Mukesh Ambani: El magnate indio que baila con Beyonc¨¦
Ambani es la persona m¨¢s rica de Asia gracias al ¨¦xito de su apuesta por ofrecer servicios de telecomunicaciones a los m¨¢s necesitados de India
Beyonc¨¦ aterriz¨® hace unas semanas en India para participar en uno de los contados recitales que la diva del pop ha concedido en el pa¨ªs asi¨¢tico y al que asistieron, entre otros, la excandidata dem¨®crata a la Casa Blanca Hilary Clinton, la empresaria Arianna Huffington y celebridades de Bollywood. Al evento, inaccesible para los cientos de millones de fans del superpoblado subcontinente, solo fueron un selecto grupo de personalidades y amigos invitados a la recepci¨®n de la boda de Isha Ambani. Tanto la novia como el dinero derrochado para costear los fastos eran desconocidos. Nada que preocupe a quien corre con los gastos: su padre, Mukesh Ambani, y desde julio pasado el magnate m¨¢s rico de Asia.
Los m¨¢s de 37.500 millones de euros del decimos¨¦ptimo multimillonario del mundo, seg¨²n Forbes, no son flor de un d¨ªa. Nacido en Yemen hace 61 a?os e hijo de un modesto comerciante indio, Mukesh abandon¨® Stanford para trasladarse a India y ayudar a su padre en el negocio familiar: una peque?a empresa de r¨¢pido crecimiento en la manufactura textil y de poli¨¦ster que pronto se asent¨® en la industria petroqu¨ªmica. En los a?os noventa, la consolidada Reliance dio el salto final a las telecomunicaciones gracias a Mukesh y a su hermano Anil, l¨ªderes ya millonarios de uno de los conglomerados llamados a abanderar la India del siglo XXI.
Guerra familiar
En una sociedad ligada a la tradici¨®n familiar ¡ªcomo los Gandhi antes y ahora los Tata¡ª, la dinast¨ªa Ambani vivi¨® su particular guerra fratricida a comienzos del nuevo milenio. Tras la desaparici¨®n del progenitor, que muri¨® sin aclarar los t¨¦rminos de su patrimonio, sus sucesores se enfrentaron por el legado empresarial hasta que la madre decidi¨® salom¨®nicamente. El mayor, Mukesh, hered¨® la exploraci¨®n, refiner¨ªa y comercializaci¨®n petroqu¨ªmica, junto a la destiler¨ªa m¨¢s grande del mundo. El menor, Anil, sigui¨® con el negocio financiero, de infraestructuras y telecomunicaciones. Lejos del pron¨®stico de crecimiento de la econom¨ªa india impulsada por las tecnolog¨ªas de la comunicaci¨®n, el ¨²ltimo vio c¨®mo el valor de sus empresas ca¨ªa en Bolsa un 17% en la ¨²ltima d¨¦cada, mientras que la fortuna del hermano mayor creci¨® exponencialmente gracias a una jugada que revolucion¨® el mercado indio de las telecomunicaciones.
Nacido en Yemen, su padre puso las bases del imperio familiar con el negocio textil
¡°Para Reliance, los datos son el nuevo combustible. Y los datos inteligentes, el nuevo petr¨®leo¡±, dijo Mukesh Ambani a principios de 2016, cuando cre¨® una start-up que se convertir¨ªa r¨¢pidamente en un emporio digital nacional, Reliance Jio, extendiendo sus tent¨¢culos desde la telefon¨ªa m¨®vil hasta el ocio dom¨¦stico. Meses despu¨¦s del alumbramiento, su smartphone era el tercero m¨¢s vendido en India y su red de telecomunicaciones desataba una guerra de precios con el resto de operadores ofreciendo conexi¨®n a Internet de alta velocidad casi regalada, llamadas locales gratuitas y tel¨¦fonos a cero rupias. Dos a?os m¨¢s tarde, la compa?¨ªa, que empez¨® a cobrar por la transmisi¨®n de datos en 2017, hab¨ªa transformado el mercado local en el mayor consumidor de banda ancha del mundo conectando a 227 millones de usuarios de la India rural y haciendo su negocio rentable. Solo entre julio y septiembre pasados, Reliance Lio factur¨® por valor de 1.357 millones de euros. Gracias al ¨¦xito de Mukesh, su hermano Anil le ha ido vendiendo sus activos de telecomunicaciones para centrarse en el sector inmobiliario.
La decisi¨®n de Ambani atrajo a millones de potenciales usuarios abaratando el acceso a smartphones mientras satisfac¨ªa el hambre de consumidores que apenas pod¨ªan acceder a la alta velocidad supuestamente suministrada por el resto de operadores en un mercado que experimenta la avalancha de 500 millones de nuevos internautas en los rincones m¨¢s remotos de India. Pero este no es el ¨²ltimo movimiento de Reliance, que planea su irrupci¨®n en el comercio electr¨®nico al modo de la tambi¨¦n asi¨¢tica Alibaba. Precisamente d¨ªas antes de que Ambani superase a Jack Ma, fundador del grupo chino, como magnate m¨¢s rico de Asia, el indio anunciaba que seguir¨¢ la estela de Amazon y Walmart. As¨ª, su decana empresa de distribuci¨®n se unir¨¢ a la nueva Jio para entrar en el comercio digital indio; un mercado con un valor de 26.500 millones de euros que espera expandirse a los 176.500 millones en la pr¨®xima d¨¦cada, seg¨²n datos de Morgan Stanley.
El ¡®efecto Jio¡¯
La aparici¨®n de la empresa ¡ªconocida como el efecto Jio¡ª coincidi¨® con la decisi¨®n del Gobierno de llevar a cabo la primera ¡°desmonetizaci¨®n¡± de la econom¨ªa en la historia del pa¨ªs. La ilegalizaci¨®n de los billetes de valores m¨¢s elevados en circulaci¨®n obligaba a depositarlos en los bancos en un pa¨ªs con un serio problema de dinero negro. Al contrario que otros magnates acusados de beneficiarse de la medida, no hay sospecha de blanqueo sobre la arriesgada inversi¨®n del grupo de telecomunicaciones de Mukesh, cuyo curr¨ªculo apenas est¨¢ manchado por una acusaci¨®n formal por una subida irregular de los precios del gas. Una rara avis en India, que en la ¨²ltima d¨¦cada ha visto tanto la proliferaci¨®n de millonarios como su transformaci¨®n en fugitivos. Es el caso de Nirav Modi y Vijay Mallya, ambos huidos a Reino Unido por cargos criminales.
Aunque de la misma generaci¨®n de los llamados bollygarcas ¡ªmezcla de Bollywood, la industria cinematogr¨¢fica india, y oligarcas¡ª, Ambani goza de buena reputaci¨®n entre sus conciudadanos y no tiene intenci¨®n de abandonar India ni su domicilio en Bombay, donde se ha hecho construir la mansi¨®n m¨¢s cara del mundo.
Con un valor cercano a los 1.000 millones de euros, la casa de 27 plantas cuenta con todas las instalaciones imaginables, incluidos tres helipuertos. El palacete contrasta con el adyacente distrito de Kamathipura, barrio rojo de la ciudad y uno de los arrabales m¨¢s hacinados de la megal¨®polis m¨¢s poblada y desigual de India. Con m¨¢s metros cuadrados que el palacio de Versalles, el ostentoso domicilio de Mukesh apenas acoge a cuatro miembros de la familia Ambani, pero se quedar¨¢ un poco m¨¢s vac¨ªo tras la boda y marcha de su hija, quien estuvo detr¨¢s de la idea del efecto Jio, seg¨²n confes¨® el propio Ambani.
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