?Hacen falta directivos en pol¨ªtica? Marcos de Quinto, una ¡®rara avis¡¯ en Espa?a

En Estados Unidos no resulta raro que un empresario como Donald Trump ocupe la presidencia del pa¨ªs tras ganar las elecciones. En Italia tampoco lo fue que Silvio Berlusconi dirigiese el Gobierno en tres mandatos diferentes durante casi una d¨¦cada. Y m¨¢s habitual resulta todav¨ªa que los propietarios de compa?¨ªas se alcen con el poder en Am¨¦rica Latina, tal y como ocurre actualmente con Mauricio Macri en Argentina, Sebasti¨¢n Pi?era en Chile o Juan Carlos Varela en Panam¨¢. Todos ellos rigen los designios de sus respectivos gobiernos como en su d¨ªa hiciera Vicente Fox en M¨¦xico. La lista de dirigentes de empresas convertidos en pol¨ªticos es muy larga en buena parte del mundo.

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Sin embargo, Espa?a no acostumbra a ver empresarios y directivos de compa?¨ªas en las listas electorales. M¨¢s bien se produce el camino inverso, los pol¨ªticos acaban recalando en las corporaciones una vez que concluye su mandato, y muy a menudo como contraprestaci¨®n por los servicios prestados en sus respectivos partidos. De hecho, Jos¨¦ Manuel Entrecanales, presidente de Acciona, alentaba hace unos meses a los empresarios a incorporarse a la vida pol¨ªtica para contribuir a que la deteriorada imagen de los representantes p¨²blicos mejorase.

Solo Marcos de Quinto, exvicepresidente mundial de Coca-Cola ha cogido el testigo lanzado por Entrecanales, en unas listas electorales plagadas de toreros, contertulios y militares. Se presenta a los comicios del pr¨®ximo d¨ªa 28 como n¨²mero dos de Ciudadanos por Madrid. Seg¨²n reconoce porque, ¡°siempre he estado muy interesado en la pol¨ªtica. A todos los ciudadanos nos deber¨ªa interesar y no solo quejarnos de ella¡±. De Quinto asegura que ¡°los profesionales de la pol¨ªtica se han apropiado de ella y nos ven a los que venimos de la empresa como intrusos y tratan de amedrentarnos. Si nos dejamos, la pol¨ªtica acabar¨¢ en manos de amedrentadores¡±.

El siempre pol¨¦mico ejecutivo, con una cuenta en Twitter que suele echar chispas, se muestra cauteloso: ¡°Ahora me voy a cortar m¨¢s porque, como pol¨ªtico, tienes que dar ejemplo¡±. Asegura que pensaba retirarse de la gesti¨®n empresarial porque durante sus 36 a?os en Coca-Cola ya ha ganado suficiente dinero, y que tras lo que se plantea como una ¡°estad¨ªa¡± pol¨ªtica ¡°en la que no s¨¦ si estar¨¦ cuatro a?os¡±, tampoco pretende volver a trabajar.

Igual que afirm¨® Manuel Pizarro, expresidente de Ibercaja, Endesa y Baker Mckenzie, cuando se convirti¨® en diputado del PP en 2009, ¡°meterme en pol¨ªtica es el peor negocio que he hecho en mi vida¡±, De Quinto sostiene que presentarse a las elecciones es un sacrificio econ¨®mico y una exposici¨®n p¨²blica excesiva que ha aceptado en un intento de mejorar la situaci¨®n del pa¨ªs. Los motivos que en su d¨ªa llevaron al propio Pizarro, a Josep Piqu¨¦, Anna Birul¨¦s o Cristina Garmendia, algunos de los ejemplos de altos cargos de corporaciones que en su momento se pusieron en manos de los partidos pol¨ªticos (sobre todo del PP) para ocupar esca?os en el Congreso o directamente los sillones azules del hemiciclo.

Desde la ¨¦poca de la Transici¨®n, se?ala Josep Piqu¨¦, exministro con el PP, "cada vez menos gente del mundo empresarial se plantea dedicarse a la pol¨ªtica porque se pierde mucho dinero, no es nada agradecido, puesto que te critican mucho y no tiene reconocimiento social. Eso limita la actividad pol¨ªtica a los profesionales".

Pero, ?qu¨¦ aportan empresarios y directivos a la esfera pol¨ªtica? Seg¨²n el exvicepresidente de Coca-Cola: ¡°Somos gente con experiencia en dirigir equipos y, cuando gestionamos recursos, sabemos lo que son los ingresos y los gastos y sabemos c¨®mo llegar a acuerdos conciliando las necesidades de los distintos grupos de inter¨¦s. No creo que sea muy distinto a lo que deber¨ªa ser la pol¨ªtica¡±.

Los ejecutivos consultados est¨¢n de acuerdo. ¡°Los empresarios aportan capacidad de gesti¨®n a la pol¨ªtica, que es la correcta administraci¨®n de unos bienes escasos, algo extraordinariamente necesario en el gobierno de Espa?a¡±, indica Ismael Clemente, consejero delegado de la inmobiliaria Merlin Properties. En su opini¨®n, estos profesionales no cuentan con incentivos para incorporarse a la esfera pol¨ªtica, en la que los sueldos son bajos y hace falta que pasen dos a?os antes de ocupar el antiguo empleo tras cesar el mandato p¨²blico por la ley que regula las puertas giratorias, adem¨¢s de hacer una declaraci¨®n de patrimonio que desalienta a empresarios y ejecutivos.

Madurez y conocimiento

Para Federico Gonz¨¢lez Tejera, consejero delegado de Radisson Hotel Group, los altos cargos de la empresa pueden introducir m¨¢s madurez y sabidur¨ªa en una pol¨ªtica que necesita enriquecerse de conocimiento y talento. El problema es que, desde su punto de vista, los partidos pol¨ªticos no tienen ¡°ning¨²n programa econ¨®mico serio, sino unas medidas propagand¨ªsticas que un consejo de administraci¨®n como el de Radisson nunca aprobar¨ªa¡±.

Tanto Gonz¨¢lez Tejera como Clemente creen que es positivo que los dirigentes de empresa se incorporen a las listas electorales. ¡°Es bueno que en los partidos haya gente que no tiene inter¨¦s en la carrera pol¨ªtica, pero s¨ª inter¨¦s en el servicio p¨²blico. Da igual que sean empresarios, que jueces, expolic¨ªas o toreros¡±, sostiene el responsable de la cadena hotelera internacional. Al tiempo que el primer ejecutivo de Merlin considera que tienen el mismo derecho a presentarse a las elecciones que cualquier otro ciudadano y supone un esfuerzo por su parte, adem¨¢s de por la falta de incentivos antes aludida, porque a menudo a estos profesionales se les hace luz de gas dentro de los partidos.

Y luego pasa factura, reconoce Josep Piqu¨¦: "Yo me tuve que reinventar. Porque no suele ser f¨¢cil regresar al entorno empresarial porque la gente te ve como pol¨ªtico y tienes que demostrar que sigues siendo ¨²til".

Aunque hay quien, habiendo ocupado altos cargos en la empresa y probado las mieles y hieles del Parlamento, opina que la pol¨ªtica es un oficio y, como tal, deben dedicarse a ¨¦l quienes quieran curtirse en el oficio y no los empresarios.