No eran anuncios, eran canciones; pero anunciaban y vend¨ªan solidaridad
Los temas solidarios interpretados por personajes conocidos se pusieron de moda a finales del siglo pasado. Hoy se encuentran en desuso
No eran anuncios tradicionales, pero consiguieron para su causa una difusi¨®n impagable, adem¨¢s de r¨¦ditos econ¨®micos nada despreciables. Me refiero a esas canciones que nacieron a ra¨ªz de causas solidarias. Esos temas que reun¨ªan a un mont¨®n de estrellas de la canci¨®n para recaudar fondos y dar m¨¢s visibilidad a enormes problemas que asolaban (y que desgraciadamente siguen asolando) a la sociedad del momento: la hambruna en ?frica, un terremoto devastador...
Ahora, los intereses econ¨®micos de las grandes multinacionales del espect¨¢culo har¨ªan muy dif¨ªcil repetir los bombazos solidarios que sonaron en todas las emisoras del mundo durante semanas y semanas y que contribuyeron con su granito de arena con los m¨¢s necesitados.
Todo comenz¨® en 1984, cuando el m¨²sico brit¨¢nico Bob Geldof vio en la televisi¨®n un programa sobre la hambruna en Etiop¨ªa. Ese fue el punto de partida para iniciar una campa?a de recogida de fondos destinada ¨ªntegramente al pa¨ªs africano. Para ello tir¨® de agenda y junt¨® a un impresionante grupo de cantantes brit¨¢nicos e irlandeses. Los m¨¢s importantes estaban all¨ª. Al grupo lo llam¨® Band Aid.
La canci¨®n se llam¨® Do They Know It's Christmas? (?Saben que es Navidad?) y nada m¨¢s aparecer fue n¨²mero uno de todo tipo de listas musicales durante varias semanas y gener¨® millones de libras. Fue un verdadero bombazo
Cinco a?os m¨¢s tarde intentaron repetir el ¨¦xito obtenido con la versi¨®n original. Tambi¨¦n fue n¨²mero uno de las listas musicales brit¨¢nicas, pero no estuvo ni mucho menos a la altura de su predecesora.
Tras una versi¨®n en 2004 que solo vendi¨® 1,2 millones de copias, el proyecto fue relanzado en 2014 tras la petici¨®n de la ONU ante la urgente necesidad originada por la crisis del virus de ?bola en el ?frica Occidental. El ¨¦xito volvi¨® a ser inmediato, vendiendo en un solo d¨ªa m¨¢s de 206.000 copias. La canci¨®n tambi¨¦n fue adaptada al mercado franc¨¦s con el t¨ªtulo de No?l est l¨¤.
Dejando las islas y cruzando el charco, los estadounidenses tampoco se quedaron imp¨¢vidos ante la ola de hambruna que asolaba Etiop¨ªa, y un a?o despu¨¦s, a imagen y semejanza de sus colegas brit¨¢nicos, montaron el colectivo USA for Africa (Uni¨®n de Apoyo de Artistas para ?frica). De la mano de Harry Belafonte y Quincy Jones movilizaron conciencias para interpretar el ya m¨ªtico We are the world. Todo un "espect¨¢culo humanitario" que consigui¨® reunir a toda la far¨¢ndula musical americana.
Veinticinco a?os m¨¢s tarde, el terremoto que destruy¨® Hait¨ª y que dej¨® 316.000 v¨ªctimas mortales fue el motivo para volverse a reunir en el We Are the World 25 for Hait¨ª. Una nueva generaci¨®n de int¨¦rpretes realiz¨® una nueva alternativa (Enrique Iglesias incluido) con bastante menos repercusi¨®n que su predecesora. A modo de homenaje, se insertaron im¨¢genes del m¨ªtico Michael Jackson fallecido un a?o antes cantando junto a su hermana Janet. Tambi¨¦n hubo versi¨®n latina.
Por esa misma cat¨¢strofe, los famosos latinos se juntaron para cantar Ay, Hait¨ª. El encargado de organizar el encuentro fue el m¨²sico, productor Carlos Jean. La tragedia le toc¨® muy cerca, ya que su padre es haitiano. Como dato anecd¨®tico, junto a cantantes de reconocido prestigio, "se les colaron unos cuantos futbolistas" (sic).
Otro desastre natural en forma de se¨ªsmo y posterior maremoto arras¨® parte de Chile en 2010. El cl¨¢sico de Violeta Parra, Gracias a la vida fue la bandera de enganche para que artistas de varias nacionalidades, y bajo el nombre de Voces Unidas por Chile, recaudaran fondos para los damnificados. En esta ocasi¨®n, no se reunieron para el acontecimiento. Cada uno grab¨® por su parte y luego se mezcl¨®.
Alguna iniciativa me dejo en el tintero de las que se hac¨ªan a finales del siglo pasado y principios de este, pero estas fueron las m¨¢s celebradas. Esperemos que vuelvan a resurgir, porque causas no faltan ni faltar¨¢n.
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