Sin referencias financieras
No est¨¢ claro que vaya a haber un comportamiento c¨ªclico como anta?o en una econom¨ªa adulterada monetariamente y con cambios estructurales por la digitalizaci¨®n
Nos sucede con nuestros padres, con nuestras referencias, con los que marcan nuestras costumbres. Cuando los que parecen mantener el pulso y ser piedra angular muestran alguna debilidad, temblamos. Pasa ahora en los mercados financieros. Ha vuelto el miedo porque aquellos que controlan el tiempo y espacio de la econom¨ªa moderna ¡ªy lo hacen, adem¨¢s, de forma exacerbada¡ª reconocen que la recuperaci¨®n se ha frenado. Son los bancos centrales a los dos lados del Atl¨¢ntico. En Estados Unidos, hasta el punto de sugerir que la recesi¨®n podr¨ªa llegar en 2020. Esto no es algo completamente imprevisible y, sobre todo, permanentemente inevitable. Pero tras una crisis tan aguda como la de hace diez a?os, la primera correcci¨®n puede doler porque puede ser peculiar.
No est¨¢ nada claro que vaya a haber un comportamiento c¨ªclico como anta?o en una econom¨ªa que hoy est¨¢ adulterada monetariamente y con cambios estructurales derivados de la digitalizaci¨®n y de nuevas formas de organizaci¨®n empresarial. Y ah¨ª est¨¢ el problema: si la recesi¨®n que llegue a EE UU es, simplemente, una correcci¨®n pasajera, se estar¨ªa manejando el manual habitual (correcciones c¨ªclicas) para estas situaciones. Pero la interpretaci¨®n alternativa es que, hasta que la digitalizaci¨®n y el nuevo orden econ¨®mico se completen, puede que no estemos sabiendo calibrar el potencial de crecimiento y que busquemos la misma fuente de avance de las tres ¨²ltimas d¨¦cadas: una burbuja de activos (bien inmobiliarios y/o financieros).
La semana pasada se produjo un cambio en la din¨¢mica que no es exactamente nuevo pero se manifest¨® con especial claridad. Hasta ahora, los mercados sonre¨ªan ante cualquier retraso en el desmantelamiento de la expansi¨®n cuantitativa porque implicaba liquidez barata y abundante. La semana pasada, esa promesa se renov¨® pero se fren¨® tanto en el endurecimiento monetario que los mercados creen que la br¨²jula se ha roto y que el or¨¢culo (Banco Central) no tiene mucha confianza en c¨®mo van las cosas. La lectura de los posos del t¨¦ monetario no tiene referencias claras. Algunos de los indicadores t¨ªpicos de alarma se han reactivado. El m¨¢s comentado, que los valores del Tesoro estadounidense a tres a?os pagan m¨¢s que los de 10 a?os. En un trimestre, se compra la solvencia de EE UU m¨¢s que en una d¨¦cada. Este es el mundo financiero cortoplacista en el que vivimos. Uno en el que lo geopol¨ªtico sigue siendo una biodramina pasada de fecha para el viaje de la econom¨ªa global. Habr¨¢ que ver si el susto en los mercados favorece avances en la disputa comercial entre China y EE UU. Si la soluci¨®n se retrasa demasiado, coincidir¨¢ con las elecciones norteamericanas, un terreno de juego perfecto para la demagogia proteccionista. Tambi¨¦n conviene esperar a ver si el Brexit se encauza, aunque pinta a partido de largas pr¨®rrogas.
En Europa, lo que ha habido es una desaceleraci¨®n considerable pero no una ca¨ªda en terreno pantanoso. En todo caso, hay motivos tambi¨¦n para preocuparse porque en este caso, lo primero en griparse ha sido la locomotora, Alemania. A lo mejor es que los cambios estructurales son necesarios tambi¨¦n en la Europa m¨¢s fr¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.