Sube un 31% la cifra de mujeres que trabajan a tiempo parcial por cuidar a familiares
Las oficinas p¨²blicas de empleo apenas colocan al 2,1% de quienes encuentran empleo, seg¨²n el INE
Una de las muchas pruebas de que la atenci¨®n a familiares dependientes (ni?os, ancianos o enfermos) recae en las mujeres est¨¢ en el mercado laboral. El 96% de quienes trabajan media jornada para poder desempe?ar esta tarea son mujeres. En 2018, este colectivo creci¨® un 28,8%, y lleg¨® a 358.200. Este salto agrav¨® la desigualdad, ya que recay¨® solo en las mujeres: ellas sumaron 80.900 m¨¢s (un 31%), mientras la cifra de hombres baj¨® en 700, seg¨²n el INE.
Cuando se analiza qui¨¦n trabaja a tiempo parcial, aparece la explicaci¨®n directa de buena parte de las discriminaciones de g¨¦nero que se encuentran en el mercado laboral, como la brecha salarial. Las mujeres son la inmensa mayor¨ªa entre quienes tienen estos empleos: 2,2 de casi tres millones.
El primer motivo que explica esta gran diferencia es que para ellas hay menos empleos a jornada completa. M¨¢s de un mill¨®n de mujeres no trabaja m¨¢s horas porque no encuentra un empleo que se las oferte. Pero la siguiente causa es el desigual reparto del cuidado de los familiares que necesitan atenci¨®n: ni?os, mayores o incapacitados. En 2018, 358.200 personas ten¨ªan una jornada reducida por esta causa y, en este caso, el predominio femenino se dispara: ellas son 344.800, seg¨²n un estudio del INE que parte de la encuesta de poblaci¨®n activa (EPA).
Esa abrumadora mayor¨ªa femenina incluso creci¨® el a?o pasado. El aumento de este colectivo fue muy acusado en 2018. Creci¨® en 80.000 personas y todo ese aumento, incluso m¨¢s, recay¨® sobre mujeres (casi 81.000) porque el n¨²mero de hombres se redujo.
Buena parte del aumento entre ellas se debe a que tuvieron que reducir su jornada para poder atender a los hijos ya que no pod¨ªan pagar una guarder¨ªa o a alguien que se hiciera cargo del trabajo. Un total de 173.100 mujeres, 32.000 m¨¢s que el a?o anterior, manifiestan esa causa. De nuevo, los hombres que desempe?an estas labores son muy pocos: solo 3.700 tras menguar en 2.400 en 2018.
Entre los ep¨ªgrafes con los que el INE segrega los motivos para trabajar a tiempo parcial, hay uno llamado ¡°otros motivos¡±, en el que no se hace referencia a la situaci¨®n econ¨®mica. En este, de nuevo las mujeres vuelven a ser una abrumadora mayor¨ªa (146.800 frente a 7.700 hombres). Y su n¨²mero tambi¨¦n creci¨® muy significativamente durante el a?o pasado: 38.900 m¨¢s.
Entre los datos, no solo estos muestran la desigualdad de g¨¦nero en el mercado laboral. Tambi¨¦n se ve en el an¨¢lisis por ocupaciones, en el que se observa que ellas suelen tener menos responsabilidades y ascensos. El porcentaje de hombres que tienen subordinados a su cargo supera en todas las categor¨ªas al de mujeres. Por el contrario, la situaci¨®n se invierte cuando los empleados no tienen a nadie a su cargo: el 63,1% de hombres son empleados sin trabajadores a su cargo frente al 76,3%.
La estad¨ªstica de variables de submuestra de la EPA es un an¨¢lisis que se realiza una vez al a?o desde 2006. Para hacerlo se realiza una entrevista m¨¢s extensa a una sexta parte de los encuestados cada trimestre (65.000 viviendas y 160.000 personas).
Poca eficiencia p¨²blica
Uno de los resultados habituales de este estudio destaca la escasa eficiencia de las oficinas p¨²blicas de empleo a la hora de intermediar en el mercado laboral. Y 2018 no fue ninguna excepci¨®n. Apenas un 2,1% de quienes encontraron empleo el a?o pasado lo hizo a trav¨¦s de este canal. Y eso que el a?o pasado aument¨® algo su protagonismo, del 2% al 2,1%. Son 344.700 personas en un a?o. El mayor nivel de colocaci¨®n por esta v¨ªa (el 2,4%) se dio entre trabajadores de m¨¢s de 45 a?os. El m¨¢s bajo (el 1,9%), entre los de entre 25 y 44 a?os.M¨¢s papel en la intermediaci¨®n laboral tienen las empresas de trabajo temporal, que sirvieron de puente entre un parado y una oferta de empleo en el 3,9% de las ocasiones. En total, fueron 626.500 personas quienes se colocaron a trav¨¦s de esta v¨ªa. La tasa m¨¢s elevada se logra entre los m¨¢s j¨®venes (llega al 5,6%) y la m¨¢s baja, por encima de los 55 a?os (el 1,9%).
Otro elemento en el que pone el foco esta EPA es en la distribuci¨®n del empleo por tama?o de empresas. Y, siguiendo la opini¨®n m¨¢s extendida entre los economistas, trajo buenas noticias. El mayor aumento de puestos de trabajo no se dio entre microempresas con menos de 10 trabajadores en sus plantillas, sino en las cohortes superiores, que suelen ser menos propensas a destruir empleo en ¨¦pocas malas por tener m¨¢s capacidad financiera. El incremento m¨¢s grande se dio entre las compa?¨ªas que tienen entre 50 y 249 empleados. Pasaron de ocupar a 2,63 millones de personas a casi 2,9 millones, un 9% m¨¢s que en 2017.
La tasa de paro m¨¢s baja, entre los sanitarios
La tasa media de paro en 2018 fue del 15,2%, pero este dato, como todas las medias, esconde desigualdades. Una de ellas es la formaci¨®n. El nivel de desempleo m¨¢s bajo se da entre quienes han estudiado para trabajar en el sector sanitario y en servicios sociales. Baja hasta el 7,76%, siendo, m¨¢s baja entre los hombres de esta rama de actividad, el 7,06%, que entre las mujeres, con un 7,96%.
Tambi¨¦n tienen una tasa muy por debajo de la media quienes tienen formaci¨®n para trabajar en el sector agr¨ªcola, ganadero o en veterinaria, el 8,96%. Junto a estos colectivos, se sit¨²an por debajo del 10% los que estudiaron tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y comunicaci¨®n, mec¨¢nica, electr¨®nica y otros tipos de formaci¨®n t¨¦cnica e industrial.
Por el contrario, las mayores tasas de paro se dan entre quienes, como mucho, alcanzaron un nivel formativo de educaci¨®n secundaria obligatoria, el 20,2%. En correspondencia con este dato, la tasa de empleo (el porcentaje de personas trabajando de un colectivo) se sit¨²a en el nivel m¨¢s bajo, el 37,63%.
Como es l¨®gico, las tasas de empleo son altas entre quienes se han formado para oficios con bajos niveles de paro. Por ejemplo, las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y la agricultura y veterinaria superan el 75%. Por detr¨¢s aparecen los formados para ejercer como sanitarios o en servicios sociales; en ciencias sociales; o en actividades de mec¨¢nica, electr¨®nica e industria con tasas superiores al 70%.
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