Diez alcald¨ªas, y una en duda, contra 126.000 marranos

Si el proyecto sale adelante, 126.000 cerdos ser¨¢n transportados cada a?o a las naves de la macrogranja porcina que se quiere instalar en el t¨¦rmino municipal de Dehesas de Guadix, en la zona norte de Granada. A su llegada, los marranos pesar¨¢n 20 kilos y, casi cinco meses despu¨¦s, deber¨ªan salir de all¨ª camino del matadero con unos lustrosos 100 kilos. El proyecto se encuentra a¨²n en la fase inicial de consecuci¨®n de los permisos oportunos pero ya se ha encontrado con los primeros opositores: los diez alcaldes de los municipios cercanos y una plataforma ciudadana que ha conseguido ya 2.000 firmas contra la instalaci¨®n. Solo hay un alcalde en duda, el de Dehesas de Guadix, municipio al que pertenecen los terrenos que alojar¨¢n la granja y de quien depende el visto bueno definitivo al proyecto.

La paradoja de la situaci¨®n es que el permiso depende de Dehesas que, por la configuraci¨®n del t¨¦rmino municipal, es el n¨²cleo urbano habitado m¨¢s alejado de los cerdos, a nueve kil¨®metros explica su alcalde, y, por tanto, el menos afectado por las previsibles consecuencias medioambientales de la instalaci¨®n.

La empresa Vagido Alto S.L.U. ha pedido a ese ayuntamiento la declaraci¨®n de utilidad p¨²blica e inter¨¦s social para un proyecto que supone la creaci¨®n de 28 naves, distribuidas en siete localizaciones sobre una gran finca r¨²stica, capaces de albergar 50.400 cerdos a la vez. La velocidad con la que los gorrinos pasan de 20 a 100 kilos, su peso ideal, permitir¨¢ 2,5 ciclos de engorde al a?o. En definitiva, las instalaciones albergar¨¢n 126.000 animales cada doce meses. La distancia de las naves a los distintos pueblos de alrededor var¨ªa pero, seg¨²n reconoce la empresa promotora, una de las siete unidades de engorde, con capacidad para 7.200 cochinos, estar¨¢ a poco m¨¢s de dos kil¨®metros de otro pueblo, Cuevas del Campo, localidad sin voto en la concesi¨®n de los permisos.

Ha sido Ecologistas en Acci¨®n quien ha iniciado la campa?a contra esta macroinstalaci¨®n que, desde el punto de vista urban¨ªstico, consiste en 28 naves de 114 metros de largo por 14 de ancho y m¨¢s de un centenar de silos para la alimentaci¨®n de los animales y una inversi¨®n que supera ligeramente los 1,1 millones de euros. A finales del a?o pasado, Ecologistas convoc¨® a los ciudadanos de Cuevas para contarles el proyecto. Jos¨¦ Antonio Cabrera, su portavoz local, enumera los dos problemas principales: ¡°El primero, un maltrato animal brutal. En instalaciones peque?as y poco intensivas, una madre f¨¦rtil tiene una vida de 14 o 15 a?os que, en este tipo de instalaciones intensivas ser reduce a 5. El segundo problema es medioambiental, con un consumo de agua ingente, que vendr¨¢ del r¨ªo Guadiana Menor y unos vertidos de purines que, por el sistema de decantaci¨®n, acabar¨¢n filtrados a la tierra y, finalmente, en el r¨ªo. Y los purines, compuestos principalmente por amoniaco y nitratos, incluyen tambi¨¦n los antibi¨®ticos y medicamentos que les dan a los animales¡±. El listado de objeciones lo completan ¡°las moscas y olores que este tipo de instalaciones genera, que hace insostenible vivir cerca¡±. Este diario se ha puesto en contacto con Ram¨®n Sabater S¨¢nchez, propietario de la empresa promotora, y aunque atendi¨® la llamada, declin¨® dar su versi¨®n.

Eva P¨¦rez es una ciudadana de Cuevas del Campo y portavoz de la Plataforma de Protecci¨®n de la Ribera del Guadiana Menor, que lidera la oposici¨®n a la macrogranja. P¨¦rez recuerda que ¡°este es un asunto supramunicipal y, por tanto, no solo el municipio al que pertenece el terreno debe tener opini¨®n. Nos afecta a muchos m¨¢s y queremos que se nos oiga¡±.

A las objeciones de Ecologistas, P¨¦rez suma otra: ¡°Es que, adem¨¢s, apenas se crea empleo. Seg¨²n el proyecto, en el mejor de los casos solo se generar¨¢n 11 empleos con un sueldo anual de 18.000 euros. Adem¨¢s, un salario muy bajo¡±. El proyecto empresarial imputa, efectivamente, 1,5 empleos a cada una de las siete unidades productivas.

La previsi¨®n de la empresa en cuanto al consumo de agua es de 237,5 millones de litros al a?o, algo as¨ª como una piscina ol¨ªmpica cada cuatro o cinco d¨ªas. Sobre este aspecto, P¨¦rez insiste en ser realista: ¡°Estamos en una zona semides¨¦rtica en la que el agua no abunda¡±.

El proyecto se ha topado con la oposici¨®n de la decena de alcaldes de los de los pueblos de alrededor. Carmen Mart¨ªnez es la alcaldesa socialista de Cuevas del Campo, el pueblo m¨¢s afectado por la cercan¨ªa de la granja. ¡°Todos los alcaldes estamos en contra de este proyecto. Tememos por los olores, por las plagas de moscas y roedores y por el fin del turismo rural. Adem¨¢s de no generar empleo, medioambientalmente es un desastre para nuestro turismo, agricultura y ganader¨ªa¡±, explica.

Por su parte, el popular Antonio Moraleda, alcalde de Dehesas de Guadix, a nueve kil¨®metros de la nave de cerdos m¨¢s cercana, no se pronuncia en ning¨²n sentido: ¡°Hemos dado el cauce oportuno a la documentaci¨®n y cuando consiga, o no, los permisos medioambientales entonces tocar¨¢ decidir al ayuntamiento. Ahora mismo no tengo una postura definitiva. Pero hay que tener en cuenta que hay muchos ciudadanos que creen que es beneficioso para el pueblo¡±. En cualquier caso, el proyecto est¨¢ a¨²n en una fase inicial y todas de las fuentes consultadas estiman que faltan m¨¢s de dos a?os para conocer si el proyecto ser¨¢ realidad o no.