Espa?a pide una tasa en toda la UE para frenar la ¡®energ¨ªa sucia¡¯ que llega de Marruecos

La inauguraci¨®n el pasado diciembre de una planta de generaci¨®n de energ¨ªa el¨¦ctrica a partir del carb¨®n en Safi (Marruecos) ha afectado al complejo equilibrio del sistema el¨¦ctrico espa?ol. Desde entonces, Espa?a importa energ¨ªa m¨¢s barata del pa¨ªs vecino, cuyas empresas no tienen que soportar los costes por emitir CO2 fijados en el sistema europeo de comercio de emisiones (ETS).

El pasado abril, la ministra de Medio Ambiente, Teresa Ribera, recurri¨® a Bruselas para pedir protecci¨®n para el sector el¨¦ctrico espa?ol, en desventaja con las plantas marroqu¨ªes que emiten energ¨ªa m¨¢s barata, pero sucia, porque es m¨¢s contaminante. El comisario europeo de Energ¨ªa, Miguel Arias Ca?ete, respondi¨® con una carta a principios de este mes proponiendo a Espa?a que utilice una "cl¨¢usula pasarela", una argucia legal que permite a los pa¨ªses miembros establecer excepcionalmente nuevas tasas sobre cuestiones comunitarias siempre que sean en el ¨¢mbito de protecci¨®n del medioambiente. Es la soluci¨®n que Ca?ete propuso a Espa?a debido a que un impuesto sobre el carbono transfronterizo deber¨ªa aprobarse por unanimidad entre todos los estados miembros.

La ministra de Medio Ambiente y su compa?era de gabinete, la ministra de Hacienda, respondieron el pasado 20 de mayo con otra misiva en la que defienden el impuesto comunitario sobre las emisiones de carbono transfronterizas. Ribera y Montero arguyen: "Si Europa termina importando bienes producidos bajo est¨¢ndares clim¨¢ticos m¨¢s bajos, las emisiones que evitamos ser¨¢n compensadas, o incluso superadas, por aquellas generadas en los pa¨ªses donde se fabrican los bienes. Esto se aplica tambi¨¦n a las importaciones de electricidad: si bien ponemos precio a las emisiones de carbono y aumentamos los esfuerzos para avanzar hacia un sistema el¨¦ctrico descarbonizado, las importaciones de electricidad a base de combustibles f¨®siles deben ser gravadas, por lo que tambi¨¦n se tiene en cuenta su huella de carbono". La idea espa?ola es que el impuesto no se aplique solo a la importaci¨®n de energ¨ªa, sino tambi¨¦n a los productos o servicios fabricados mediante energ¨ªa sucia.

En la carta, a la que ha tenido acceso EL PA?S, remitida al comisario de Finanzas, Pierre Moscovici, y al de Energ¨ªa, Miguel Arias Ca?ete, las ministras explican: "Somos conscientes de la complejidad de un impuesto sobre las emisiones transfronterizas carbono y los desaf¨ªos que puede plantear en los debates de la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC). Sin embargo, los informes recientes, indican que, si se dise?an adecuadamente, las medidas comerciales destinadas a reducir las emisiones son factibles y pueden ser efectivas". La aprobaci¨®n a nivel europeo de esta nueva tasa podr¨ªa ser interpretada por la OMC como un arancel sobre el comercio y despertar ciertos recelos.

Ribera y Montero recuerdan a los comisarios europeos que "un impuesto sobre las emisiones transfronterizas de carbono encajar¨ªa perfectamente dentro del enfoque tradicional de la UE sobre los derechos de aduana", porque, recuerdan, dejan entrever los recursos obtenidos con esta nueva tasa ir¨ªan a reforzar el Presupuesto de la Uni¨®n Europea.