Que el calendario energ¨¦tico no venga con prisas
Espa?a retrasa la entrega del Plan Integral de Energ¨ªa y Clima a Bruselas para presentar un proyecto ambicioso sin precipitarse
Espa?a, como el resto de los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea (UE), tendr¨ªa que haber presentado el Plan Nacional Integral de Energ¨ªa y Clima antes del 31 de diciembre pasado en Bruselas. Pero hubo varios de ellos que no llegaron a tiempo y se les dio una pr¨®rroga hasta el 31 de enero, entre ellos Espa?a. Ha acabado el mes y Espa?a tampoco ha cumplido el plazo, al igual que Francia, la Rep¨²blica Checa, Hungr¨ªa y Luxemburgo.
Se supone que el comisario de Energ¨ªa y Acci¨®n Clim¨¢tica, el espa?ol Miguel Arias Ca?ete, conceder¨¢ ahora un nuevo periodo de gracia, que permitir¨¢ que Espa?a lo remita antes de que acabe febrero, seg¨²n precis¨® el jueves el secretario de Estado de Energ¨ªa, Jos¨¦ Dom¨ªnguez Abascal, durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados. El Gobierno espa?ol esgrime como argumento para este nuevo retraso que han tenido que realizarlo en un tiempo r¨¦cord, ya que ¡°no encontramos ni una l¨ªnea escrita¡± del mandato del PP. A su juicio, Ca?ete, que pertenece a ese partido, sabe que ¡°las directrices que maneja el actual Gobierno en esta materia est¨¢n muy cerca de sus postulados¡±, adem¨¢s de resaltar que se ha mostrado muy comprensible.
En definitiva, los responsables del Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica quieren,?como Joaqu¨ªn Sabina en Noches de boda, que ¡°el calendario no venga con prisas¡±, aunque tengan el convencimiento de que tampoco hay pausas. Se trata de culminar un plan muy ambicioso que sea una se?a de identidad para el actual Gobierno. Lo dijo la ministra, Teresa Ribera, recientemente, en una reuni¨®n con las ONG medioambientales y hay que creerla (¡°estamos pein¨¢ndola y poni¨¦ndole los colorines finales de la portada¡±) y lo rubric¨® el presidente Pedro S¨¢nchez en Davos, al reconocer que el plan no es solamente ministerial, sino un plan de Estado. Ello supone (y tambi¨¦n explica los retrasos) que invade competencias de diversos ministerios (Industria, Fomento, Econom¨ªa, Hacienda, Empleo e, incluso, Presidencia), adem¨¢s de Transici¨®n Ecol¨®gica.
El Gobierno quiere el proyecto sea una se?a de identidad de su mandato
De acuerdo a las palabras de la activa ministra, el texto est¨¢ a punto de caramelo; pero su multilateralidad ha hecho que se haya requerido que los departamentos implicados metan el l¨¢piz y que haya tenido que haber una coordinaci¨®n general para asimilar un texto que compartan todos. Una tarea complicada que todav¨ªa no ha terminado. Asimismo, se han querido incorporar aquellas ideas surgidas del debate con expertos y fuerzas sociales y pol¨ªticas que se han considerado importantes, cuando no fundamentales. Eso ha provocado el retraso sobre los dos plazos transgredidos.
La sensaci¨®n que se tiene, y que trasladan los que han tenido un acercamiento al proyecto, es que se ha hecho un trabajo muy serio para adaptar los cambios regulatorios a los objetivos del cambio clim¨¢tico y la lucha contra el calentamiento clim¨¢tico, que de verdad ponen sobre la mesa los objetivos de la transici¨®n energ¨¦tica.
En todo caso, el plan tiene las l¨ªneas muy claras: la transformaci¨®n del sistema, basado principalmente en la reducci¨®n de emisiones, eficiencia energ¨¦tica y potenciaci¨®n de las energ¨ªas renovables. Ello supone la inversi¨®n de 200.000 millones de euros hasta 2030, con la caracter¨ªstica de que tendr¨¢ un gran peso de origen privado, sobre todo en lo que corresponde a las nuevas plantas de renovables. Se calcula una relaci¨®n de 80/20 entre privado y p¨²blico. Del total de la inversi¨®n, el 40% (80.000 millones) corresponde a nuevos parques de energ¨ªa e¨®lica y plantas fotovoltaicas, entre otras, para las que habr¨¢ que realizar nuevas subastas. Eso supone una media de 18.000 millones al a?o, que adem¨¢s de las energ¨ªas renovables cubrir¨¢ redes de transporte, eficiencia de los edificios, calefacci¨®n, etc. Asimismo, incluye el cierre de las plantas de carb¨®n y de las centrales nucleares y el cambio en movilidad, con la implantaci¨®n del coche el¨¦ctrico en sustituci¨®n de forma paulatina de la gasolina y el diesel.
Se prev¨¦n inversiones de m¨¢s de 200.000 millones con participaci¨®n p¨²blico-privada
En este sentido, antes de 2020 se cerrar¨¢n nueve plantas t¨¦rmicas de carb¨®n. Quedar¨¢n cinco, que tendr¨¢n que clausurar antes de 2030 (As Pontes, en A Coru?a, y Litoral de Almer¨ªa, de Endesa; Abo?o y Soto, en Asturias, de EDP, y Los Barrios, en C¨¢diz, de Viesgo).
Las nucleares, por su parte, se comenzar¨¢n a cerrar a partir de 2025 de forma acompasada con la entrada de las energ¨ªas renovables, previendo que en torno a 2035 las siete (Almaraz 1 y 2, Asc¨® 1 y 2, Vandell¨®s 2, Cofrentes y Trillo) actuales se habr¨¢n clausurado. Precisamente, el pasado lunes las empresas propietarias (Iberdrola, Endesa y Naturgy) acudieron al ministerio para analizar el futuro sectorial y ese cierre pautado.
Una dif¨ªcil y trabajada transici¨®n justa
Al mismo tiempo que da los ¨²ltimos retoques al Plan de Energ¨ªa y Clima, la ministra Teresa Ribera y el secretario de Estado de Energ¨ªa, Jos¨¦ Dom¨ªnguez Abascal, no dejan de hacer bolos por las tierras afectadas por las medidas. Es el caso de la visita que Ribera hizo a Andorra (Teruel), donde Endesa ha anunciado que cerrar¨¢ la central t¨¦rmica y se cerrar¨¢n varias minas. Se trata de que ¡°ning¨²n colectivo ni territorio afectado por el proceso de transici¨®n hacia un nuevo modelo energ¨¦tico quede atr¨¢s¡±, en palabras de Abascal.
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