La justicia condena a una comunidad por cortar el agua a unos trasteros usados ilegalmente como vivienda
El mismo tribunal que los declar¨® ilegales diez a?os atr¨¢s, rechaza que los vecinos se tomen la justicia por su mano, y m¨¢s, cuando han estado cobrando el servicio
La Audiencia Provincial de Salamanca ha condenado a una comunidad de propietarios a pagar las obras para restablecer los suministros de agua caliente y fr¨ªa que hab¨ªa cortado a unos trasteros usados ilegalmente como ¨¢ticos. A pesar de que no pod¨ªan ser usados como vivienda, la resoluci¨®n del tribunal (cuyo texto puede consultar aqu¨ª) rechaza que los vecinos puedan tomarse la justicia por su mano y desmontar el sistema de tuber¨ªas porque, seg¨²n explica, el servicio no hab¨ªa sido impugnado judicialmente. De hecho, la comunidad hab¨ªa estado cobrando el consumo de agua a sus propietarios durante todo ese tiempo.
El conflicto entre los propietarios de los trasteros-¨¢tico y el resto de vecinos ven¨ªa de lejos. En 2008, la comunidad les llev¨® a juicio y consigui¨® que la Audiencia (en una sentencia cuyo texto puede consultar aqu¨ª) declarara que era ilegal convertir esos espacios en zonas habitables. En dicha resoluci¨®n, el tribunal afirm¨® que los trasteros en cuesti¨®n no cumpl¨ªan "en modo alguno" la normativa m¨ªnima exigible para constituir una vivienda aunque estuvieran dotados de suministro de luz, agua y calefacci¨®n, y el ayuntamiento los hubiera computado a efectos del pago de la tasa por basura. Adem¨¢s, tal y como recog¨ªa la sentencia, era patente que la comunidad estaba en contra de esta situaci¨®n, que hab¨ªan denunciado a trav¨¦s de m¨²ltiples reclamaciones ante diferentes organismos p¨²blicos.
El tribunal neg¨® adem¨¢s la posibilidad de legalizarlos. El hecho de que estuvieran dotados de servicios comunes y de haber contribuido a su pago (se les cobr¨® su parte en la compra del ascensor) no pod¨ªa, en palabras del tribunal, "contribuir a legalizar una situaci¨®n manifiestamente contraria a los Estatutos y la propia Ley de Propiedad Horizontal". En cambio, se les reconoci¨® el derecho a seguir manteniendo los servicios de agua, luz y calefacci¨®n que ven¨ªan disfrutando y cuyo cierre se hab¨ªa solicitado. Como explica la sentencia, dichos suministros hab¨ªan estado desde el principio de la construcci¨®n a la "vista, ciencia y paciencia" de la comunidad.
V¨ªa de hecho
Diez a?os despu¨¦s, en junio de 2018, son los propietarios de los trasteros los que acudieron a los tribunales para impugnar el acuerdo de la comunidad que decidi¨® cortar el suministro de agua a dichos anejos. Un pacto que fue ejecutado aprovechando las obras de rehabilitaci¨®n de uno de los vecinos en su casa. La sentencia de instancia les dio la raz¨®n, anulando el acuerdo y obligando a los dem¨¢s propietarios a realizar a su costa las obras necesarias para restablecer el suministro. La comunidad apel¨® entonces, alegando que dicha decisi¨®n estaba amparando una situaci¨®n ilegal, que se trataba de una toma de agua irregular sobre la general y que se incurr¨ªa en abuso de derecho. Sin embargo, la Audiencia rechaza esta argumentaci¨®n y recuerda, si bien se hab¨ªa declarado ilegal su uso como viviendas, esos espacios ten¨ªan derecho a mantener los servicios.
En su sentencia, el tribunal reprocha a los vecinos que hayan acudido a la v¨ªa de hecho para interrumpir el servicio de agua al trastero de la demandante, que, por otro lado, contaba con el benepl¨¢cito judicial. Como se?alan los magistrados, el hecho de que no puedan reconvertirse en vivienda no justifica que la comunidad les prive del suministro de agua que ven¨ªan disfrutando durante muchos a?os.
El tribunal aplica la conocida doctrina de los actos propios, que impide amparar comportamientos contradictorios. En este sentido, subrayan los magistrados, la propia comunidad hab¨ªa venido respetando el servicio y percibiendo durante a?os el pago, como prueba los correspondientes recibos, de los consumos de agua del trastero en cuesti¨®n, generando en sus due?os una expectativa leg¨ªtima de apariencia de buen derecho. Una actitud de la que, posteriormente, no puede desdecirse o simular que hab¨ªa sido una situaci¨®n ficticia.
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