n han desconcertado a muchos.
Cada vez hay m¨¢s estudios que vinculan el malestar social con la p¨¦rdida de derechos
Estos episodios tienen en com¨²n el alejamiento del debate pol¨ªtico de las verdaderas preocupaciones de los ciudadanos angustiados por el deterioro de sus condiciones de vida y sin perspectivas de futuro. El discurso pol¨ªtico est¨¢ dominado por el economicismo con un peso casi exclusivo de la competitividad, la productividad y la rentabilidad. El resultado es el aumento de la desigualdad, la exclusi¨®n y una creciente desafecci¨®n pol¨ªtica y social.
En Europa hay un notable agotamiento. En 2016, hab¨ªa 117 millones de personas (23,4% de la poblaci¨®n) en riesgo de pobreza, un mill¨®n y medio m¨¢s que en 2008, seg¨²n Eurostat. En el mismo periodo en Espa?a los pobres han aumentado en m¨¢s de dos millones hasta 12,8 millones (27,9%). Es dif¨ªcil reconducir esta situaci¨®n si se mantienen reglas obligatorias en materias como la deuda y el d¨¦ficit p¨²blico y solo simples recomendaciones en los temas sociales (salario m¨ªnimo o vivienda).
Cada vez hay m¨¢s estudios que vinculan el malestar con la p¨¦rdida de derechos. Los profesores Joan Benach y Mireia Juli¨¤, expertos en econom¨ªa de la salud, han establecido que ¡°la precariedad laboral se asocia con peor salud en la poblaci¨®n trabajadora¡±. Las dem¨®grafas Mariona Lozano y Elisenda Renter¨ªa han demostrado que ¡°los a?os de vida en la inseguridad y la temporalidad laboral se han doblado en los ¨²ltimos 30 a?os¡±. Consideran que la mejor pol¨ªtica para contrarrestar el aumento de la infecundidad y el impacto negativo del progresivo envejecimiento sobre la sostenibilidad del Estado de bienestar es reducir la precariedad, sobre todo, en los j¨®venes y especialmente de las mujeres.
En materia de vivienda, las autoridades han tenido en cuenta el dictamen del Comit¨¦ de Derechos Econ¨®micos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas de junio de 2017, que exige proporcionar una vivienda alternativa en los desalojos de personas sin recursos. La nueva ley de alquileres del Gobierno socialista trata de recoger este principio con la paralizaci¨®n temporal de los desahucios de los m¨¢s vulnerables.
El Gobierno debe darse prisa y proseguir por la senda de la recuperaci¨®n salarial y revertir la reforma laboral. Es evidente que una econom¨ªa sin derechos humanos no es aceptada socialmente ni sostenible econ¨®micamente.
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