El valor del acuerdo
Tras una d¨¦cada de retroceso en la capacidad adquisitiva de las familias, se ha originado una degradaci¨®n de la demanda interna que solo se revertir¨¢ con una recuperaci¨®n salarial
Con la retrospectiva de los a?os, vemos que cuando en abril de 1992 se rubric¨® el que ser¨ªa el primer Convenio General del Sector de la Construcci¨®n, los firmantes estaban sentando las bases para una interlocuci¨®n de enorme valor, como se ha demostrado desde entonces.
Muchos sobresaltos ha sufrido el sector durante este tiempo. A¨²n con todo, la semana pasada se ha procedido a la consecuci¨®n de una nueva revisi¨®n salarial, en este caso para 2019, 2020 y 2021, con incrementos del 2,25% en los dos primeros ejercicios y del 2,5% en el ¨²ltimo a?o, para m¨¢s de 835.000 trabajadores, que esperemos sean muchos m¨¢s en los pr¨®ximos meses. Estas subidas se unen a las ya registradas en los a?os anteriores de vigencia del actual texto, con un 1,9 y un 2 para 2017 y 2018, respectivamente.
Apenas unos a?os antes segu¨ªan siendo palpables las consecuencias de una crisis econ¨®mica que hab¨ªa hundido al sector, provocando el retroceso del salario medio al igual que en el conjunto de la econom¨ªa, como lo atestiguan los datos hasta 2016 de la Encuesta Anual de Estructura Salarial publicada por el INE.
Ese a?o, por contra, disminuy¨® la brecha salarial en la construcci¨®n, no solo por la contracci¨®n del salario masculino sino tambi¨¦n por el incremento del salario femenino. El salario medio anual para las mujeres del sector fue de 20.361,7 euros, aumentando desde los 20.060,5 euros de 2015. As¨ª, la brecha salarial en 2016 se situ¨® en 2.099,2 euros anuales, reduci¨¦ndose en 954,2 euros con respecto al a?o anterior. Un descenso que debe continuar gracias al impulso de haber conseguido ser el primer convenio general en reducir de 250 a 100 empleados el n¨²mero de trabajadores que obliga a las empresas a negociar planes de igualdad.
M¨¢s all¨¢ de enunciar los avances logrados en el proceso negociador, en estos tiempos de fracaso en el acuerdo es conveniente fijarse en aquello que a simple vista parece que funciona, como es la negociaci¨®n colectiva en el ¨¢mbito de la construcci¨®n. Quienes conocieron el sector de hace tres d¨¦cadas encontrar¨¢n semejanzas con el de ahora en aquellas cuestiones que quedan al margen del convenio colectivo, pero asimismo son los mejores testigos del salto cualitativo experimentado en la marco convencional, no por casualidad, entre las mismas organizaciones sindicales y patronales de aquella firma primigenia, que siguen teniendo el respaldo mayoritario de los trabajadores y empresas del sector.
De igual forma que ocurre con el sindicalismo corporativo que pretende romper los acuerdos generales con promesas maximalistas y mensajes vac¨ªos al albur de la reforma laboral de 2012, la deriva en el ¨¢mbito pol¨ªtico lleva impl¨ªcita la aparici¨®n de discursos cada vez m¨¢s radicales a la vez que trasnochados, en donde los elementos extremistas se abren paso ante la inconsistencia de posicionamientos de consenso. Tenemos una sociedad heterog¨¦nea que debemos saber interpretar para encontrar el avance en su conjunto, porque lo que realmente importa es resolver los problemas individuales y colectivos.
A la gripe de insolidaridad que se ha adue?ado de las esperanzas de un buen n¨²mero de personas, se suma la infantilizaci¨®n de la pol¨ªtica. La infantilidad es rechazar el acuerdo de no conseguirse el total de la posici¨®n inicial, descargando en la sociedad la inconsistencia del pol¨ªtico de turno, como demuestra la situaci¨®n de colapso que vive el Reino Unido provocada por el BREXIT.
La sociedad espa?ola no est¨¢ vacunada frente a esta epidemia que recorre el mundo. Por ello, aunque pueda parecer irrelevante es de enorme trascendencia la conclusi¨®n de los acuerdos desarrollados en las mesas del Di¨¢logo Social entre el Gobierno y los agentes socio-econ¨®micos para lograr una estabilidad y calidad del mercado laboral que permita generar ilusi¨®n en el futuro de la ciudadan¨ªa, frente a las posiciones del miedo. Tras una d¨¦cada de retroceso en la capacidad adquisitiva de las familias, se ha originado una degradaci¨®n de la demanda interna que solo se revertir¨¢ con una recuperaci¨®n salarial firme y progresiva que permita aumentar los niveles de consumo y devolver la confianza.
Con compromiso y responsabilidad debemos retomar entre todos la sociedad de la reflexi¨®n, de las ideas, de las proyecciones a medio y largo plazo, del consenso y, sobretodo, del acuerdo. Quiz¨¢s el Convenio General del Sector de la Construcci¨®n solo sea un diminuto espacio de claridad frente a los mensajes perniciosos que bombardean nuestra cabeza a diario, pero es un ejemplo que merece la pena conocer y exportar a otros ¨¢mbitos.
Vicente S¨¢nchez Jim¨¦nez es secretario General de CCOO de Construcci¨®n y Servicios, y doctor y profesor de Econom¨ªa Pol¨ªtica en la Universidad Complutense de Madrid
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