El trastero vive su propio ¡®boom¡¯
La necesidad de espacio adicional en las casas y la burbuja del alquiler alimentan un sector con 475 centros y 247 operadores que ahora conquistan las ciudades
La compra y el alquiler de una vivienda con trastero es casi un lujo. Apenas hay oferta y hacerse con uno de estos habit¨¢culos tan socorridos encarece el precio final de la transacci¨®n. Tan solo el 33% de los pisos en venta en Espa?a tiene trastero; en alquiler el porcentaje baja hasta el 23%. Adem¨¢s, en Madrid y Barcelona la compra es entre un 15% y un 18% m¨¢s cara si la casa incluye esta habitaci¨®n y el alquiler sube entre el 14% y el 20%, seg¨²n el portal Idealista. Si solo se busca un trastero, sin piso, en Fotocasa dan cuenta de que la demanda en Espa?a en el ¨²ltimo a?o se ha incrementado un 69%, mientras que la oferta ha crecido un 31%.
El trastero vive un boom. El d¨¦ficit est¨¢ siendo aprovechado por empresas que est¨¢n construyendo centros de almacenamiento. El sector del self storage (alquiler de trasteros en ingl¨¦s) se ha convertido en pocos a?os en un negocio boyante que crece a un ritmo de m¨¢s del 15% anual, seg¨²n Carles Viladecans, gerente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Self Storage. Y ha dejado las enormes naves ubicadas en las periferias para instalarse en los centros urbanos de las grandes ciudades, en inmuebles que rehabilitan para atender a toda esa demanda que necesita tener un trastero mucho m¨¢s cerca de su casa.
Espa?a tiene 475 centros (hasta enero de 2019), un 60% m¨¢s que hace apenas tres a?os. En 2018 han surgido 25 nuevos operadores, de forma que suman 247. Las comunidades con m¨¢s oferta son Catalu?a, Madrid, Andaluc¨ªa y Valencia, que aglutinan el 75%, seg¨²n la asociaci¨®n. Tan bien le va al sector, que Espa?a es ya el tercer pa¨ªs de Europa con mayor n¨²mero de centros, por detr¨¢s de Reino Unido y Francia.
La burbuja del alquiler y el encarecimiento de los pisos en venta benefician a este negocio. Mucha gente se ha visto obligada a trasladarse a pisos m¨¢s peque?os y necesita una habitaci¨®n extra para guardar sus enseres. "Cuantas m¨¢s compraventas y alquileres de casas m¨¢s nos beneficia, porque el negocio funciona cuando la gente se cambia de piso", apunta Eduard Bosch, director de marketing de Bluespace. Porque, insiste, "sale m¨¢s econ¨®mico alquilar un trastero que cambiar de piso". Adem¨¢s, muchas familias tuvieron que hacer hueco cuando regresaron sus hijos durante la crisis. Luego est¨¢n los que hacen reformas o se mudan durante un tiempo a otra ciudad o pa¨ªs; los que alquilan una habitaci¨®n por Airbnb y necesitan vaciarla; estudiantes...
"Nosotros nos nutrimos del cambio. Mientras existan circunstancias que alteren la vida de las personas, ya sea un nacimiento, una reforma, una mudanza... nuestro modelo seguir¨¢ teniendo sentido", recalca Nicol¨¢s P¨¦rez, cofundador y consejero delegado de OhMyBox!. Sin olvidar las empresas y aut¨®nomos (40% de los clientes) que los usan para almacenar sus stocks de productos o sus documentos, dice Viladecans.
Las instalaciones suelen contar con buena comunicaci¨®n en transporte p¨²blico "para que los usuarios no tengan que invertir demasiado tiempo en desplazamientos", dice P¨¦rez. Aun as¨ª, los centros de los principales operadores disponen de aparcamiento gratuito para carga y descarga. Los clientes tienen sus pertenencias disponibles en cualquier momento mediante un c¨®digo de acceso. Adem¨¢s de la flexibilidad en tiempo y tama?o, los centros est¨¢n vigilados y se ofrece un servicio de embalaje previo pago.
El mercado de los trasteros est¨¢ muy atomizado, puesto que el 75% de las empresas disponen de un ¨²nico centro. Bluespace es la firma l¨ªder con 37 inmuebles. Trajo el modelo de EE UU a Espa?a en 2002 y desde entonces se ha instalado en Barcelona, Madrid y Valencia y prepara nuevas aperturas en las dos primeras ciudades. Cada a?o suma 30.000 clientes nuevos y dice tener un crecimiento de un d¨ªgito anual. "El 50% de los clientes hace un uso permanente; el 30% temporal, por un periodo de unos cuatro meses (cambio de piso...), y el 20% restante son empresas y aut¨®nomos", enumera Bosch. Sus trasteros tienen de uno a 200 metros cuadrados y los precios dependen de la ubicaci¨®n, el tama?o y la ocupaci¨®n. El de cuatro metros cuesta entre 100 y 125 euros al mes.
En cambio, el modelo de Necesito un Trastero (la segunda firma, con 36 centros) es diferente: est¨¢ presente en m¨¢s de 20 provincias con centros peque?os franquiciados.
OhMyBox!, ofrece el alquiler de trasteros desde uno a 10 metros cuadrados a precios entre 20 y 200 euros al mes. Dicen que desde su fundaci¨®n en 2013 han mantenido un crecimiento superior al 70% anual. "Tenemos una ocupaci¨®n de m¨¢s del 90% y m¨¢s de 3.000 clientes activos", indica P¨¦rez. En sus cinco a?os de vida han utilizado el servicio m¨¢s de 10.000 usuarios. Cuenta con cuatro ubicaciones que suman 14.000 metros cuadrados en el centro de Barcelona.
Puerta a puerta
?Y si adem¨¢s de almacenar, recogen los enseres y los devuelven cuando el cliente los necesita? Es lo que hace la start-up Box2box, fundada en 2018 por Sander van Steijn y Guillaume Jorquera, de origen holand¨¦s y franc¨¦s. "Queremos revolucionar el mercado del trastero cl¨¢sico, que implica tener tiempo y ganas de embalar y alquilar una furgoneta", dice Jorquera. El modelo de negocio puerta a puerta, que naci¨® hace seis a?os en EE UU y dos en Europa, consiste en guardar los muebles en una nave a las afueras de la ciudad. La empresa hace el trabajo duro: desmontar, embalar, transportar, colocar en la nave y devolver. El cliente no tiene una llave para poder entrar cuando quiera; si necesita recuperar alg¨²n objeto lo pide a la empresa y se lo llevan a su casa en 24 horas. La firma tiene cinco naves en Legan¨¦s (Madrid) y a lo largo de la A-42 y han cerrado el a?o con 500 clientes.
El precio se abarata. "El servicio completo es un 30% m¨¢s barato que el de un trastero cl¨¢sico", seg¨²n Jorquera. Un espacio de dos metros cuadrados cuesta 55 euros al mes. La recogida es gratis si se contrata por dos o m¨¢s meses y la entrega final cuesta 99 euros (nueve euros a partir de la segunda entrega parcial). "La mayor¨ªa de clientes, que contrata entre uno y seis metros cuadrados, necesitan almacenaje durante varios meses por reformas o porque se mudan al extranjero", explica.
El mercado entre particulares tambi¨¦n se mueve. Seg¨²n los datos de Redpiso, "la demanda de alquiler y venta de trasteros ha aumentado un 18% en 2018". Y crecen las compras como inversi¨®n porque se ha convertido en un valor refugio que ofrece rentabilidades de doble d¨ªgito. "El precio medio va desde los 700 euros por metro cuadrado en ciudades como A Coru?a o Murcia, hasta los 2.000 y 2.500 euros de Madrid y Barcelona", dice Manuel Fern¨¢ndez, director general de Redpiso.
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