Tecnolog¨ªa: ?d¨®nde qued¨® la equidad?
Son las pol¨ªticas redistributivas las que deben asegurar que las ganancias econ¨®micas de los cambios se repartan bien
El desempleo y la falta de oportunidades para encontrar un trabajo estable y acorde a la cualificaci¨®n adquirida lastra la juventud en los pa¨ªses del sur de Europa, entre ellos Espa?a. Simult¨¢neamente, la brecha entre ricos y pobres se ensancha, lo cual tambi¨¦n contribuye a propagar un creciente malestar y descontento social, generando procesos como el Brexit, protestas como las de los chalecos amarillos en Francia y un auge de los movimientos populistas, con Vox pisando fuerte en Andaluc¨ªa. Han sido especialmente las clases sociales m¨¢s desfavorecidas las que tras la crisis econ¨®mica se han visto excluidas del progreso econ¨®mico derivado de los avances tecnol¨®gicos y la globalizaci¨®n, pero tambi¨¦n parte de las clases medias que han visto mermados sus salarios o perdido sus trabajos. Aunque globalmente ha disminuido la pobreza y en conjunto todos estamos mejor que hace tres d¨¦cadas, el reparto de la riqueza dentro de cada naci¨®n parece haberse polarizado cada vez m¨¢s. Por un lado, el tama?o de los hogares se ha reducido, con una media de 1,27 hijos por hogar en Espa?a y eso lleva a que se transmita la riqueza sin que haya un reparto como ocurrir¨ªa si el tama?o fuese mayor. Por otro lado, no solo las retribuciones laborales, y especialmente las de los trabajadores ocupados en tareas rutinarias se han visto mermadas, adem¨¢s los ingresos que reciben los m¨¢s ricos se han incrementado de forma desproporcionada.
Los estudios acad¨¦micos suelen referirse a tres factores principales para explicar la polarizaci¨®n de la distribuci¨®n de la renta, que ha ocurrido tanto en los pa¨ªses de la OCDE como en pa¨ªses emergentes y en desarrollo. El primer factor es la globalizaci¨®n, que aunque en teor¨ªa y en t¨¦rminos netos incrementa el bienestar, solo cuando se acompa?a de las pol¨ªticas redistributivas adecuadas se materializa en crecimiento econ¨®mico inclusivo. El segundo es el progreso tecnol¨®gico, dado que las nuevas tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y las comunicaciones y el uso de robots e inteligencia artificial han eliminado puestos de trabajo que ocupaban a trabajadores con cualificaciones medias, como operadores tur¨ªsticos, contables o traductores, y bajas como obreros y ensambladores. Estos cambios tecnol¨®gicos, en principio, favorecen principalmente a los trabajadores altamente cualificados. Finalmente, un tercer factor son las instituciones gubernamentales y las pol¨ªticas econ¨®micas y sociales implementadas, las cuales han tendido a descuidar los aspectos relacionados con el bienestar social y la redistribuci¨®n de la riqueza. Un estudio del Fondo Monetario Internacional afirma que es el cambio tecnol¨®gico y no la globalizaci¨®n el principal causante del incremento en la desigualdad en las econom¨ªas avanzadas. La mitad de la ca¨ªda de la participaci¨®n del trabajo en la renta agregada viene explicada por la sustituci¨®n de trabajadores por m¨¢quinas, mientras que la globalizaci¨®n explica alrededor de un cuarto de dicha ca¨ªda y el resto lo explican otros factores como la p¨¦rdida de poder de negociaci¨®n de los trabajadores, el aumento de la concentraci¨®n industrial y el debilitamiento de las prestaciones sociales.
El cambio tecnol¨®gico abre la puerta a un futuro incierto con un incipiente aumento del n¨²mero de robots que se han comenzado a utilizar en los procesos de producci¨®n industrial, as¨ª como tambi¨¦n en campos tan dispares como son la log¨ªstica y el sistema de salud, etc. Surgen preguntas c¨®mo: ?Cu¨¢l es el futuro del trabajo tal y como lo conocemos hoy? ?Tendremos que reducir las horas trabajadas?.
Recientemente, Jos¨¦ de Gea, director del equipo de producci¨®n del Centro de Innovaci¨®n Rob¨®tica del DFKI en Bremen, dec¨ªa en una entrevista que ¡°los robots y los humanos se complementar¨¢n entre s¨ª¡±, es decir que en una ¡°smart factory¡± lo que prevalecer¨¢n ser¨¢n equipos h¨ªbridos formados por personas y robots. Estos equipos son m¨¢s productivos y flexibles y asignar¨¢n las tareas dependiendo de las habilidades del robot y de las personas. Pues bien, esta afirmaci¨®n la validan estudios econ¨®micos recientes de profesores del MIT, cuyos resultados indican que la automatizaci¨®n y la rob¨®tica aumentan el empleo de la econom¨ªa en su conjunto, aunque desplazando a los trabajadores desde los sectores/tareas que se automatizan hacia el sector servicios.
En conclusi¨®n, intentar inhibir el cambio tecnol¨®gico o la globalizaci¨®n son respuestas equivocadas al descontento popular con la creciente desigualdad. Por el contrario, son las pol¨ªticas educativas, sociales, redistributivas e inclusivas las que deben asegurar que las ganancias econ¨®micas derivadas de dichos procesos se repartan equitativamente.
Inmaculada Mart¨ªnez-Zarzoso es catedr¨¢tica de Econom¨ªa en las universidades de Gotinga (Alemania) y Jaume I de Castell¨®n.
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